No quiero cerrar el tema de los insultos sin hacer mención a esas palabras repletas de sabor y tradición que han ido cayendo en el desuso y sólo son empleadas hoy en día por gentes lo bastante mayores como para haber crecido con ellas y personas con un gran conocimiento del idioma castellano y sus raíces. Algunas han sido reivindicadas en los últimos años por humoristas televisivos como los miembros de Oregón Televisión, Muchachada Nui o José Mota. Vaya desde aquí mi admiración y agradecimiento por esos profesionales que reivindican un humor mucho más allá de las risas enlatadas y el chiste facilón.
Se trata de expresiones populares con una gran riqueza sonora y visual, que en ocasiones sólo han sobrevivido en algunas comarcas de nuestra tierra, convirtiéndose en localismos. De ahí que la mayoría carezcan de equivalencias fuera de España, dada la imposibilidad de transcribir a otras lenguas su sonoridad y capacidad evocadora. Vamos a repasar una pequeña parte de este tesoro nacional, digna herencia de nuestros ancestros
MAJADERO es una de mis palabras favoritas. Deriva de la acción culinaria de majar, golpear repetidamente para machacar, como se hace con la mano del mortero, y es una ocurrencia muy feliz, pues el majadero une a su cortedad de luces la insistencia en la tontería, es decir, es el necio machacón. Se trata de un buen ejemplo de fuerza fonética, ya que la sucesión de vocales abiertas se refuerza con la dureza de la J, subrayando así el hartazgo que sentimos ante el que se hace merecedor del apelativo
SOPLAGAITAS es un sinónimo popular de estúpido. Llamamos así a los que creen estar demostrando sus dotes y habilidades sin comprender que se ponen en ridículo. El símil resultará evidente para cualquiera que haya escuchado tocar a un buen gaitero y sufrido después a algún aficionado bienintencionado pero incapaz.
Otra belleza de nuestro idioma es TUMBAOLLAS, con su sinónimo TRAGALDABAS. ¿Necesitan explicación estas maravillas?. Quédense los ascetas con sus raciones desangeladas: quienes pisamos firme sabemos que festejar es zampar y si la gula es pecado lo es por ser placer. Diganme tumbaollas, tragaldabas, arrebañapucheros o tripero, que no me avergonzarán porque, parafraseando a Sancho, al buen comer dicen José.
ZOTE es, sin duda, el término más sonoro y contundente para calificar al torpe de entendederas. Resulta una palabra especialmente sabrosa porque la apertura en Z se prodiga poco en nuestro idioma, pero abunda en palabras ofensivas, como ZOPENCO, que es casi un sinónimo de zote, pero mientras esta señala a los de comprensión lenta, aquella se ciñe a la persona de mollera pétrea.
Existen otros improperios azetados, como ZASCANDIL, persona ligera y enredadora, es decir, liante y culo de mal asiento, o la contundente palabra ZARRAPASTROSO que, según mi chica, se define sin necesidad de diccionario: basta con mirarme.
El personaje de El Cansino Histórico se ha hecho célebre por la retahila de insultos con la que reboza a sus víctimas, y entre ellos destacan dos con Z: ZAMARRO, bruto y tosco, y ZUMALLO, término de origen euskaldún, que define a aquel que canta sus virtudes sin poseerlas (por la zumalla, un simpático pájaro cantor).
De los otros (muchos) términos popularizados por el Cansino sólo destacaré PREGONADO, que gana fama sin mérito, y PUDRECOLCHONES, dicho del holgazán e inutil sin enmienda.
ATROPELLAPASTOS es otra expresión compuesta digna de elogio, que remite quizás al recuerdo del temido caballo de Atila. Y no en vano,pues el atropellapastos o atropellaplatos (versión más doméstica del primero) es aquel que siembra el caos por su torpeza y precipitación.
El CAGAMANDURRIAS es un personaje digno de nuestro desprecio, siendo el hombre (que no mujer) atildado y pagado de sí mismo, que presume sin gracia ninguna que le adorne. Su mejor sinónimo es un galicismo, PETIMETRE, conversión de petit mâitre, es decir, jefecillo, que se da aires sin tener autoridad. La palabra castellana es una acertada metáfora visual, ya que el señalado camina tan estirado como si llevara una mandurria o bandurria dentro del culo.
Finalmente destacaré dos simpáticos localismos, el aragonés DESUSTANCIADO y el manchego PAN SIN SAL, sinónimos para la persona aburrida, sosa y sin gracia, que pasa por la vida sin dejar tras de sí nada digno de recordar.
En fin, quedan en el tintero cientos, miles de expresiones populares repletas de dignidad y merecedoras de mejor suelte que el olvido y la extinción. Si recordáis alguna de especial significación para vosotros, usadla sin pudor y no dudéis en señalármela, ya que si reunimos suficientes propuestas podremos plantearnos una nueva entrega de ofensas populares.
A mi me gusta ABRAZAFAROLAS......
ResponderEliminarEn el foro de Historia Militar me han recomendado tuercebotas ¿cómo pudieron olvidárseme tuercebotas y abrazafarolas?. A la que reuna una docena más de joyas prepararé nueva entrada de tacos creativos
ResponderEliminarA mi me gusta también MERLUZO...es muy gráfico...
ResponderEliminarpero recuerda..OLIGOLÉRDICA EMPUTECIDA..debería estar....
Caerá, caerá, no la incluí en esta parte porque quería centrarme en los clásicos, pero en la próxima entra fijo
ResponderEliminarA mi me gusta la de azuzador, el que azuza, el que van montandola para que la gente se enfrente. Es que las dos zetas juntas...
ResponderEliminarY te has olvidado del clásico destripaterrones.
Y así de insulto para los pobres homosexuales eran soplanucas y mascaalmuhadas.
Nachop
Mi madre, que es de Linares -andaluza pasada por lo manchego- dice cosas como "huevo soso", sinónimo de "pan sin sal". También emplea "zamarro", pero en su caso quiere decir puta, igual que "pellejo".
ResponderEliminarMe gusta mucho "desgarramantas" (inútil, bueno para nada), cuyo origen desconozco.
Y por vía conyugal navarra, "destalentao".