miércoles, 27 de abril de 2011

CRÓNICA DEL MERCADILLO




Como ya comenté en una entrada anterior, M, mi chica, y su amiga C, tienen un pequeño negocio de complementos artesanales, 2d2, vía internet. Puede parecer un hobby como cualquier otro, pero ellas siempre hacen las cosas muy en serio, con las licencias pertinentes, su registro comercial, su marca, sus logos y mascotas (obra mía, dicho sea de paso, no es que dibujar hadas sea lo mío pero ¿como negarme ante unas caídas de ojos tan bonitas?)

El caso es que hace un tiempo se dijeron ¿Y si vamos a alguna feria y hacemos nuestros pinitos en la venta directa al público? Dicho y hecho, empezaron a planificar el asunto. Y hace cosa de un par de meses, nos pusieron al corriente del tema a mí y a F, el chico de C.

El tema de las ferias es complejo, ya que la mayoría se administran a través de alguna empresa organizadora que expide las licencias, lo que desde luego no resulta barato. Las chicas no querían dejarse una pasta desde el primer día, así que eligieron para estrenarse un pequeño mercadillo de artesanía en Navahermosa, Toledo, que no cobraba por la asistencia. La fecha elegida fue este puente de Semana Santa, para evitar problemas de agenda y tomarse las cosas con calma.

La calma era relativa, porque estos dos meses últimos han estado cargados de actividad. Primero, para poder presentar un buen repertorio: soy testigo de que las socias de 2d2 trabajan como hormiguitas y destilan creatividad por todos sus poros. M no ha parado salvo por dolor de manos, y no ha habido día que no me sorprendiera con nuevas ideas. Así a ratos sueltos, se han hecho un muestrario de casi 300 piezas chulísimas, cubriendo una amplia gama de posibilidades y precios.

Segundo, la logística. Hay que tener a punto una instalación decentita, la mesa-tenderete, una pequeña carpa con cortinas para estar cómodas, tarjetas, bolsitas, etiquetas... y organizar la estancia, que entre adultos y niños somos seis bocas para alimentar y seis culos que transportar y alojar. Pero con ganas todo va saliendo y el día 21, jueves, ultimamos los detalles y dejamos todo listo para irnos de feriantes.

El viernes nos pusimos en marcha tempranito, con un tiempo de perros que no nos ha dejado casi en ningún momento. Inevitable, son las cosas de la Semana Santa. Hora y media de viaje, algún pequeño despiste de ruta, pero llegamos a destino sin incidencias y la agradable visión de varios arco iris, uno de ellos doble.

El mercadillo se celebra una vez al mes en un camping de la sierra, y las jefas decidieron que lo más sencillo sería alojarnos allí. Dadas las fechas no pudimos alquilar un bungalow (estaban todos ocupados) pero pudimos acomodarnos en una roulotte escueta a la par que decentita. El camping lo llevan dos chicas la mar de agradables, Me y L, que nos dieron una agradable bienvenida y muchas facilidades. Debido al mal tiempo no iba a ser posible montar el mercadillo al aire libre, y como tampoco esperaban demasiada asistencia nos ofrecieron instalar las cosas en el edificio de la cafetería-comedor.

La mañana se nos fue entre descargar, organizar el campamento, enfundar a los niños en ropas impermeables, amenazarles de muerte como se les ocurriera volver a meterse en un barrizal (mira que les gusta el barro) y trasladar las cosas al edificio. Ellas se encargaron de colocar su exposición entre dos mesas y, sobre la hora de la comida, lo tenían todo listo.


 El tiempo por la tarde osciló entre abundantes lluvias y algunos claros escuetos, y la asistencia de público fue bastante escasa. Pese a ello, nuestras campeonas hicieron algunas ventas mientras nosotros nos llevábamos a los niños a dar una vuelta por los alrededores.

El sitio es, dicho sea de paso, una maravilla, una hondonada rodeada de bosques por todas partes, con varias crestas rocosas, cerquita del parque de Cabañeros. Mucho pino y encina, enebros, abundantes jarales. Muchísimas aves: rabilargos, mirlos, verdecillos, jilgueros, abubillas... Varias parejas de buitre leonado anidan en la cara sur de los roqueros, y pude verles varias veces, cogiendo las térmicas cada vez que el sol calentaba un poco.

La primera tarde se nos hizo un poco pesada por las lluvias y la escasa luz, sumada al cansancio del viaje. Ellas eran las que estaban en mejor forma, ya que, no nos engañemos, nos dan sopas con honda en cuanto a entusiasmo. Tuvimos alguna bronca con los enanos a la hora de acostar pero luego  pudimos por fin relajarnos un poco los cuatro alrededor de una bolsa de cacahueses y pistachos. Luego, a dormir, más o menos. Una pareja en el dormitorio, la otra en el comedor-cocina-salón. Descanso, pues escaso, no vamos a engañarnos, por las apreturas, pero algo se durmió.

La mañana amaneció de nuevo lluvioso, aunque fue mejorando un poco. Las chicas aprovecharon para recolocar algunas cosas, pero el público siguió siendo escaso ya que el sitio queda ligeramente apartado del pueblo y el tiempo no ayudaba. Aún así vino gente e incluso tuvimos nuestra primera clienta foránea: una mujer holandesa, muy interesada en las cosas que vio, aunque no pudo encontrar una pulsera adecuada para su muñeca. Echando mano de mi macarrónico inglés y el de F pudimos explicarle cómo trabajaban las chicas y cómo contactar con ellas a través de la red. Fue un rato muy divertido.

Tras un ameno mus, F y yo nos quedamos defendiendo el fuente mientras ellas estiraban las piernas, y hasta hicimos nuestra primera venta, lo que siempre es emocionante. Los chavales se dedicaron a zascandilear por el campo y pasar el rato con las dichosas maquinitas, única manera de tenerles entretenidos cuando la lluvia impedía la estancia en el exterior.

La segunda noche fue, más o menos, como la primera, con intercambio de plazas para dormir. Lo que me recuerda que en futuras experiencias debo incluir en el equipaje una colchoneta inchable, que uno ya no tiene años para dormir en el duro suelo. Pero estaba cansado y acabé doblando, pese a todo.

El domingo, por fin, amaneció un poco despejado, pero no aumentó demasiado el número de visitantes. M y C aprovecharon para recolocar algunas cosas, cubrir los huecos y sacar algunas piezas que no habían puesto el primer día. Vendieron algunas cosillas, ofertaron mis servicios como masajista a Me, que estaba bastante dolorida de cuello y, tras la comida y unos regalos que las chicas querían hacerle a Me, L y algunos de los otros feriantes, iniciamos la recogida.

Una vez que empezamos a plegar lució un sol espléndido que nos acompañó todo el camino, pero no nos hicimos mala sangre por eso, y volvimos de un humor excelente.

Resumamos la experiencia. Pese a la escasa asistencia, las chicas se bandearon bien e hicieron unas cuantas ventas. No como para amortizar la estancia (que tampoco era la previsión, esto era una prueba piloto) pero sí como para compensar el esfuerzo y animarlas a nuevas aventuras. Compraran o no, a la gente le ha gustado mucho su trabajo. Se lo han pasado en grande en contacto con el público, han aprendido bastante y han tomado nota de nuevas ideas y modos para la próxima vez. Y además hemos roto con el día a día, lo que siempre sienta bien.


La compañía ha sido agradable, tanto por parte de las chicas del camping como de los otros artesanos, que por cierto trabajan estupendamente la madera y el cuero. El viaje, sin ser corto, no fue fatigoso. El sitio, como ya he dicho, nos ha gustado mucho, hemos hecho amigos y todos, adultos y nanos, lo hemos pasado bien.

Conclusión final: positiva. ¿Volveremos? Pues sí, ellas están decididas a estrenar su carpa. caiga quien caiga, y aunque uno ya peina canas debo reconocer que a mí también me hace ilusión la idea. Así que en cuanto 2D2 recupere el aliento y coja fuerzas, el estado mayor empezará a preparar la siguiente expedición.

No saldremos de pobres pero oye ¿Y lo bien que lo pasamos?.

* A ver si las convenzo para que saquen una línea erótica, tengo muchas ganas de hacer las fotos para el muestrario, con ellas de modelo, of course.

lunes, 25 de abril de 2011

PEREZA Y PSEUDOCIENCIAS


Pensando en las pseudociencias y similares, comprendí ya hace tiempo que, hagamos lo que hagamos, van a estar muchos años entre nosotros. No porque ofrezcan algún atisbo de verosimilitud o eficacia, sino porque apelan a una de las lacras humanas más difíciles de erradicar: la pereza intelectual.

Antaño pecado capital, la pereza goza hoy de un notable prestigio. Éxitos como GoogleWikipedia, o los diversos iGadgets se basan en facilitar la vida a sus usuarios minimizando el esfuerzo mental requerido para su uso. No seré yo quien despotrique contra ellos, líbreme el monesvol: como ilustrador veterano he vivido la era pre-internet y soy muy consciente de las increíbles posibilidades que la red pone a mi disposición gracias a esas herramientas*. Pero la cuestión es que la pereza es un valor en alza.

Ahora bien, las pseudociencias se caracterizan, entre otras cosas, porque simplifican el trabajo intelectual hasta su mínima expresión. Entender cómo funcionan teorías sencillas, como la selección natural, o adquirir conocimientos básicos de Historia, por mencionar dos áreas del conocimiento al alcance de cualquier persona mínimamente capacitada, requieren al menos una cierta base intelectual, dedicación, comprensión lectora, espíritu crítico... pero ciertas características de las magufadas hacen que hasta el zoquete más limitado y holgazán está en condiciones de convertirse en un experto en apenas unos minutos y epatar a sus amigos con su erudición.

¿Qué características son esas? Citaré las más llamativas.

1. UNIVERSALIDAD

Un arqueólogo se ve obligado a plantearse un montón de preguntas cuando analiza los restos dejados por cualquier civilización desparecida. Los ufólogos no tienen ese problema: ¿Los moais de Pascua? ¡Extraterrestres! ¿Las pirámides de Egipto? ¡Extraterrestres! ¿Las líneas de Nazca? ¡Extraterrestres! ¿La iglesia de mi pueblo?¡Pues también extraterrestres! (como demostraré en una futura entrada).

Si hablamos de medicina, la cosa es aún más fácil. Un oncólogo requiere minuciosos análisis antes de determinar el tipo de tratamiento adecuado para cada una de las enfermedades tumorales. Un hidroterapauta no pierde su tiempo con menudencias como diagnósticos: ¡agüita de mar para todo, que es bien sana! Y no digamos los quiroprácticos: ¿Jaquecas, dispepsia, angustia, terrores nocturnos, asma...? Un buen estirón a la columna y ¡arreando!

El summun de la universalidad es la conspiranoia, porque ofrece la respuesta universal: cualquier prueba que demuestre que los humanos no volaban en pterosaurios, que la Atlántida sólo existió en la fantasía de Platón, que los humanos no descendemos de los delfines, que en Rokwell no se estrelló ninguna nave espacial o que la homeopatía vende azucarillos a precio de oro es una falacia urdida por ellos (el gobierno, los bancos, los masones, los illuminati, los hombres de negro, los pitufos...) y el que sostiene dichas pruebas es un vendido, un cómplice involuntario o un clon malvado. Fin del debate.

2. SOFISTICACIÓN

Otra cosa no, pero los alternativos gastan muchas palabras de las de a cien euros, y eso da mucha prestancia. Prueba a soltar en cualquier conversación términos como holístico, biosostenible, reduccionismo, bioenergético, prospectiva, semiótico, deconstructivo, postevolucionista...  Deberían vender una guía con los términos alternativos más usales y una breve introducción con los usos socialmente más favorables. ¡Sorprenda a sus amigos! ¡Conviértase en el alma de la fiesta! ¡Sea popular! Y si no recuerdas ningún palabro prometedor, invéntatelo ¿Qué mas da que no entiendas nada de lo que estás diciendo? Tus conocidos tampoco lo hacen, y tú quedas como un señor.

3. ESTABILIDAD

Una gran ventaja, sin duda, es que las pseudociencias no cambian. La medicina no deja de avanzar a medida que se aprende más sobre biología, genética, metabolismo... el darwinismo de síntesis no ha dejado de incorporar nuevos conocimientos y teorías, incluso la geología, aparentemente inamovible, puede cambiar sus paradigmas, como hizo con la tectónica de placas. Pero el psicoanálisis no ha modificado ni una coma desde que Freud soltó sus chorradas, la homeopatía sigue fielmente las directrices de su fundador, sin desviarse ni un sólo paso, más allá de reducir el número de sacudidas al frasco (se les cansaba el brazo y, claro, luego no te quedan fuerzas para hacerte pajas) y la acupuntura sigue usando los mismos mapas de alfilerazos desde hace muchos cienes y cienes de años. Y precisamente la acupuntura nos da paso a otra notable virtud de las pseudochorreces.

4. EXOTISMO

Porque da igual cuál sea la chorrada que quieras vender: lo primero es darle aires orientales. Los fanáticos de la magia, los ufos, la medicina alternativa, o el new age piensan de forma lineal: si es oriental, es BUEEEEEEENOOOOOO, si es occidental, es MAAAAALOOOOOO. Eso incluye a las culturas indígenas americanas, porque los mayas o los sioux están al oriente de oriente, lo que los hace aún más chupiguachis de la muerte. Pensemos en el Reiki: la imposición de manos era una práctica religiosa occidental, todavía viva en congregaciones como los adventistas y los evangelistas. Claro, eso no ayuda, porque suena mucho a misa occidental, pero si le cambiamos el nombre y fingimos que viene de China, voilá, ya tenemos otra pseudociencia vendible. Y dicho sea de paso, perfecta para perezosos, porque comparada con el Reiki, la acupuntura exige el ímprobo esfuerzo de cargar con las agujas.

5. TRADICIÓN

Eso sí, no vale con ser oriental, si así fuera todos los espiritistas usarían un mp3 sony para comunicarse con el más allá. No, además hay que estar avalado por siglos, o mejor milenios de antigüedad. Si los mayas anunciaron el fin del mundo, será que es cierto, no en vano eran señores muy añosos. Lo curioso es que hay otras personas que opinan que si la Biblia prohibió cosechar en las esquinas de los campos y vestir ropas mezclando lino y algodón, hay que apedrear a todo el que cometa esas atrocidades, porque la Biblia es antigua y hay que hacerla caso. Pero los alternativos parecen ser bastante puntillosos a la hora de evaluar cuál antigüedad es más adecuada, o será que la antigüedad judía es occidental, lo que nos devuelve al punto 4.

Excepto si hablamos del carro de fuego que arrebató a Elías o la Rueda de Dios, porque aquí la antigüedad de la Biblia la convierte en una prueba i-rre-fu-ta-ble de la existencia de OVNIS.

6. NATURAL

El santo grial particular de los ecomajaderos, pero también de todo tipo de freakies: Si es natural, es bueno. Rallar corteza de sauce es lo mejor del mundo para el dolor de cabeza, pero tomar una dosis de ácido acetil salicílico es un atentado contra el universo. Intentar explicarles que rallar sauce para aliviar el dolor de cabeza de 6000 millones de humanos acabaría con todos los sauces del mundo, no sirve de nada: se tapan las orejas y cantan lalalalalala eres unvendidoalasmultinacionalesynoteestoyoyendo lalalalalalalala. Otra cosa que no acaban de comprender es que la naturaleza es, principalmente, una gran cabrona. Lo natural es que de cada diez niños, nueve mueran antes de llegar a adultos. Lo natural es coger el cólera al beber agua. Lo natural es morir de malaria, porque los mosquitos son animalicos de lo más natural, como las garrapatas, los piojos, las tenias... lo natural es el hambre, porque los cereales o la soja son alimentos diseñados por el ser humano a lo largo de miles y miles de años de selección artificial, y no sobrevivirían más allá de una generación en la naturaleza, sin nuestros cuidados para reproducirse.

Seis premisas muy simples, pero son verdaderos ases en la manga. Coja cualquier absurdez y/omentira, pásela por el tamiz de las Seis, y ya puede montarse su propio chollete. Las brujas no eran nada fashion, viejas arrugadas y malolientes que echaban maldiciones, pero tenían el toque necesario de antigüedad. Le añadimos el aire naturalista, le pegamos a capón ritos místicos repletos de palabras ininteligibles, se le inventan lazos con la sabiduría de la India y el Tibet y como remate se descubren pruebas ocultas que demuestran que el secreto de la brujería pasa, inamovible, de madres a hijas desde hace miles de generaciones por todo el orbe. Voilá: ya tenemos la wicca, vayan pasando por caja, señores.

Da igual que razonemos pacientemente y aportemos todas las pruebas habidas y por haber. La pereza mental es una coraza impenetrable. Acostumbrémonos a la idea: las pseudociencias, los misticismos y las magufadas van a seguir aquí, porque son facilonas y no requieren esfuerzo alguno. Pensemos en los testigos de Jehová: su fundador C. T. Russell, anunció la Parusía y el Fin del Mundo para 1874, luego para 1914, después para 1918, más tarde para 1925 y finalmente para los años 40. Dado que estamos aquí, está claro que se equivocó, pero eso no parece importar demasiado a sus seguidores. ¿Porqué? Porque aceptar que lo que creen es erróneo requeriría pensar, y es más sencillo balar, seguir pastando y mirar para otro lado. Y eso hablando de algo tan aburrido y desustanciado como la fe de los Testigos ¿cómo vamos a esperar que alguien renuncie a ideas mucho más divertidas y exóticas, que ofrecen respuestas a prácticamente todas las preguntas imaginables?

Lincoln dijo que no es posible engañar a todo el mundo todo el tiempo, pero olvidó un detalle, y es que siempre podemos encontrar un cierto volumen de gente decidida a engañarse a sí misma de una u otra manera, por pura holgazanería. El espíritu crítico y el esfuerzo intelectual son armas muy poderosas contra la mentira, pero la pereza las anula por completo.

* Sí me permitiré despotricar contra Apple: a ver cuando los señores de Cupertino se dignan sacar un ordenador que además de hacer alegres cabriolas de colore sirva para hacer trabajo 3D de verdad. Las pijadas con manzanita son muy fashion, no lo pongo en duda, pero sucede que algunos curramos.