Mujer iroqués

miércoles, 25 de noviembre de 2020

DIARIOS DEL PERRO Y DEL GATO


Demasiado tiempo sin escribir, me temo. Tres meses sin pasarme por Episcophagus, lo que supone el periodo más largo que he pasado sin actualizar desde que empecé este viaje.

Ya supondréis que la razón tiene que ver con la situación que nos rodea. En estos meses, en los que casi cada mañana nos levantábamos con noticias cambiantes, normas absurdas reemplazando a normas aún más absurdas, declaraciones surrealistas y, en resumen, incertidumbre, me ha costado mucho mantener el ánimo para todo lo que no fuera mantenerme en marcha en el día a día, y no me quedaban cucharas para dedicarlas a escribir.

Pero ahora que tengo que ponerme a teclear sí o sí, porque he empezado a redactar el que será el cuarto volumen de Detrás del Mito...

Compraaaad, compraaaad mis hermoooosos jabalíiiies

... (perdón por el espacio publicitario, pero entiendan que tengo que comer todos los días) espero poder dedicar un poco de tiempo a atender la bitácora.

Tengo en cartera algunas entradas para publicar de aquí a fin de año, pero esta noche me apetece hacer un poco de arqueología. Hace ya unos cuantos años, me encontré un texto en la red, bastante divertido, que retrataba el modo de ser de nuestros amigos peludines más queridos, y me animé a traducirlo (el original era inglés) y adaptarlo. El caso es que pensé que lo había perdido cuando, en una rotura de disco duro, descubrí que había sacado copias de seguridad de mi trabajo pero no de todos mis archivos personales. Sin embargo, hace una semana encontré el texto más o menos completo haciendo una limpieza de viejos archivos y no me resisto a dar voz, en esta su (no muy) santa bitácora, a nuestros cuadrúpedos más familiares.

Con todos ustedes, los diarios.

DIARIO DEL PERRO

8:00 ¡Mi comedero está lleno! ¡LO MEJOR DEL MUNDO! ¡GUAU GUAU!
9:30 ¡subimos al coche! ¡LO MEJOR DEL MUNDO! ¡GUAU GUAU! 
9:40 ¡correr por el parque! ¡LO MEJOR DEL MUNDO! ¡GUAU GUAU!
10:00 ¡beber de la fuente! ¡LO MEJOR DEL MUNDO! ¡GUAU,GUAU! 
10:30 ¡juguete con pito! ¡LO MEJOR DEL MUNDO! ¡GUAU GUAU! 
12:30 ¡galletas de hueso! ¡LO MEJOR DEL MUNDO! ¡GUAU GUAU! 
13:00 ¡paseo por la acera! ¡LO MEJOR DEL MUNDO! ¡GUAU GUAU! 
15:00 ¡perseguir mi cola! ¡LO MEJOR DEL MUNDO! ¡GUAU GUAU! 
17:00 ¡la merienda! ¡LO MEJOR DEL MUNDO! ¡GUAU GUAU! 
19:00 ¡me lanzan la pelota! ¡LO MEJOR DEL MUNDO! ¡GUAU GUAU! 
20:00 ¡en el sofa! ¡LO MEJOR DEL MUNDO! ¡GUAU GUAU! 
23:00 ¡mi mantita! ¡LO MEJOR DEL MUNDO! ¡GUAU GUAzzzzzzzzzzz

DIARIO DEL GATO

Día 983 de mi cautiverio. Mis secuestradores continúan atormentándome con ese atroz objeto danzarín y amenazante que intento apartar de mí a zarpazos. Luego se sientan a comer carne fresca mientras que a mí me echan esa bazofia que sólo puede describirse como excrementos secos y apelotillados. Les he dejado muy claro lo que pienso de esa asquerosidad pero al final he comido algo, necesito conservar mis fuerzas por si, de repente, hay una oportunidad.

Mi sueño de alcanzar la libertad es lo único que me mantiene cuerdo. Procuro mostrarles que mi espíritu de resistencia sigue intacto, vomitando aparatosamente en la alfombra. Hoy, además, he descuartizado un ratón y he arrojado su cuerpo sangrante, aún palpitante, a sus pies, para que el temor atenace sus corazones. Sin embargo, sólo han hecho comentarios condescendientes como "buen gatito" mientras palmeaban mi cabeza ¡MALDITOS BASTARDOS!

Ha habido una especie de reunión esta noche. Me encerraron en una habitación mientras otros humanos entraban en la casa, pero pude escuchar parte de la conversación. Al parecer algunos sufren algo denominado "alergia". Debo intentar averiguar todo lo posible al respecto, tal vez ahí esté la ventaja que llevo esperando tanto tiempo

Hoy casi logré eliminar al que había quedado de guardia: me enredé en sus pies y estuve a punto de hacerle caer escaleras abajo. Por desgracia fracasé, y sufrí represalias con el periódico enrollado. Es igual, cuando me recupere, lo volveré a intentar, pero esta vez esperaré a que las luces estén apagadas.

El perro recibe privilegios especiales: le dejan salir al jardín, sin vigilancia, y vuelve voluntariamente: su espíritu se ha quebrado. Siento lástima por él, con esa mirada vacía y algo babeante. Claro que nunca fue muy inteligente. 

¡Maldito hijo de...! ¡EL AGAPORNIS ES UN INFORMANTE! Les habla regularmente en una especie de código y ellos le recompensan con semillas y hojas de lechuga! ahora entiendo porqué mis anteriores intentos de fuga han sido frustrados con tanta facilidad, ese membrillo debe haber estado avisándoles de mis preparativos.

Han tomado medidas para protegerle. Le han puesto en custodia, en una celda colgada del techo, donde está a salvo de mis ataques...

... por ahora.

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