Cada poco tiempo vuelve a surgir el debate sobre lo forzado que resulta la inclusión de personajes LGTB o racializados en obras de ficción. No hace mucho tuvimos las quejas de los de siempre porque la serie de los Brigdgert... los Bridg... los Bridterg... la de los baroneses follarines, incluía personajes afro en el entorno de la Regencia. También hubo protestas porque al final de EndGame el Capi entregara su escudo a Falcon en vez de a Bucky y, por supuesto, hubo voces airadas por la insinuación de que Bucky, el Soldado de Invierno, tuviera algún secreto deseo gayer por los firmes y redondeados glúteos de Steve Rogers.
Tenemos la misma murga cada vez que en alguna obra sale un personaje femenino, no ya protagonista, sino con verdadera relevancia más allá de ser la pitufina, la excusa desencadenante (secuestrada, asesinada, violada...) o el interés romántico. Si además ese personaje es homosexual, tendremos asegurado el grito en el cielo, como se dio con los escasísimos fotogramas en los que dos mujeres se besaban al final del Episodio IX.
Claro que ninguno de los borregos que se apuntan a las protestas va a decir no quiero ese tipo de personajes porque soy racista/machista/homófobo/transfobo. No, siempre van a buscar alguna justificación, y la favorita de todas ellas, a la que más se aferran es gritar muy alto ¡no es realista!
Lo de que no es realista que haya, por ejemplo, homosexuales, africanos o mujeres fuertes en una historia me hace mucha gracia, porque viene a presuponer que ese tipo de seres son personajes de ficción completamente inverosímiles. En el caso del solitario beso sáfico del Episodio IX, si tenemos en cuenta que entre un 5 y un 10 % de la población se puede etiquetar como homosexual, y ese porcentaje sube mucho si pensamos en la gente bisexual, lo que es poco realista es que durante 9 películas sólo haya aparecido una pareja de lesbianas EN TODA LA PUTA GALAXIA, al igual que es bastante ridículo que la inmensa mayoría de los humanos de esa saga sean caucásicos, cuando esa etnicidad es minoritaria en nuestro universo REAL, donde por cada paliducho hay al menos seis personas con tonos de piel más oscuros.
Y no digamos nada de la gordofobia, que para un señor entradito en carnes que hay en toda la saga me lo liquidan en la primera peli. Y encima me le apodan Porkins, jaja qué graciosos y chispeantes, a lo mejor su segundo apellido era Fatty.
Lo más flipante es la profunda ignorancia que suelen demostrar esos señores (porque en un 95,73% son señores) sobre las materias que tanto gustan de comentar. Lo de Falcon como nuevo Capitán América ES CANÓNICO en el universo Marvel, se ve que esa etapa de la serie se les debió quedar en el montón delecturaspendientes (si es que saben leer, claro está). Por no mencionar que cuando se estrenó Mad Max FuryRoad los quejumbrosos protestaban porque estaban metiendo con calzador una mujer fuerte que le robaba el protagonismo al héroe. Vaya, no me digas ¿Como Tina Turner precisamente en la anterior película de Mad Max, Más allá de la Cúpula del trueno? Y no me suena que hubiera quejas en ese momento. Pero claro, en los 80 nadie ponía en duda la normatividad masculina, una Tina Turner o una Sigourney Weaver sólo eran gotas en un océano de machotes. En cambio, presentar un equipo de mujeres cazafantasmas es coger su infancia, violarla, quemarla y arrojar las cenizas a una incineradora
Bueno, algunos ya se sentían amenazados por esas fechas . En esos años estaban en los kioskos los XMen de Claremont. Todo iba bien, las chicas llevaban lindos uniformes (muy poco prácticos) y sabían estar en su sitio. Pero entonces Ororo se hartó, se rapó la cabeza, empezó a vestir macarra, y se preguntó porqué tenía que obedecer las órdenes de un blanquito estirado y reprimido. Al final, y tras darle una buena paliza* al pelma de Scott Summers, se alzó como líder indiscutible del grupo y las cosas empezaron a cambiar. Pícara ya apuntaba maneras, Rachel Summers se convirtió en el nuevo avatar de Fénix, y hasta Dazzler, el personaje con la base argumental más patética** del universo Marvel, se convirtió en un puntal del equipo.
Esto os va a dejar flipando, resulta que LOS FUTUROS SEÑOROS FUERON ADOLESCENTES QUEJICAS. Aún recuerdo las protestas en la sección de cartas de los lectores, que se resumían en: ésta ya no es mi patrulla X, ahora es un grupo de chicas, ESO NO ES REALISTA.
O sea, que en un universo de ficción en el que un villano adquiere los poderes de una morsa, Leonardo Da Vinci viaja en el tiempo y unos alienígenas verdes se convierten en vacas y son ordeñados, el que una mujer tenga capacidad de liderazgo no es realista.
Traducción, exijo que todo lo que lea, vea, consuma, me representa a mí, pobre varón blanco heterosexual duramente oprimido. Y desde entonces ya no han dejado de quejarse. Imagínate que no les dejan hacer ya ni chistes de maricones, de señoras que tienen la regla, de violaciones, de negros, de retrasados... qué vergüenza de corrección política, que no me deja reírme de los que no son como yo y ya no me puedo sentir identificado con absolutamente todo lo que veo. ES UNA PERSECUCIÓN
En fin, no vale la pena ahondar en el tema mucho más. Los quejicas van a seguir con sus letanías porque, por mucho que les joda, la sociedad ha seguido caminando en vez de quedarse congelada en el punto que a ellos ya les iba bien, y personalmente no creo que valga la pena intentar razonar con ese tipo de gente. Si alguien ve creíble que el Dios del Trueno haga chistes colgando en una jaula, pero le parece inadmisible, imperdonable y altamente ofensivo que una valkiria sea negra***, no hay nada que rascar ahí. Donde no hay mata, no hay patata.
Para terminar, me gustaría hacer una reflexión personal. A primeros de los 90, cuando se estaba publicando Sandman, A Game Of You, un crítico publicó una reseña de la serie en la que, como única queja, planteaba que Gaiman estaba obsesionado con personajes muy marginales. Prácticamente en cada capítulo había aficionados al BDSM, drogadictos, lesbianas, gays, trans****... y eso no era realista, no hay tanta gente así, la mayoría somos normales. Yo tendría entonces ¿26 años? y pensé, bueno, sí, es cierto que me mete un montón de personajes muy minoritarios, pero no lo hace porque sí, tiene sentido dentro de la historia.
Bueno, pronto cumpliré 55 y la mayor parte de la gente con la que me relaciono es gay, lesbo, ace, bi*****, BDSM, trans... no hay mucha gente racializada******, pero sospecho que eso es puro azar estadístico. Y desde luego mi propia vida no se corresponde precisamente con lo que la gente bien pensante considera normal.
Eso no quiere decir que mi experiencia sea representativa. Evidentemente hubo un momento a partir del cual me aparte del promedio. Pero no tuve que atravesar océanos ni desiertos, me bastó dar un pasito fuera de la normalidad, para descubrir que el mundo era un lugar maravillosamente rico y variado, a todos los niveles.
En cualquier caso, tengo claro que quien quiera que esté guionizando mi vida está haciendo un trabajo excelente. A poco que abras un poco la ventana y te asomes fuera de la normalidad, el mundo es más vivo, más colorido y mucho más interesante.
Y mira, si eso no os parece realista, sólo puedo desear que disfrutéis mucho de vuestra normalidad. Por lo que a mí respecta, VIVA LA IRREALIDAD.
* Una paliza doblemente meritoria porque Ororo carecía de poderes en esa etapa de la saga, y quedó tan claro que Ororo era la fucking Ama que Scott se fue del grupo porque a él, lo de que mandara una señora, le rompía su frágil masculinidad.
** Era una chica discotequera que convertía la música disco en rayos de luz. O sea, el Hombre Topo, a su lado, es un coloso mitológico.
*** Ni os imaginais la cantidad de señoros que, con el estreno de Thor Ragnarok, resultaron ser expertos eruditos en mitología nórdica, y prootestaron por la falta de realismo.
**** Sí, en la cabeza de lo señoros está todo mezclado, orientación, género, kinks, adicciones... sospecho que el pegamento que une todo eso es su convicción de que todo el mundo se lo pasa mejor que él, y eso jode*******.
*****Por si alguien no lo sabía, soy bi.
******Pero en mi propio entorno familiar directo hay mucha más variación étnica que hace tres décadas. También esa normalidad va diluyéndose
******* Uno de los elementos más curiosos de la homofobia es la envidia de los machos hetero, convencidos de que los gays follan muchísimo más que ellos
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