Mujer iroqués

sábado, 11 de abril de 2020

SOBRE GITANOS, MURCIANOS Y LA SEMANA SANTA ANDALUZA (I)


Hace mucho que no escribo en el blog. Y hace mucho más que no escribo sobre religión. Pero esta extraña Semana Santa, caracterizada por la ausencia de procesiones, me ha hecho pensar un poco sobre dos hechos aparentemente inconexos.

En Aegypto, de John Crownley, se plantean dos preguntas: ¿Porqué en el dolar hay una pirámide? y ¿porqué se creía que los gitanos eran magos y brujos?

La pirámide del dolar representa al Gran Sello de los Estados Unidos, y es un símbolo masón, elegido por los Padres Fundadores, que eran masones. Cuando los masones adoptaron el símbolo de la pirámide se proclamaron herederos de la sabiduría secreta y milenaria de Egipto, recibida a través de los textos de Hermes Trismegisto. Éstos, en realidad fueron redactados hacia el siglo II y no tienen ninguna relación con el antiguo Egipto, pero la atribución se mantuvo y prosperó en la Edad Media, ya que todo el mundo sabía que era la más antigua de las civilizaciones, y que sus textos estaban llenos de secretos, dado que era imposible leerlos (hacía siglos que se había perdido el conocimiento de los jeroglíficos) Cuando apareció la masonería, se creó el mito de la sabiduría perdida de los atlantes, transmitida a los egipcios y por estos a los constructores del templo de Salomón que a través de la orden del Temple... (aquí sigue la inacabable colección de paridas sobre las que se sustenta el supuesto legado de masones, rosacruces y similares)

En cuanto a los gitanos, se les creía dotados de misteriosos poderes porque, cuando llegaron a Europa, parecían extraños a ojos de sus habitantes: tenían costumbres nómadas, relaciones de tipo tribal, una lengua ajena al griego y al latín, ropas peculiares y unas características étnicas exóticas para los europeos (piel bronceada, cabellos y ojos oscuros, facciones sensuales). La explicación que se dio fue que gentes tan misteriosas debían venir del misterioso Egipto*.

Por eso se les llamó en España
egitanos (egipcios, ya que Egipto se escribía Egito en el S. SV) que luego derivaría en gitano, y en Inglaterra Egyptians que se convirtió en Gypsy (sí, ambos términos derivan de la misma palabra) Y, puesto que eran egipcios, debían tener poderes y conocimientos secretos.

Así que en el dólar hay una pirámide, y los gitanos eran acusados de practicar la brujería, porque hasta el S. XIX (y a veces, todavía) todo el mundo
sabía que los antiguos egipcios tenían conocimientos y poderes misteriosos**.

Bien, pues en estos días, normalmente, la televisión estaría repleta de imágenes de las procesiones de la Semana Santa, con especial hincapié en las procesiones andaluzas y, por encima de todas, de la Semana Santa Sevillana. Y veríamos a todas horas a las gentes de Sevilla chillando con histerismo, azotándose hasta el éxtasis, deshaciéndose en lágrimas copiosas, gritando piropos atronadores a sus vírgenes, llegando a las manos cada vez que una cofradía chocase con el recorrido de otra, y por supuesto defendiendo que SÚ CRISTO (o virgen, o santo...) no tiene por qué ceder el paso a otro de inferior categoría. Y, en caso de semana santa lluviosa, imágenes de cofrades llorando desesperados por no poder sacar sus pasos y proclamando entre hipidos que llevan todo el año preparándose para ese momento.

Podemos ver escenas similares o incluso de mayor nivel histérico en los festejos del Rocío, con ese asalto multitudinario a la reja que hace parecer las vueltas a la Kaaba en La Meca una tranquila excursión campestre. Y, si nos damos un paseo por las iglesias y catedrales andaluces, saldremos mareados de la cantidad de santos, ángeles, custodias, ornamentos, tapices y dorados que las recubren.

La religiosidad de los andaluces, a ojos de una persona crecida en, pongamos, Valladolid o Huesca, parece totalmente fuera de proporción. Y esas son tierras con profundas raíces culturales cristianas, pero las celebraciones como la Semana Santa se viven con bastante austeridad, y los templos, incluso las grandes catedrales góticas, resultan sobrias por comparación con sus recargadas homólogas al sur de Despeñaperros. Eso nos lleva a preguntarnos ¿porqué? ¿Qué pasa en Andalucía para que allí la religión se viva tan, tan exageradamente?

Pues por la misma razón por la que todo el mundo considera que los murcianos son brutos, cerriles, semianalfabetos y de poca confianza, y que su habla es una lengua de catetos e ignorantes. Sin embargo cualquiera que viva o visite Murcia no verá ningún signo de especial debilidad mental entre sus pobladores, ni costumbres bárbaras o arcaizantes así que ¿porqué se piensa que los murcianos son idiotas?

La respuesta, mañana. Qu
e ya es tarde y me voy a la cama

* En realidad el pueblo romaní viene de Asia, probablemente de la península del Indostán, y no tienen ninguna relación con Egipto

** Cuando Champollion descifró los jeroglíficos y se leyeron por fin papiros y grabados en piedra pudo verse que la cultura egipcia era vital, alegre, y su religión estaba muy alejada de misterios esotéricos y conocimientos ocultos. Pero a día de hoy la leyenda de la sabiduría secreta de la Atlántida y Egipto sigue circulando entre los fanáticos de la conspiración y el ocultismo, adaptada a los tiempos modernos con la inclusión de extraterrestres


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