Hay dibujantes buenos, algunos muy buenos, incluso, que te hacen sentir rabia, porque sabes que, hagas lo que hagas, nunca lograrás igualarles.
Y están los titanes, frente a los que no hay envidia posible. No puedes envidiar a las montañas ni a las mareas. Sólo pasmarte ante ellas, admirarlas en silencio y, si acaso, aprender con humildad.
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Comix publicó algunas otras historias de Breccia, y algunos textos que me dieron pistas sobre lo que podía ir buscando. También compré un album recopilatorio con El Eternauta y una serie de historias cortas, así que ya tenía claro que ese dibujante había tenido una evolución gráfica increíble.
El boom de los magazines de comic estaba ya a punto de extinguirse, pero pude hacerme con varias colecciones completas, y entre ellas había unas revistas publicadas por dibujantes españoles, en plan autoedición, Rambla y su filial, Rambla quincenal. En esa última me encontré, asombrado, con Mort Cinder, de Breccia y Oesterheld. Poco después, mis amigos me regalaron, por mi cumpleaños, Los Mitos de Cthulhu, con guión de Buscaglia, y en años sucesivos me fui haciendo con todo lo que cayó en mis manos. Y fue mucho.
Es dificil describir a Breccia. Lo más antiguo que he visto suyo fue Vito Nervo, de primeros de los 50. El dibujo es muy bueno, sobrio, trazos duros y directos, expresionista, muy eficaz (los guiones de L. Wadel, por el contrario, son espantosos).
El boom de los magazines de comic estaba ya a punto de extinguirse, pero pude hacerme con varias colecciones completas, y entre ellas había unas revistas publicadas por dibujantes españoles, en plan autoedición, Rambla y su filial, Rambla quincenal. En esa última me encontré, asombrado, con Mort Cinder, de Breccia y Oesterheld. Poco después, mis amigos me regalaron, por mi cumpleaños, Los Mitos de Cthulhu, con guión de Buscaglia, y en años sucesivos me fui haciendo con todo lo que cayó en mis manos. Y fue mucho.
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Y de pronto llega Sherlock Time, de la mano de Oesterheld**,
probablemente el mejor narrador (que no guionista, sus guiones eran todo un desafío para los dibujantes, y pocos, aparte de Breccia y Solano López, supieron enterpretarle) que jamás ha escrito para los tebeos en castellano, o en el mundo. Es una obra atípica, con argumentos de tipo fantacientífico pero estilo puramente gótico. El dibujo
de Breccia evoluciona, las sombras se intensifican, las formas
se endurecen, los rostros ganan expresividad. El equipo repite en Ernie Pike, y el resultado es excelente, pero nada parece anticipar lo que vendrá después
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Al dibujar Mort Cinder, Breccia deja atrás el dibujo: los rostros son esculturas. El de Ezra (¿el suyo propio?) se modela a fuerza de arrugas, el de Mort está tallado a cuchilladas, tajo a tajo
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Con Carlos Trillo, Breccia inicia una colaboración tan fructífera como la de Oesterheld. En El Viajero de Gris
su estilo cambia vertiginosamente de una historia a otra, y en sólo
seis relatos el trazo empieza a apoyarse en grises
fluidos, casi plásticos. En todas sus dibujos vemos dolor, pero, sobre todo, melancolía. Breccia no es un hombre que dibuje alegre, su obra, incluso cuando la llena de luz, parece rodeada de lluvia
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El Buscavidas sigue ahondando en la pobreza, rozando la tentación del realismo mágico, pero, afortunadamente, negándose a caer en él. Y antes de que podamos recuperar el aliento, La Gallina Degollada es un golpetazo tan brusco que casi no se puede creer que sea del mismo autor. Pinceladas gruesas y duras que, más que manchar el papel, lo rajan*****, y un argumento con apenas tres o cuatro palabras, que atraviesa nuestro pecho. Breccia ha alcanzado aquí, y en El Corazón Delator, tal economía de medios que puede usar la misma imagen, una y otra vez, para narrar sin perder ni un ápice de fuerza.
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Un blanco y negro tan denso como la noche da paso a un color igual de deslumbrante en su oscuridad. Es Drácula, Dracul.. Vlad, Bah!, esta vez con guion propio, sin palabras y, más sorprendente aún, con humor. Aun más deslumbrante es su trabajo sobre los cuentos clásicos, donde, en vez de pintar, recorta retales de telas para componer historias, aparentemente infantiles, y escalofriantes en su crudeza sin concesiones.
El color le acompañará en sus últimos años. Breccia envejece pero no su arte ni su afán de experimentar. Su Lope de Aguirre es, junto al de su hijo****** lo único digno del desastre editorial organizado para los eventos del Quinto Centenario.
En 1992, Breccia se encontró con Will Eisner. Ya se conocían de vista, pero alguien tuvo la amabilidad de presentarlos y ofrecerles un intérprete. Pasaron unas horas juntos, hablando de... no lo sabemos, nadie quiso incomodarlos con una grabadora. Es mejor así: eran los últimos gigantes y se han ganado, sobradamente, nuestra admiración y respeto. Y eso incluye el respeto por su intimidad o su silencio.
O su tristeza
* El título real es El Viajero de Gris
**No me atrevo a hablar de Oesterheld, todo lo que os dijera se quedaría corto. Si queréis saber de él, escuchad el 28ª programa de Charrando de Tebeos
*** Breccia opinaba que era lo único bueno que había hecho jamás. QUizás porque esa historia está asociada a uno de los momentos más duros de su vida, la dolorosa agonía y muerte de su mujer.
**** En España esa historieta se ha editado mal SIEMPRE, ya que siempre se publican las páginas 3 y 4 en orden inverso ¿cómo es posible que nadie se haya molestado en corregirlo?
***** De hecho, a veces Breccia dibuja con cuchilla, raspando sus líneas sobre la tinta para hacer brotar el blanco del papel
****** Los tres hijos de Breccia son dibujantes, todos buenos, pero Enrique es verdaderamente genial.
**** En España esa historieta se ha editado mal SIEMPRE, ya que siempre se publican las páginas 3 y 4 en orden inverso ¿cómo es posible que nadie se haya molestado en corregirlo?
***** De hecho, a veces Breccia dibuja con cuchilla, raspando sus líneas sobre la tinta para hacer brotar el blanco del papel
****** Los tres hijos de Breccia son dibujantes, todos buenos, pero Enrique es verdaderamente genial.