Mujer iroqués

miércoles, 30 de diciembre de 2020

RECAPITULANDO pero sólo lo bueno


Termina por fin este año que nos ha dejado del revés y, bueno, creo que a modo de catarsis estaría bien hacer un repaso a los momentos buenos que he vivido. Que han estado ahí y me han dado fuerzas para seguir caminando.

No están todos los que son, ni están en orden cronológico, ni alfabético. Pero cada uno de ellos me ha dejado el corazón y las manos calientes, la sonrisa en la boca y, en ocasiones, los ojos brillando para bien.

La mayoría, como no podía ser de otro modo, no tienen tanto que ver con el qué, sino con el quién (y hoy no voy a poner iniciales, así que espero que nadie se sonroje ni se avergüence)

Como esa breve escapada que hicimos Marisol y yo a respirar olas y bufones, y a intentar que Blue no se metiera en los bufones.

O ese atardecer en una playa del Sur junto a Marisa, en silencio, porque hay momentos que no necesitan palabras.

Mis dos amores, las dos empiezan por Mar, las dos junto al mar (y el mar siempre es uno, lo de ponerle nombres es cosa nuestra y al agua le da lo mismo)

Un desayuno con Elisa a base de conversación, risas y ¿porridge? con la consistencia del uranio, que nos esperaban 15 km campo a través. Y las cervezas de después.

Nuestra hija y Susana tendiéndome una emboscada en Zoom para emocionarme y ponerme colorado el día de mi cumpleaños, y Cova riéndose de que fuera yo el colorado. Y Blue, en brazos de Marisol, preguntándose quién le decía cosas.

Un cumpleaños celebrado en vivo meses más tarde, y el instante Regalo Sorpresa más impactante EVER de la mano de Diana.

Flipando con los dibujos de Marisa.

Nuestro hijo Diego viendo enmarcado su retrato, y perdonándome con una sonrisa lo mucho que tardé en terminarlo.

Escuchar a las aves por las mañanas.

Vimes y yo dedicando una mañana a limpiar y ordenar. Hay tareas que se hacen mucho mejor cuando son por afecto.

Dinosaurios y otros animalillos.

Primera cita con Artizar. Menudos nervios que llevábamos. Y menuda noche.

Segunda conversación con Sam. Y todo lo que ha surgido a raíz de ahí.

Seta y Loreto patinando sobre hielo como dos campeonas.

Sesión de Shiatsu con Eva tras la cuarentena. Sintiendo la piel tan intensamente que acabamos como drogados. Y sincerarnos.

Una tarde, poco después, con su hijo, peloteando en el Retiro.

Y otra tarde de empaquetar libros, preparando vuestra mudanza.

Limpiarle el culo a Blue en una fuente antes de irnos Marisol y yo con él hacia la Plaza de Oriente.

Pedro informándome de cómo están su familia y él mismo.

Tarde-noche de risas y canciones en el Dinosaurio con Silvia y Laura.

Al cine con Diego, a ver JoJo Rabbit. Y de vuelta a casa comentando la peli, asombrados de lo que habíamos visto

Zafarrancho de pintura en casa.

Largas conversaciones con Raquel, hablando de mil cosas dispares.

Seta en su entrenamiento de portera haciendo un paradón y su madre y yo ovacionando. Y comerme las ganas de abrazarlas a ambas, ya habrá momento para ello.

Un audio de Victoria, hace apenas unos días 

Evi me presenta a sus Chan en un video.

La gatinieta haciendo la croqueta delante de mí y soltando miaus lastimeros, cada vez más apagados, para hacerme ver lo famélica que estaba, casi a punto de perecer de inanición. Qué buena actriz.

Pistachos.

Lagartos de Gila, hemipenes, y ya tenemos a una veterinaria colegiada. Y si pienso en estos últimos cinco años me voy a echar a llorar.

Diego diciéndome, tras recibir la nota de un examen, "meh... un ocho"

Noche Nowhere en el Retiro, con Alvar y María. La siguiente en Vallecas.

La caja con los ejemplares de mi cuarto libro. Y el olor del primero al abrirlo y enterrar la cara en él.

Mi ejemplar perdido del vol. 4 de The Dark Knight, apareciendo tras dos años en la limpieza de la biblioteca.

Susana con un palestino al cuello. Quién te ha visto y quién te ve. Y qué guapa estás, jodía.

La tarjeta de Marisa por mi cumple.

Una semana en el pueblo, con mi madre, tras meses de angustia.

Conversación con Sole mientras me lleva al pueblo.

Abrazar a mi prima Teresa y recordarnos ese Te Quiero.

Grabar Mi Familia y Otros Animales. Poniendo voces, OF COURSE.

El tebeo de la cuarentena de Laurielle.

Leticia dándome las gracias cuando vio el retrato de su abuela. Su gatita cebándose en mi brazo con sus uñitas como cuchillas.

Una comida en el Dino, y Ramón y Ana apareciendo sin esperarlo. Y Blue flipando y saltando.

Los Haikus de Eugenia y nuestra satisfacción al coger aire, aclarar la garganta y declamar, saboreando cada sílaba TE LO DIJE. Y no ha sido el único TE LO DIJE.

Preparar la primera imagen del Extra de criaturas prehistóricas y pensar VA A SALIR BIEN.

Una carrera junto a Carmen, ambos con mascarilla. Spoiler, se corre mal con mascarilla, sobre todo si te ríes mucho.

Loreto me manda un audio y me deja sonrijado. Y me pregunta por Seta. Y Seta me pregunta por Loreto. Y yo
💓💓💓
....

Y no, no ha sido un buen año. Y ojalá poder retroceder 12 meses en el tiempo y estar preparados para lo que se nos vino encima, pero no pienso dedicar mi tiempo a rememorar los momentos más difíciles salvo para recordar que no nos hemos quedado atrapados en ellos. 

Dentro de doce meses, seguro, tendré nuevos recuerdos bellos. Y los compartiré con vosotras. Y probablemente seréis parte de ellos.

Gracias por todos esos momentos

sábado, 12 de diciembre de 2020

EN NOMBRE DE FELISA


Poco antes de las  primeras elecciones generales, las de 1977, una familia del pueblo fue a hablar con mi padre. Le dijeron, Josela, esto lo hablaríamos con tu padre, pero ya no está entre nosotros y no sabemos qué hacer, por eso queremos consultarte.

Aclaración, durante la guerra civil mi abuelo, militar del bando sublevado, impidió que hubiera paseillos y venganzas cuando el frente llegó a su pueblo. Medio pueblo le debía literalmente la vida. Eso le dio una ¿autoridad moral? El caso es que la gente le consultaba las cosas.

Tras la muerte de mi abuelo, mi padre, que era el pequeño de 7 hermanos, heredó esa autoridad.

Mi padre tenía el Don: La gente se sentía bien hablando con él.  Sentían que podían confiar en él.

Hasta donde sé, nunca se sintieron defraudados.

Bien, pues mi padre les preguntó que qué sucedía, qué problema tenían.

Resulta que estaban alarmados porque su madre, a quien llamaré Felisa, les había dicho que iba a votar a los comunistas.

Era el año 77. Nadie sabía qué iba a pasar. Supongo que se asustaron.

Mi padre les dijo, vale, va a votar a los comunistas ¿y eso que más os da?

Mi padre era un hombre de derechas, y militar, y hubiera sentido náuseas de haber llegado a ver los comentarios de los mierdosos con galones que salieron hace unas semanas pidiendo un golpe de estado.

Le insistieron, por favor, si tú pudieras hablar con ella. Y él , pero ¿qué voy a hablar con ella? Es su derecho y es mayorcita para saber lo que quiere.

Pero al final, por lo mucho que insistieron, y para tranquilizarles, fue a hablar con Felisa.

Y allá que fue. Y, por lo que me contó, la conversación fue más o menos así. 

_ Felisa, perdone que la moleste, es que sus hijos me han insistido en que venga a hablar con usted, porque va a votar al partido comunista, y bueno, que estoy aquí por no decirles que no, pero que sepa usted que no veo cual es el problema, que es usted mayor y si va a votarles es su decisión y ya les he dicho que ni ellos ni yo tenemos nada que decir.

_ Ay, hijo, si es que están muy pesados, no te preocupes, ya se les pasará.

_ Pues nada, les dice que ya hemos hablado y así no insistirán.

Pero antes de irse, le dijo...

_ Por curiosidad, Felisa, sé que no es asunto mío pero ¿me podría decir porqué va a votar usted al PCE?

_ Claro, hijo, no pasa nada. Voy a votarles porque quieren traer el aborto.

_ Y a usted ¿eso qué más le da? 

Felisa tenia unos 75 años

_ A mí me da igual, pero las jóvenes tienen derecho a vivir su vida.

Cuando mi padre me contó esta historia, me hizo gracia. Luego sentí afecto, y ternura. Y respeto, un profundo respeto por esa mujer, casi analfabeta, y sin embargo capaz de expresar y defender su verdad.

Felisa no quería votar por ella. Quería hacerlo por las que vinieran detrás. 

Si Felisa estuviera hoy viva, mandaría un abrazo gigante y lleno de amor a las mujeres de Argentina. Pero ya no está con nosotros, así que, si me lo permitís, lo hare yo:

Buena suerte, amigas. Y cuidaos y quereos muchísimo.

En nombre de Felisa. Y de todas las Felisas


jueves, 3 de diciembre de 2020

DORAEMON NECESITA UN ABRAZO (o una eutanasia, para que no sufra más)


No recuerdo muy bien porqué, hace unas semanas volvió a hablarse de Doraemon en tuiter. O al menos en la diminuta fracción de tuiter por la que me muevo.

Como padre ya talludito, tuve que comerme años y años de ese anime, con el agravante de que a nuestro hijo le encantaban los largometrajes del personaje, que son, por increíble que parezca, unas mil veces peores que la serie. Así que me considero dotado de la suficiente autoridad para hacer esta afirmación:

LA VIDA DE DORAEMON ES UNA PESADILLA

La mayor parte de quienes leáis esto conocéis más o menos la línea argumental. Doraemon es un gatobot venido del futuro a casa de la familia Nobi, enviado al pasado por los tataranietos del protagonista, Nobita. Resulta que la vida de esos señores del futuro es una mierrrrrrrrrrrda, y descubren que todo viene de que su tatarabuelo era un cretino integral, tonto, vago y torpe, y la cagó tanto en su vida que sus descendientes aún pagan las consecuencias. Entonces, al encontrarse en un vertedero un gatobot cósmico desechado, se les ocurre un plan: repararlo y enviarlo al pasado con la misión de conseguir que el inútil de Nobita se convierta en un hombre trabajador y decente y así la familia sea próspera y todos vivan en la abundancia y la felicidad. 

La serie discurre más o menos siempre por estos rieles: en cada capítulo, Nobita descubre que su amigo Suneo (el hijo de los ricos del pueblo) tiene un juguete nuevo y carísimo, o Gigante (el matón del colegio) le pega, o el profesor le pone malas notas, o hay un examen, o Shizuka (su vecina) de la cual está enamorado, se ha enfadado con él. Entonces Doraemon se saca de su bolsillo interdimensional (que es algo así como el coño la Bernarda pero en cósmico) algún invento absurdo (por ejemplo, un destornillador) con un nombre de perogrullo (ésto es.... EL DESTORNILLADOR DE TORNILLOS) y en un principio el invento hace que Nobita se convierta en el chico más popular de la escuela o pueda pegar a Gigante o que Shizuka le mire con ojos admirados, pero como es un tuercebotas al final la caga y se lleva una paliza/reprimenda/castigo. 

Vale, me diréis, es cierto que el trabajo de Doraemon es duro, o sea, tiene que hacer que semejante tontolhaba se convierta en un adulto funcional. Pero bueno, no es para tanto ¿no? Doraemon tiene recursos para ello. Y os estáis equivocando, porque su misión no es exactamente esa. Y eso se debe a que no conocéis el inicio de la serie.

Resulta que Doraemon, sobre todo, debe conseguir que Nobita se case con Shizuka. De hecho se menciona varias veces en la serie que eso sucederá en el futuro, luego parece que el trabajo de Doraemon es evitar que Nobita estropee algo que tiene que pasar para que sus tataranietos existan. PUES NO ES ASÍ.

Nobita, en el futuro, no se casó con Shizuka, sino con Jaiko, la hermana de Gigante. Pero como la familia de Jaiko es pobre y ella no es muy atractiva, los tataranietos se han dicho, que se case con Shizuka, que es guapa y tiene pasta, y así todo será perfecto y nosotros seremos guapos y ricos. Y es cuando comprendes porqué Doraemon tiene por delante una tarea imposible: nunca logrará que Nobita sea un hombre de pro, porque su estupidez se debe a taras genéticas graves y hederitarias. Y la prueba es que sus tataranietos son EXACTAMENTE IGUAL DE CRETINOS QUE SU TATARABUELO.

Pero vamos a ver, mamelucos, tontos de la baba, peinaovejas, SI VUESTRO TATARABUELO NO SE CASA CON VUESTRA TATARABUELA VOSOTROS NO VAIS A NACER. Si el plan era ser borrados de la existencia, PEGAOS UN TIRO Y DEJAD EN PAZ AL POBRE DORAEMON.

¿Pensáis que exagero con lo de la genética?  Nobita es un vago de siete suelas, pero sus descendientes han tenido cuatro, CUATRO generaciones para prosperar, y esos pudrecolchones no se plantean, vamos a esforzarnos para intentar encontrar un trabajo decente, o educar mejor a nuestros hijos, no, sólo quieren que su tatarabuelo haga pasta para heredarla, y que su tatarabuela sea guapa para serlo ellos porque los descendientes de Shizuka son muy guapos.

La misión de Doraemon es perpetuar una estirpe de subhumanos. Peor aún, una ralea de miserables, porque no sólo se trata de arreglarle la vida a Nobita, ADEMÁS HAY QUE JODÉRSELA A SHIZUKA. 

En el futuro, Shizuka, que se pasa el día aguantando el acoso de Nobita, acaba casándose con Dekigushu, el chaval más brillante, decente, educado, limpio y guapo de la ciudad (y el único que no abusa de Nobita), para vivir una vida próspera y llena de felicidad. Y ESOS GANAPANES QUIEREN QUE SE LA FOLLE EL BABOSO DE NOBITA. Pero ¿Qué os ha hecho la pobre chica?

Hay quien acusa a Shizuka de ser una calientapollas, porque se pasa el día bañándose mientras Nobita (y en ocasiones alguno de los otros dos innormales) la espía por la ventana del baño. A eso debo decir que A: el depravado es Nobita, ella no sale a bañarse a la calle, lo hace en su casa y B:dado que probablemente ese montón de escapaos del cotolengo deben cubrirla de salivillas cada vez que le dirijan la palabra es normal que la pobre se pase el día en remojo. Y seguramente se dará con un guante de crin para dejar de sentirse sucia, teniendo en cuenta como la mira ese voyeur pajillero y preadolescente que seguro que le roba las bragas de la cesta de la colada para olisquearlas.

Volviendo al tema genético, el problema viene de antiguo, ya que en diversas ocasiones Doraemon viaja al pasado, donde podemos ver que el padre de Nobita era, de niño, igual de retrobobo que su hijo, y en su vida como adulto es un pobre pringado del que abusa todo el mundo. 

Si me apuráis, es posible que todo se deba a un exceso de matrimonios consanguíneos en la región. Los habitantes de esa ciudad llevan demasiado tiempo follisqueando entre primos hermanos y eso, lógicamente, ha hecho que se multipliquen las taras. Los padres de Nobita tienen un aire de familia muy intenso (ella no parece idiota, probablemente las taras estén asociadas al cromosoma Y)  y ahí tenemos a Suneo, cuyos progenitores claramente tuvieron que pedir dispensa papal para casarse (o dispensa imperial, si era HiroHito quien gestionaba eso en los 60)

También es posible que el problema sea algún depósito de residuos tóxicos que ha vertido al agua potable, porque si no no se explica porqué todos se sorprenden cuando Nobita resulta tener increíbles aptitudes deportivas, o saca unas notazas increíbles, o se vuelve un consumado artista, y de pronto sufren una desilusión porque era cosa de Doraemon. A ver, turba de meningíticos TIENE UN GATO CÓSMICO, LO SABÉIS DE SOBRA ¿DE QUÉ FLIPÁIS?

He dicho que la madre de Nobita parece algo más espabilada que su marido e hijo, pero no lo es tanto. O sea, señora, tiene usted un gato cósmico todopoderoso en casa ¿Y NUNCA LE HA SACADO PROVECHO? Que no digo la dominación mundial, pero sólo patentando el gorrocóptero podría usted vivir nadando en una piscina de yenes el resto de sus días. A eso la serie argumenta, es que Doraemon no debe alterar el pasado.

Is qui diriimin ni dibi iltirir il pisidi

Será que joderle la vida a Shizuka no es cambiar el pasado.

En fin, poco más puedo decir. Siempre se ha dicho que hay un capítulo final nunca emitido en el que te explican que todo es una alucinación, que Nobita está en coma y todo sucede en su cabeza. Y la gente dice, qué mierda de final. Pero a mí me parece un final coherente. Lo que pasa es que no han explicado el resto del capítulo, que empezó como siempre, con Nobita entrando llorando a su habitación...

_ ¡Doraaaaaaaaaaaaaemon, soy muy desgraciado! ¡la madre de Shizuka ha puesto un candado reforzado en su casa y ya no puedo entrar a robarle bragas! ¡HAZ ALGO!
_
(suspira profundamente) De acuerdo, a ver si lo tengo por aquí... (hurga en el bolsillo)... éste eeees.... ¡EL BATE DE BEISBOL!
_ ¿Y eso solucionará mi problema?
_ NO: SOLUCIONARÁ EL MÍO
(imagen de la fachada de casa de los Nobi) (se oyen gritos y golpes) (la sangre salpica la ventana por dentro)

Y, como de acuerdo a las leyes de Asimov, Doraemon no puede matar* a Nobita, pero lo ha dejado en coma, TODO ACABA BIEN:  Shizuka se libra de su acosador, Jaiko podrá vivir una vida plena como exitosa dibujante de manga** y Doraemon podrá disfrutar lo que le quede de existencia dándose a las drogas, la fiesta y los dorayakis, sabiendo que ha librado a la humanidad de una puta plaga y el futuro será mejor con los genes de Nobita fuera de la ecuación.

JAPI END



* La Primera Ley dice que un robot no puede consentir que un humano sufra daño, pero como Nobita, de puro idiota, sólo es vagamente humano, el uso creativo de los bates de beisbol cae en un vacío legal.

** Su talento como dibujante se menciona en varias ocasiones, luego si no destacó debió ser porque Nobita logró hundirle la autoestima y nunca se atrevió a mandar su trabajo a las editoriales.