domingo, 30 de septiembre de 2012

Día Internacional de la Blasfemia


En esta señalada fecha no quiero dejar pasar la oportunidad de haceros saber que Dios es un señor bajito (1'51, lo de Altísimo es sólo cuando lleva tacón cubano), panzón (el sedentarismo pasa factura, está en todas partes no es una metáfora, es que está realmente muy gordo) y miope (por eso monta las masacres que monta, no puede apuntar bien así que tira a boleo, ya sea a sodomitas, gomorreos o soldados del faraón).

Ninguna de esas cosas serían un problema si no fuera porque además es un resentido. Se ve que en su cole le pegaban (bajito, gordo, gafotas...) y por eso acumuló un odio cerval por la humanidad. Como Bill Gates, pero sin dinero. Además no tiene abuela y, claro, cuando no hay nadie que te haga un buen plato de croquetas, la bilis se acumula sin cesar. Ah, y como no le gusta mirarse al espejo (es un acomplejado, por eso no quiere que le hagan retratos) su higiene deja mucho que desear. Por eso la palabra de Dios huele a mierda: sufre de halitosis.

Dicho sea de paso, tiene muy poco éxito con las mujeres. Ninguno, para ser exacto: el único polvo de su vida lo echó por delegación en una paloma, o algo así (tenía plumas, eso seguro) y su fan más íntima era una vieja albanesa más reseca que un bacalao y con tendencia al sadismo*. De ahí su aborrecimiento por el género femenino, y de paso por cualquiera que disfrute del sexo, bien en compañía, bien en modo de autoservicio**.

Aun así, sé que hay quienes necesitan llenar el vacío de sus mentes adorando a algún señor invisible, de otro modo podrían empezar a pensar que tendrían que sentirse responsables de sus propios actos, y eso es muy duro. Si ése es vuestro caso, yo os aconsejo que os busquéis uno más majo. 

Podría aconsejaros seguir a mi diosa helénica favorita, Afrodita callipigia (Afrodita del Culo al Aire, señora del retoce y la alegría con un punto de picardía) pero entiendo que pasar de rezarle a un barbudo casposo para rendir homenaje a la dama de las nalgas más bellas es un salto demasiado extremo, así que optaré por un dios masculino.
Mi propuesta es Hotei, dios de la felicidad en China y Japón. Al contrarió que Alah/Yahvé/Dios-para- los-amigos, Hotei fue real. Era un monje budista itinerante que tenía don de gentes. Como se llevaba bien con todo el mundo, solían regalarle cosas, y cuando consideraba que ya tenía suficientes, las metía en un saco y se acercaba al pueblo que le quedara más a mano. Una vez allí, organizaba una gran fiesta para todo el mundo, así que para los campesinos ver aparecer por el camino a Hotei, con su saco, pronto fue una señal de buena fortuna.

Era todo virtudes: tragaldabas, buen bebedor, amigo del baile, fumador de opio y aficionado a las mozas. Tras morir, su recuerdo, lejos de borrarse, fue pasando de boca en boca hasta convertirse en deidad, como encarnación feliz del Budda.

Hotei no hace milagros, no hay que rezarle nunca y no es necesario peregrinar de rodillas a ningún lado. Para seguir sus preceptos basta con reir, follar, amar, disfrutar y dejar que cada cual disfrute a su aire, sin juzgarle. No hay días sagrados ni preceptos inamovibles. Cualquier momento es bueno para relajarnos y dejar que la vida, simplemente, pase.

Bien fácil os lo pongo.

Pero vamos, que si os gustan los hombrecillos inexistentes, iracundos y rezumantes de rencor, sois muy libres de arrodillaros ante una sotana o un madero. Yo no os señalaré por ello, me limitaré a no imitaros y reir de cuando en cuando a vuestra salud, para que al menos alguien os recuerde con una sonrisa.
Y hablando de sonrisas, si pese a ser creyentes habéis logrado llegar hasta aquí sin sentir escandalo y  esbozando eso, una sonrisa, me consideraré afortunado, porque eso indica que aún no lo tenéis todo perdido.

Besos blasfemos y cariñosos para toda la gente sonriente.

* Alguien que niega analgésicos a un enfermo para que el dolor le acerque más a Jesús, por mucho que la disfracen de santa, es una vulgar sádica.

** Cosa rara porque Él bien que le da al manubrio, a ver de dónde pensáis que salía el maná.

jueves, 27 de septiembre de 2012

SUEÑO (II) Una mirada al absurdo


De lo comentado en mi primer texto sobre sueños, podríais deducir que mi mundo onírico consta de escenas extrañas pero profundas, repletas de significados múltiples y respuestas secretas a mis dudas diarias. 

Nada más lejos de la realidad: mis sueños están plagados de momentos sin sentido, caóticos o, como veréis a continuación, vodevilescos. Porque esta mañana, al despertar, tenía uno grabado con nitidez en mi mente. Y menudo sueño. 

Pongo a la Tetera por testiga de que lo que sigue es, punto por punto, mi sueño. Sin añadidos.

Me veo en mi casa, mejor dicho, nuestra casa, la vieja casa de mis padres en Madrid, en V de la S. Estoy en el baño grande, examinando la taza del WC, que tiene un atasco. No es tan raro, esa taza tuvo algún que otro atasco y me tocó resolverlos (nada grave, agua hirviendo y todo volvió a su ser)

No estoy solo: A está conmigo. Es una conocida que ha trabajado conmigo en algunos medios. No tenemos una relación muy estrecha, pero en general nos caemos bien. No es que sienta una especial atracción sexual hacia ella, pero el caso es que se me acerca por detrás y me mete la mano bajo la camiseta. Sorprendido, me vuelvo y me planta un beso.

Como digo, no es mi tipo, pero total, ya que estamos... así que paso del atasco, nos abrazamos y vamos al dormitorio grande. Ojo, tampoco es que ella esté devorada por la pasión, es más bien un por pasar el rato. La casa, hablando de todo un poco, está vacía. Y entonces recuerdo que no tengo que ir a comprar preservativos porque, por casualidad, llevo en la cartera uno de los que me dieron hace un par de meses en la sauna Premium....

...de acuerdo, sí, esa podría ser otra historia interesante, pero ahora no viene al caso. Lo que importa es que tengo preservativo y es de buena calidad.

Nos acomodamos, nos desnudamos, nos reímos, empezamos a meternos mano, lamemos con desparpajo ...

En ese momento a A se le cae un pezón. Así, sin más. Pero oye, ella no parece darle importancia, luego que no voy a dársela yo ¿no? así que me calzo mi chubasquero y nos ponemos a la faena.

Los soñadores veteranos saben que es raro soñar con un polvo sin interrupciones. Éste no es una excepción. Oigo como se abre la puerta de la casa y entran mis padres.

Y nuestro perro.

Y mis hermanas. Las dos. 

Con sus cinco hijos. 

Y dos amigos, uno de ellos MG con su chica,. Hace años que no nos vemos, pero joder ¿no podía elegir otro momento para venir a por tebeos? Porque vienen a por tebeos.

De alguna manera logro salir al balcón y vestirme antes de que entren ¿qué hace mi ropa en el balcón, a todo esto?

Ah, casi lo olvido, también llaman al telefonillo. Mi tía M, que insiste en que me ponga para contarme como le ha ido el verano.

Entonces compruebo que hice mal en desentenderme del WC. En el baño ha empezado una inundación. Pero no puedo atenderla porque todo el mundo, de pronto, confiesa que en realidad han venido a hacerme una pregunta:

¿Qué tipo de marisco se cría en los manglares de BanglaDesh? *

En ese momento suena el despertador. Son las 9. Me lleva unos minutos reacomodar mi cabeza porque tengo todo lo anterior ante mis ojos, en alegres colores, por cierto. Y mi coco está lleno de dudas.

¿Por qué aparece A en mis sueños? es la primera vez ¿y follando? ¡si no nos molamos! ¿Y porqué se le cae un pezón? (el derecho, por más señas) ¿Estaba mal sujeto?

Puedo entender que MG se pase a por tebeos, de hecho tengo algún mortadelo que me regaló él, pero no me suena que su chica fuera aficionada.

¿Y por qué mi tía M no ha subido con mis padres?

En fin, como podéis ver no puedo esperar de este sueño impactantes revelaciones sobre mi yo inconsciente. Hablando en plata, soy puta carne de Freud. Así que si la próxima vez que me veáis por la calle os cambiais de acera, lo entenderé.

Buenas noches y soñad con los angelitos. Yo, si puedo pedir, con rematar el polvo me daré por satisfecho, que no me gusta dejar las cosas sin acabar.

Dicho sea de paso, en los manglares de BanglaDesh, si mal no recuerdo, se crían langostinos. Con graves daños para el ecosistema, por cierto: el manglar está cada vez más deteriorado por la sobreexplotación.

A demain.

*Me juego una pierna a que esa pregunta se debe a una polémica sobre invertebrados que tengo con mi amiga R. Esta me la pagas, guapa.

miércoles, 12 de septiembre de 2012

¿POR QUÉ SOY ATEO? (II)


Ya he expuesto los motivos que pueden llevarte al agnosticismo. Pero yo no me describo como agnóstico, sino como ATEO.

¡Pero no puedes demostrar que Dios no existe!

He oído ese argumento mil veces, y me sigue pareciendo tan vacío ahora como la primera vez. Claro que puedo demostrarlo. Basta con demostrar que ese dios concreto es obra de los hombres, porque, por propia definición, un dios no puede ser una creación de sus seguidores. Y eso es fácil de hacer.

Yahvé, deidad de las tres grandes religiones monoteistas actuales. La evidencia de su existencia y, según los fanáticos, su grandeza, es la palabra revelada, es decir, el Libro. Pues si cogemos ese libro, sin más, no necesitamos mucho esfuerzo para entender que la palabra es falsa. Ni la Tierra tiene 4000 años, ni los humanos surgen de la nada, ni la Tierra es el centro del Universo, ni hubo un diluvio que  anegara el planeta por encima de las montañas, ni... es más, el texto, por si mismo, evidencia diversas etapas en su redacción y recopilación, y es posible seguir el origen de sus mitos y verificar que son préstamos relativamente modernos de religiones más antiguas y totalmente ajenas al dios de los judíos. Es decir, la Biblia es obra de los hombres, y ni siquiera es una obra demasiado sólida.

Podemos repetir el mismo proceso con cualquier deidad concreta, y llegamos al mismo punto: los dioses son obra de los hombres, ergo, son falsos. Del mismo modo que puedo afirmar que no existen Thor, Zeus o Anubis, puedo demostrar que no existen Aláh, Yahvé o Shiva

Bueno, pero es que los cristianos no creemos en el Dios del Antiguo Testamento sino en Jesus.

No, queridos, no. Sin el Dios bíblico, Jesús sólo es un hombre. Muy majete y buenrollista, pero sólo un hombre. Luego si el AT no es más que un montón de cuentos mal escritos, el cristianismo es un cascarón vacío.

Pero no puedes demostrar la inexistencia de una deidad no concreta, un poder benéfico del universo, una energía, un llámalo X, un algo...

Ahí os estaba esperando. Ese es el argumento más estúpido de todos. No, no puedo, porque no lo necesito. Para que la respuesta a una pregunta sea X, ésta debe ser igual de valida al menos que el resto de las respuestas posibles.

La reina Cretina de Grecia (perdón, Sofía de Grecia) dijo Se ha de enseñar religión en los colegios, al menos hasta cierta edad: los niños necesitan una explicación del origen del mundo y de la vida. No dudo que la necesiten, pero no necesito el concepto Dios para explicar esas cosas. El origen de la humanidad (y de las especies vivas modernas y extintas) se explica mediante la teoría de la selección natural. La inteligencia no requiere ninguna intervención milagrosa, sólo un crecimiento suficiente del cerebro y cientos de miles de años de evolución cultural. El origen de la vida se puede explicar mediante simple bioquímica. El de la Tierra es una cuestión de polvo estelar, masa y gravedad, y en cuanto al universo, los físicos han logrado llegar en sus cálculos al instante mismo de su inicio, hace 14000 millones de años. Sabemos qué ocasiona la luz. Sabemos qué son los colores. Estamos empezando a entender qué es la masa.

Nadie nace creyendo en Dios. NADIE.  La idea de Dios es inculcada en la mente de los niños por los adultos, igual que la de los Reyes Magos, Santa Claus o el Ratón Pérez. Luego bastaría con no hacerlo para que la religión se extinga como una vela, del mismo modo que si dejamos de hacer el paripé con los dientes y las almohadas el Ratón Pérez y el Hada de los Dientes se borraran de nuestra imaginación sin dejar rastro. Y ambas cosas sucederían en una única generación.

La explicación religiosa pudo tener sentido hace cientos de años, cuando no había otra. Pero hoy por hoy no es válida porque tenemos otras que sí lo son. Y, lo que es mejor, no es necesaria tragárselas ciegamente, porque podemos poner a prueba su validez. Y si nuevos datos reales invalidan una respuesta, a su vez el estudio de esos datos darán nuevas respuestas, del mismo modo que cada descubrimiento, en vez de fosilizarse y calcificarse como la religión, abre nuevas puertas y plantea nuevas preguntas que ni siquiera existirían si aceptáramos la validez de la respuesta Dios.

Todas y cada una de las explicaciones religiosas sobre el mundo han sido refutadas por la ciencia. Actualmente los teístas, los agnósticos perezosos y los fanáticos bíblicos se aferran no ya a sus creencias, sino a los puntos aún no explicados, en la idea de que si la ciencia no ha aclarado algún detalle de algo, por nimio que sea, ese detalle demostrará la existencia de Dios. Hace años presentaron ante un juez el flagelo de las bacterias como la prueba irreductible de la necesidad de un creador. Los científicos, en vez de aceptar ciegamente su explicación, se limitaron a explicar, paso por paso, cómo surge el flagelo bacteriano. Ahora dicen que no podemos saber que pasó antes del Big Bang luego tiene que haber un Dios. No sé si lo llegaremos a saber alguna vez, pero sí sé cómo no llegaremos a saberlo jamás: aceptando su respuesta y dejando de buscar la correcta.

La última trinchera de los religiosos es que el temor de Dios es necesario para sostener la moral y la honradez, pues sin su mirada amorosa (y la amenaza del sufrimiento eterno, ya de paso) el hombre cae en el barro. No voy a dar ejemplos de la moral y honradez de los ateos. Ni siquiera de la mía. Me basta con ser consciente de que hasta el siglo XIX no hubo ateos, luego todos y cada uno de los crímenes cometidos en los últimos cuatro milenios, desde el nacimiento de las civilizaciones hasta los comienzos del siglo XIX fueron cometidos por gente religiosa, que creía firmemente en un dios, o incluso en muchos, y los más atroces de esos crímenes contaron con el beneplácito (teórico) de esos dioses. Luego la idea de la deidad tampoco sirve de mucho como garante del bien.

Resumiendo, no necesito demostrar la inexistencia de llámalo X, porque no necesito a llámalo X para nada. No hay espacio para él: no explica nada, no aporta nada. Lo dijo Laplace, cuando Napoleón le preguntó porqué no nombraba a DIos al exponer su estudio sobre la gravedad y los movimeintos planetarios: Sire, nunca he necesitado esa hipótesis.

Nosotros tampoco la necesitamos. Y no necesitamos explicar algo innecesario. Si tu respuesta es Dios, tu pregunta simplemente está mal planteada.

Por eso soy ateo.

sábado, 1 de septiembre de 2012

¿POR QUÉ SOY ATEO? (I)

Bueno, por si alguien aún no se ha enterado (hay gente muy despistada en la red, y no descarto que aparezca alguna lectora* nueva que no haya navegado previamente en mi bitácora) haré una declaración: soy ateo. No agnóstico ni indiferente ni no practicante ni ninguna de las etiquetas comodas y políticamente correctas que te encuentras por ahí. Ateo. Rotunda, positiva, activa y enérgicamente ateo.

Puntualizaré el término activamente. No es que tenga previsto entrar en la Almudena con un Kalashnikov y abundante munición, disparando contra todo aquel que levante las manos al cielo y me diga ¡no me mate, por el amor de Dios! Ahí como mucho entraría con una bola de demolición, porque esa catedral es un engendro lamentable y un bombardeo con napalm me parece la mejor manera de mejorar su estética. Lo que quiero decir es que defiendo mi postura de forma activa y racional, colaboro en actividades a favor de la separación efectiva entre el estado y la religión y denuncio el abuso de poder y la perniciosa influencia de las religiones organizadas en nuestra sociedad.

El caso es que soy una persona muy dada a comerme el coco y ya hace tiempo que me dediqué a rememorar los pasos que me llevaron desde la fe aborregada del niño educado en el catolicismo al ateismo militante. Las visitas veteranas supondrán que no hay demasiado que especular al respecto: de niño los curas de mi colegio me educaron a fuerza de hostias ergo me volví ateo.

Deducción sencilla y elegante, pero falaz. Por un lado, aunque cobré lo mío y lo de mi primo, yo no me cuento entre los niños más apaleados de clase, ya que era un estudiante tirando a bueno. Por el otro, la bilis de un montón de frailes amargados te quita la fe en los frailes, no en Dios. Si no fuera así este país se habría llenado de ateos ya en el siglo de Oro, porque los curas llevan aplicando con saña lo de la letra con sangre entra desde hace cienes y cienes de años.

Mi primer paso hacia el ateismo fue el muermo. Porque en cuanto tuve un poco de raciocinio fui muy consciente de que las misas eran aburridísimas, y a medida que fui creciendo lo hizo el tedio. El mismo tedio que tenía, por cierto, uno de los curas que me confesaban, porque fuera cual fuese el volumen de pajas declaradas ante el confesionario, siempre me respondía mmmmrssszzzzzcincopadrenuestrosyunavemaríajjjzzzzzzzzzz... antes de seguir durmiendo. 

Vamos, que un día tuve que ser sincero conmigo mismo y aceptar que la religión es un peñazo. Pero de nuevo debo decir que eso no te lleva al ateismo, sino a las posturas antes citadas, las comodonas. Buena parte de la gente que se describe a sí misma como católica en las encuestas añade después la coletilla no practicante, lo que traducido al castellano crudo viene a significar para echar la siesta me tumbo tan ricamente en el sofá, no en un banco de misa, que están duros y el cura luego te mira mal y total por unos ronquiditos de nada.

¿Exagero? Visitad cualquier iglesia de pueblo (se supone que la fe es más profunda en el medio rural, siempre me he preguntado porqué**) durante la temporada lectiva de misas, esto es, fuera de las fiestas del santo patrono. Sólo veréis a una docena de viejecillas murmurando ycontuespíritu y desafinando el quealegríacuandomedijeeeeeeronnnnnnn. El resto del pueblo no pisa la iglesia más que cuando hay permiso para hacerlo borrachos.

La pereza es asimismo la responsable del agnosticismo, ya que el que se declara agnóstico en general quiere decir en realidad no me creo una mierda de lo que dicen las curas pero me da demasiada pereza pensar el porqué. Sumado, en ocasiones a esa manía de querer contentar a tirios y troyanos y que se traduce en memeces del tipo todas las creencias/ideas/costumbres son respetables (lo que es otro indicio de pereza, porque muchos de los que sueltan esa flor por la boca son incapaces de articular una sola idea correctamente razonada)

Por cierto, y al hilo del anterior párrafo, las creencias/ideas/costumbres no tienen porqué ser respetables, del mismo modo que no tienen porqué serlo las personas. Pasado el primer hola, el respeto hay que merecerlo. 

* Digo lectora porque llevo tiempo viendo que, salvo el día aquel de las pajas, la mayor parte de mi público es femenino
** Porqué se supone eso, no porqué es más profunda, ya que tengo muy claro que no lo es.