lunes, 6 de septiembre de 2021

JARRI POTTER (V) Vaya birria de mundo mágico


Como sabéis (y si no lo sabéis, no tenéis más que marcar la etiqueta "Potter") no soy precisamente un gran fan de la obra de la señora Rowling. En su momento disfruté mucho con La Piedra Filosofal pero a partir de ahí mi placer e interés fueron decayendo título tras título y sólo me llegué hasta el final por pura cabezonería. O quizás, confiando en que en algún momento la autora lograría levantar el listón.

Espolier: no lo levantó.

En cualquier caso, me he encontrado muchas veces con potterheads que defienden a capa y espada cada párrafo escrito por su ídola, y es muy divertido ver cómo a medida que señalas las muchas inconsistencias de la obra (empezando por los muy sospechosos criterios de selección del puto sombrero) van aferrándose como pueden a los restos, hasta que sólo les queda el argumento de en cualquier caso Rowling nos regaló un maravilloso mundo de fantasía en el que conviven la magia y la realidad.

Bueno, cómo decirlo suavemente... si los personajes de Jarri y sus amigos son de lo más plano (sobre todo a nivel de encefalograma, con las únicas excepciones de Hermione y Luna) lo de su mundo de ficción es para echarse a llorar. Si el WorldBuilding es el gran valor de esa saga, entonces estamos apañados.

El llamado Mundo Mágico en el que trasncurren la mayor parte de las historias de Jarri parece ser una especie de plano oculto a los muggles mediante una serie de hechizos barrera (como el que permite atravesar o bloquear el andén 9 y 3/4), es decir, hay una parte del mundo que sólo es accesible a los magos, y en la cual viven criaturas como centauros, gigantes, duendes, sirenas, unicornios... etc y en la cual la ciencia muggle no funciona.

Ese punto, por desgracia, chirría mucho. La ciencia no se basa en pronunciar hechizos ni hacer juegos de manos, sino en aplicar las leyes de la física (la química, en esencia, es una rama de la física, que me perdonen mis amigos químicos) así que, si la ciencia no funciona ahí, debería ser porque en ese mundo no se aplican las leyes de la física. Y sin embargo vemos que cosas como la gravedad sí parecen funcionar, luego se trata de un mundo newtoniano ¿no?

Pero vayamos al caso más evidente. Las armas de fuego no funcionan en el mundo mágico. Pues bien, las armas de fuego no son, insisto, artefactos mágicos, sino que funcionan, como su nombre indica, por la combustión de la pólvora. Que yo sepa, si tú le acercas una cerilla en el mundo mágico a un papel, arderá, luego la combustión sí existe. 

Vale, argumentemos que se trata de cerillas y papel mágicos y que en consecuencia arden mágicamente porque patatitas (mágicas) Pues aún así, sigue siendo necesario que en ese mundo haya combustión, porque la respiración, la humana, la animal e incluso la de las plantas, se basa en la combustión (la oxidación no es sino una combustión muy lenta, o, si lo preferís, la combustión es una oxidación acelerada) así que, o hasta la última alga unicelular requiere un hechizo mágico para existir, o ese plano está sujeto a las mismas leyes físicas que éste.

Luego pegarle un tiro a Voldemort sería tan fácil como apuntar y hacer pum y la única razón para no hacerlo, en realidad es la absoluta ignorancia en la que el gobierno (bastante despótico) de ese mundo mantiene a sus súbditos en un estado de absoluta ignorancia a fin de que sean dóciles y manipulables. Como prueba, no hay más que ver las asignaturas que se cursan en Joguarts, que podéis consultar aquí. Los niños no reciben ni una sola noción de matemáticas, física, economía, lengua... y salen de la escuela como perfectos analfabetos funcionales, incapaces de dedicarse a nada que requiera un mínimo conocimiento práctico.

Puede parecer que eso no es tan grave porque SABEN HACER MAGIA, OH, OH, OH. Pero si nos atenemos a lo que vemos del plano mágico, no es que eso sirva de gran cosa. Los más pudientes (familias de la casa Slytherim, en su mayoría) viven rodeados de lujo, no porque ellos hagan nada con su magia para obtener esos lujos, sino porque mantienen esclavizados a los miembros de una raza (los duendes) que se encargan de todo. De hecho, el colegio de Joguarts funciona de la misma forma, duendes esclavos cocinan, limpian, y reparan todo lo que se rompa. Así que nadie tiene que preocuparse de cosas tan mundanas como hacerse un bocadillo: chasqueas los dedos y ya se encargará alguien (o algo, que los duendes no son considerados como seres con derechos) de ponértelo en la mano.

Pero quien no tiene un duende mágico vestido con un harapo a su servicio (y esa es la mayoría de la población) vive literalmente EN LA MIERDA. Como los Weasley, cuya madre se tira trabajando de sol a sol para mantener la casa en pie sin que ni uno solo de sus numerosos hijos (salvo la niña OH SORPRESA*) o su maridito muevan jamás un dedo para ayudar en las tareas. De hecho, no se queja de que esa panda de holgazanes cojonazos ronden por ahí sin hacer nada, sino de no tener un duende esclavo.

Pero ¿cómo es posible que los magos sean pobres? ¡SON MAGOS! Pues porque la economía del Mundo Mágico es, en esencia, otra enorme MIERDA. Las únicas actividades económicas que vemos a lo largo de la serie son los bares, donde la gente bebe cerveza de mantequilla (PUAJ) las tiendas de varitas mágicas, cacharretes mágicos, libros mágicos, escobas mágicas, chuches mágicas** y objetos tenebrosos, cuya principal clientela parecen ser los estudiantes de Joguarts, y la organización de torneos de Quidditch, que moverá dinero con merchandising varios y kits de pelotas mágicas.

Y la tienda de artículos de broma de los gemelos Weasley, que sin duda es un importante motor de la economía mundomagical

Ah, y el banco, Gringotts, donde unos duendes bastante arrugados y con cara de caricaturas de judíos (¿antisemitismo en el mundo mágico? NO POR DIOS) almacenan oro a raudales. Y digo yo ¿PARA QUÉ COJONES LO ALMACENAN, SI NO HAY UNA ECONOMÍA MONETARIA?

Nadie se dedica a la agricultura, la ganadería o la pesca. No hay manufacturas, sólo algunas personas hacen artesanías***, como las varitas o la cerveza de mantequilla (PUAJ) y para lo demás, te buscas la vida o esclavizas duendes.

Y el detalle final que define la economía de ese mundo es la existencia de una monstruosa burocracia, cuya única justificación social (me parece) es la de tener a la gente ocupada rellenando papeles en vez de tirada por las calles preguntándose qué están haciendo con sus vidas. Pero ¿Cómo se sostiene ese behemot administrativo? porque aquí NADIE PAGA IMPUESTOS

Sorpresa, con el trabajo esclavo de los duendes

Luego la sociedad mágica, a nivel económico, es un sistema PARASITARIO, basado en la explotación de otra raza. Con la peculiaridad de que, si a esa raza le diera por decir A TOMAR POR CULO TODO, podrían comerse a los magos en un chasquear de dedos ya que, como se nos mostró en La Cámara Secreta, cuando Dobby coge al señor Malfloy y lo estampana contra el suelo y las paredes, mejor no meterte con un duende cabreado.

Y no es el único parasitismo del mundo mágico...

* Vease Jarri potter y el Armario sin Fondo, en esta misma serie de posts)

** Con escaso sentido del negocio, o sea ¿DE VERDAD LA GENTE MÁGICA ES TAN GILIPOLLAS DE COMPRAR CAREMELOS QUE PUEDEN SABER A MIERDA O PUS, POR LA EMOCIÓN DE QUE A LO MEJOR SÍ, A LO MEJOR NO?****

*** Y no demasiadas personas, porque parece que se valora mucho más la artesanía antigua: siempre tiene más poder una varita antigua que una moderna, como si se estuviera perdiendo el conocimiento de hacer esos artefactos

**** O quizás sí que entienden bien el negocio y la gente del mundo mágico sí es así de gilipollas, en cuyo caso retiro mis objeciones al negocio de las chuches

No hay comentarios:

Publicar un comentario