lunes, 19 de agosto de 2019

LA IMPORTANCIA DE LOS APODOS porque es bueno ser rey


Pedro el Cruel haciendo honor a su nombre

Hace unos días estábamos hablando en tuiter de lo que molaría tener un buen apodo, uno que hiciera que todos los que oigan hablar de ti sientan temor, reverencia, la necesidad de postrarse de hinojos a tu paso. Imaginad qué mal lo pasaría cualquier niño al que apodaran El Piraña en los años 80 y, por contraste, cómo sería respetado en cualquier instituto de esos años un chaval a quien se conociera por el Chaira. Y si un tema tan aparentemente inocuo podía decidir sobre tu supervivencia en el patio, imaginad lo trascendente que debe ser un buen apelativo para cualquier persona con una cierta responsabilidad histórica.

Pensemos en los reyes. Leonor de Aquitania parió a dos reyes de Inglaterra: Ricardo Corazón de León y Juan Sin Tierra. Va, venga, a bote pronto y sin mirar la wikileches ¿cuál creéis que es recordado como la hostia en bicicleta?

EXACTO, Ricardo es recordado como una mezcla entre Brad Pitt, Arnold Chuarchenaguer, San Francisco de Asis y Sir Isaac Newton, mientras que Juan es el que se chupaba el dedo en la peli de Disney. Y sin embargo, Ricardo fue uno de los reyes más nefastos de la historia inglesa, tan convencido de ser guay y especial que arruinó el país entre cruzadas, rescates, guerras y mierdas, mientras que Juan, pese a ser un psicópata rencoroso, al menos logró poner cierto orden en el reino. Peeeeeero, el apodo guapo se lo llevó el hermano, así que te jodes, Juanito, al banquillo de los malos.

No nos engañemos, los reyes molones necesitan nombres molones. No puedes impresionar a los historiadores llamándote Carlos el Gordo o Enrique el Impotente. Y tampoco sirven de mucho los apodos políticamente correctos ¿O de verdad pensáis que alguien se va a acordar de Felipe el Preparao o Juan Carlos el PuterEL CAMPECHANO de aquí a un par de siglos?

Por supuesto puedes tener apodos molones y positivos, o sea, Alfonso el Sabio, Felipe el Hermoso... no es que maten de emoción, pero mucho mejor que García II el Tembloroso, dónde va a parar. Luis el Santo, comparado con Fernando el Felón, pues sí, gana de calle.

Pero un monarca que quiera impresionar necesita un apodo potente, un nombre de rey que hace cosas de rey. Los numeritos, como sumo, valen para aprenderte las efemérides (felipe II, Felipe III, Felipe IV...) En cambio, si te llamas Sancho el Fuerte, Alfonso el Batallador, El Príncipe Negro... AMIGOS, ESO SON PALABRAS MAYORES

Charles Martel, abuelo de Carlomagno: que en cristiano es Carlos Martillo, así llamado por lo que hacía con sus enemigos. Mis dieses, don Carlos, que aunque usted no fue rey coronado, nadie, absolutamente nadie, se acuerda de Chilperico o Teodorico, que supuestamente eran los capitostes pero con unos nombres tan mierder, no te da ni para nota a pie de página.

Aunque la cosa se jode con su hijo, que ya es mala suerte que te llamen Pipino el Breve. Anda que no le harían chistes al pobre

Tiremos para mi patria chica: Pedro el Cruel. Nadie tiene muy claro qué hizo nuestro amigo Pedro, porque se lo cargaron así como de mala y taimada manera. Pero da lo mismo, si te llaman EL CRUEL pasas a la historia sí o sí.

Y si miramos al Este, ahí tenemos a Vlad el Empalador, por si no molase bastante apellidarse Dracul. Eso sí es un apodo como Dios manda, qué carajo. Que me le imagino diciendo a los campesinos, voy a subir los impuestos este año, mientras acaricia una estaca de abedul, y ellos, gracias, señor, gracias, gracias ¿le hemos dado ya las gracias? gracias  

Ahora, para reyes molones, los rusos. Que lo de y mientras tanto, en Rusia, no es de ahora.

CATALINA LA GRANDE. Una no se gana ese nombre sonriendo en las fotos, no señor. Y Catalina lo tenía mal, que sólo era reina consorte, pero agarró al tontolhaba desustanciao de su marido, lo metió en prisión, lo degolló y se quedó todas las Rusias (y una buena cantidad de rusos macizos) para ella sola. Mi aplauso, señora, que una no se mete a zarina para aguantar babosos con exceso de consanguineidad. Y ojo, que el título Grande no se lo dan a cualquiera, que ya tenía un predecesor que puso el listón bien alto

Les hablo de PEDRO EL GRANDE, señores. Que por aquello de ver como era lo de hacer barcos agarró martillo, clavos y serrucho y se construyó él solito una fragata. Y no sólo se le daban bien las manualidades, que su hijo, cuando ordenó ejecutar a no sé cuantos boyardos, le dijo, sí, tú mucho condenar a muerte, papi, pero luego no te manchas las manos, Y PEDRO SE ARREMANGÓ, LE DIJO AL CHAVAL, SUJÉTAME EL CUBATA, LE QUITÓ El HACHA AL VERDUGO Y SE LIO A DECAPITAR NOBLES COMO SI NO COSTARAN DINERO

SÍ SEÑOR. Después de una performance así A VER QUIÉN TE TOSE

Peeeeero.... mi monarca favorito del mundo mundial es, con cien cuerpos de ventaja sobre el resto...

IVÁN EL TERRIBLE

No me suena ni un sólo rey más que se haya ganado el apodo Terrible. Señores míos, que Iván, en un cabreo MATÓ DE UNA SOLA HOSTIA A SU PROPIO HIJO. Y el chaval ya estaba crecidito, que no era un imberbe

Esas cosas imponen, visualizad al típico cortesano conspirador que se acerca subrepticiamente por detrás del zar, daga en mano, y de pronto CATACROCKER, el Zarevitch en el suelo, tó moñeco. Y el zar que se vuelve, ve al pringado y le dice ¿y tú, querías algo? y el otro, no, majestad, yo sólo pasaba por aquí, y Iván, pues lárgate a hacer algo útil, que para luego es tarde Y GUARDA ESE CUCHILLO, INNORMAL, QUE AL FINAL TE VAS A HACER DAÑO... y el asesino se larga de ahí haciendose cacotas en silencio, que si el zar le ha hecho eso a su propio hijo, imagina lo que te puede hacer a ti como se levante con la úlcera torcía.

ESO ES UN REY COMO DIOS MANDA, TANTA CAMPECHANÍA Y TANTA LECHE

Pero no me crean a mí, crean al arte, vean el selfi de Iván. Si es que te mira de reojo, y te vas por la pata abajo, Si es que da miedo hasta pintado, SI ES QUE PARECE MING EL CRUEL DESPUÉS DE CENARSE LOS COJONES DE FLASH GORDON


En vez de Jorge II hubieran tenido a este señor en el trono inglés y los independentistas americanos se hubieran cenado los disfraces indios con patatas y pagado religiosamente los impuestos. Les echa un reojo a los sans culottes, y nadie se acerca a menos de 1 km de la Bastilla. Con alguien así al mando, Vlad Dracul se hace jefe patrulla de los Boy Scouts.

Si alguna vez me convierto en monarca, id temblando, porque Iván será mi guía, mi ideal, mi modelo a seguir. Vale, no podré llegar a su altura, y nunca podré ganarme un el Terrible, que ya está pillado, o el Cruel, ni siquiera el Sanguinario, pero el diccionario es amplio y algo encontraré

JOSÉ II EL CABRONÍAS. Ese será mi nick. Y me haré retratar cenando un pastel de gatitos*. Y como no me guste el cuadro, me haré un albornoz con la piel de Antonio López. Qué leches, me haré ese albornoz aunque no lo pinte él. Y antes le haré sodomizar por un regimiento de húsares ciegos de crack. En cuanto al retrato, pues me lo hago yo mismo y así no dilapidamos el erario público. Que no está reñido ser un soberano despiadado con ser moderado en los gastos, y los regimientos de húsares no crecen en los árboles.

Y mucho ojito con ponerse levantiscos, queridos súbditos. Que con un Rey Como Debe Ser, pocas bromas.

*Serán de tofu, porque la que espero sea mi sucesora, si se mosquea, haría que María la Sangrienta pareciese una Testiga de Jehová y en el tema gatos SE MOSQUEA

viernes, 2 de agosto de 2019

LA PRINCESA PROMETIDA (hay que joderse con el Hamor Berdadero)



Este año se ha reestrenado una de las películas más queridas de todos los tiempos. La primera vez que vi La Princesa Prometida fue en los 90, en casa de mi amigo P. Él la había visto en el cine y cuando la vio en la teleprogramación insistió en que agarráramos refrescos, bolsa de patatas, y al sofá. Los primeros minutos me parecieron cursis, soporíferos... tal cual como al chaval a quien su abuelo le lee la historia . Y me daba en la nariz que en cuanto llegara el primer corte publicitario me vendría a la boca alguna excusa para marcharme.

Entonces Íñigo le comentó a Fezzik, A Vizzini le gusta mandar... Fezzik respondió, lo que le gusta es gritar... y fui consciente de que la película que estaba viendo no era la película que creía estar viendo. Años después compré el libro, y puedo decir sin sonrojo que la película es superior a la novela, ya que ésta se pierde en detalles innecesarios. Por ejemplo, nos explica cómo fue que Fezzik llegó a Groenlandia, algo que nos importa una mierda, lo único  que necesitamos saber es que el pobre Fezzik estaba sólo, sin amigos, y en Groenlandia.

Tiene su guasa, porque el libro se presenta como una versión resumida y mejorada de la obra original La Princesa Prometida, sin las partes aburridas, y la película es el libro sin las partes aburridas

Sea como sea, he visto La Princesa docenas de veces y en todas ellas he disfrutado como un enano. He repetido ¡Inconcebible! con gesto indignado, he coreado mil veces la presentación de Íñigo, he asumido que no hay nada mejor que un buen bocadillo de cordero, lechuga y tomate, cuando el tomate esta maduro y el cordero esta en su punto ¡Es tan sabroso! y he tenido siempre en cuenta la importancia de contar con una carretilla entre los elementos a favor en cualquier situación peligrosa.

Y cada vez que he asistido a una boda por la Iglesia he sentido una íntima decepción cuando el oficiante ha empezado el sermón y no ha dicho, el maddimonio.

Peeeeero, por mucho que goce de esa deliciosa historia, hay un punto que desde siempre me ha chirriado y creo que debe ser comentado. Y se trata, nada menos, que de la clave de la historia: el Hamor Berdadero

Recapitulemos: Buttercup y Westley están unidos por el Hamor Berdadero. Cuando ella cree que Westley ha muerto, su vida deja de tener sentido y, a falta de nada mejor que hacer, acepta casarse con el príncipe Humperdinck. Secuestrada, parece a punto de morir asesinada cuando aparece un misterioso Hombre de Negro que, uno por uno, va eliminando a sus secuestradores e, inesperado giro argumental, revela ser Westley, regresado de la tumba como El Temible Pirata Roberts ®. Se suceden los lances, y tras una serie de maravillosas coincidencias los protagonistas huyen hacia la felicidad sobre cuatro caballos blancos

Primera pega que le veo al Hamor Verdadero. ¿Cuánto pudo durar el romance de Buttercup y Westley antes de su presunta muerte a manos de El Temible Pirata Roberts ®? ¿Un par de semanas, menos aún, dado que Westley en todo ese tiempo no llegó ni a cambiarse de ropa? Y sin embargo se supone que Buttercup debe penar por ese amor toda su puñetera vida, y su propio subconsciente la trata de guarra en sus sueños por pensar siquiera en casarse con otro 10 AÑOS DESPUÉS.

Pero asumamos que el Hamor Berdadero es algo así como la Fuerza de StarWars y no es posible escapar de él. Todo guay ¿no? Westley regresa, el malvado Príncipe Humperdinck se queda con un palmo de narices, el igual de malvado Conde Rugen sufre la venganza de Íñigo, Fezzik encuentra curro en la Brigada Brutal... JAPI END

A ese japi end le veo unas cuantas pegas, y la más importante es el tema de la maldad. Humperdinck es malvado porque quiere hacer asesinar a Buttercup, Rugen lo es porque ha matado a docenas de personas en su máquina de sorber la vida y el albino era malvado porque era albino. OK, aceptemos ese baremo

Según ese baremo, el dulce Westley es un criminal sanguinario de la peor especie. Os recuerdo que se ha tirado 10 años como segundo de a bordo de El Temible Pirata Roberts ® o siendo el propio Temible Pirata Roberts ®. Que se dedica a asaltar barcos, y cuya marca de identidad es que NO DEJA SUPERVIVIENTES

¿Cuantos barcos ha asaltado El Temible Pirata Roberts ® en 10 años? Supongamos que sólo uno al mes, y supongamos que en cada barco viajaban unas 30 personas de tripulación más un pasaje de otras veinte personas. Según este cálculo, bastante conservador, en esos diez años han sido asesinadas 10 x 12 x 50 personas. 6000 personas asesinadas no por necesidad ni por accidente, sino porque El Temible Pirata Roberts ® NO DEJA SUPERVIVIENTES

Westley podría haber sido juzgado en Nüremberg, con esas cifras no hubiera hecho un mal papel en el banquillo de los acusados. Gilles de Rais, el verdadero Barba Azul, fue quemado vivo por asesinar a dos centenares de niños, y probablemente esa es la cifra de niños asesinados por Westley, porque da igual que en los barcos viajen niños, enfermos, ancianos... El Temible Pirata Roberts ® NO DEJA SUPERVIVIENTES

ÉSE es el Hamor Berdadero de Buttercup. ÉSE es el hombre que da sentido a su existencia. Por comparación, el Conde Rugen es un mierdas como asesino, sobre todo si tenemos en cuenta que muchas de sus víctimas lo fueron por el bien del avance científico. Vizzini sería un bocazas, pero no tenemos constancia de que en toda su vida haya matado con sus propias manos a nadie. Y en cuanto al malo malísimo, feo, vil y cobarde Príncipe Humperdinck, sólo podemos acusarle de haber despedido sin indemnización a un médico de prácticas dudosas y de un homicidio princesil en grado de tentativa. Sí, de acuerdo, pensaba iniciar una guerra con Florín PERO NO HA PODIDO, NO LE HAN DEJADO

Humperdinck NO HA MATADO A NADIE, mientras que Westley ha degollado, ahorcado, quemado, atravesado, aflecheado o ahogado a 6000 perdonas.

Y, no contento con ello, en vez de decir, vale, ya he recuperado a mi Hamor Verdadero, es hora de que El Temible Pirata Roberts ® deje por fin de navegar, SE BUSCA UNA SUPLENCIA porque el negociete es bueno y las gentes que navegan por esos mares de Dios no van a asesinarse solas

Me consuela que, al menos en lo que a la peli se refiere, no tenemos constancia de que Íñigo haya aceptado el puesto, porque personalmente le veo mucho más ético y entero que al protagonista. Es más, espero que como se le ocurra por un momento valorar tan generosa oferta de trabajo, Fezzik le meta un meco vertical para hacerle entrar en razón. El mundo ya es demasiado sucio sin necesidad de genocidas con marca registrada recorriendo los mares.

En cuanto al dulce Westley, espero que uno de los efectos secundarios de la píldora del Milagroso Max sea una rotunda impotencia sexual y un problema cardíaco que le deje al borde de la muerte pero agonizando durante años. Ese criminal no merece una muerte rápida.

Y tú, Buttercup, hija, ESPABILA UN POCO, GUAPITA. Que primero te enamoraste de un psicópata y luego ibas a casarte con un conspirador. Como te descuides la próxima vez que abras el tinder te va a meter ficha el Doctor Lecter y aún le darás like. Por cierto, bórrate del perfil lo de Princesa, que ni eres hija de reyes ni te has casado con un príncipe, así que el título sobra

Para terminar, una confesión: todo lo que acabáis de leer es una reflexion seria: si lo que refleja La Princesa Prometida es el poder del Amor, aconsejo a todos los enamorados una buena ducha fría y unas cuantas sesiones de electroshocks. Y retirarles cualquier objeto punzante, cortante o aflechante.

PERO...

... pienso seguir viendome esa peli cada vez que me la encuentre. Pienso seguir disfrutando como un enano cuando Fezzik explica las diferencias entre combatir con un sólo hombre y hacerlo con una docena, por causas benéficas. Pienso seguir murmurando sois la brigada brutal cada vez que me cruce con alguien inmenso con rizos y pienso emocionarme hasta el tuétano cada vez que Íñigo se arranque el cuchillo y repita, ante los ojos asombrados de Rugen, Hola, me llamo Íñigo Montoya, tú mataste a mi padre, prepárate a morir

Espero que todas las personas que leáis esta entrada hagáis lo mismo, porque es maravilloso sentirse hermanado por algo tan tonto y a la vez tan luminoso,  y porque racionalizar una historia no esta reñido con disfrutarla. Así que sed críticos cuando toca serlo, y luego gozad como gorrinillos en un charco con cada frase maravillosa, cada casualidad imposible, y cada personaje inverosímil

Y, sobre todo, sed precavidos, no juguéis con la muerte cuando haya cerca un siciliano, y nunca, nunca, nunca os embarquéis en una guerra de conquista en Asia.