Mujer iroqués

sábado, 15 de mayo de 2010

El castellano es machista

Me duele decirlo porque el castellano es un idioma bello, exacto y elegante, pero no podemos cerrar los ojos: es machista hasta grados enervantes.

Podemos verlo en algo tan anodino como la formación del plural en pronombres y determinantes. Si un conjunto incluye miembros de ambos géneros su plural, indefectiblemente, es masculino. Es decir: si formamos parte de un grupo constituido por mil mujeres y un hombre, debemos pensar en nosotros. Esa es, por cierto, la causa de que los gentilicios se definan  como masculinos (los alemanes, los lucenses, los alfacentaurinos…) con la excepción del mítico pueblo de las amazonas, ya que según la leyenda no había hombres en sus tierras.

Un caso similar se da en las denominaciones profesionales. Antes las profesiones estaban separadas por sexos pero hoy ya no son exclusivas. La mayoría de las masculinas siguen siéndolo (piloto, médico…) pero se buscan eufemismos para los oficios femeninos cuando los ejercen hombres (no hay azafatos, sino asistentes de vuelo).

En una ocupación tradicionalmente femenina como la cocina se usan ambos géneros pero se ha añadido un extranjerismo masculino para señalar la categoría más sublime. La mujer sigue siendo cocinera, pero el artista de los fogones, la estrella, es el chef, puesto ocupado en un 99'9% de los casos por hombres.

Pero si hay una trinchera donde ha encontrado refugio el machismo carpetovetónico es el habla popular. Algo bueno es cojonudo, algo caro vale un huevo, algo soso o molesto es un coñazo, un hombre acobardado es una nenaza o un pichafloja, los valientes le echan cojones y aquello que merece destacarse es la polla. El mejor ejemplo lo encontremos en los términos relativos al oficio más antiguo (y denostado) del mundo

ZORRO: Espadachín californiano enmascarado y justiciero.
ZORRA: Puta.

PERRO: Mejor amigo del hombre.
PERRA: Puta.

TROTÓN: Caballo adiestrado para el paso corto y veloz.
TROTONA: Puta.

BUSCÓN: Pícaro, hombre que se busca la vida.
BUSCONA: Puta.

AVENTURERO: Osado, valiente, arriesgado, hombre de mundo.
AVENTURERA: Puta.

CUALQUIER: Fulano, Mengano, Zutano, y tantos otros.
CUALQUIERA: Puta.

HOMBREZUELO: Hombrecillo, varón mínimo o pequeñito.
MUJERZUELA: Puta.

MANCEBO: Hombre joven y soltero
MANCEBA: puta.

GOLFO: Masa de agua marina parcialmente rodeada de tierra.
GOLFA: Puta.

PUTIN: Honorable jefe del estado ruso.
PUTINA: putilla.

HOMBRE PÚBLICO: Personaje prominente.
MUJER PÚBLICA: Puta.

MI JEFE: Hombre situado jerárquicamente por encima mío.
MI JEFA: Menuda puta ¿Cuantas pollas se habrá comido para que la asciendan?.

HOMBRE QUE COBRA DINERO A CAMBIO DE SEXO: machote, campeón, pichabrava, huevos de oro, supermán, torero ¿Cuál es tu secreto, oh maestro?
MUJER QUE COBRA DINERO A CAMBIO DE SEXO: Puta.

Creo que mi argumentación está sobradamente demostrada así que no añadiré más. El machismo es un problema real de nuestra lengua y debemos hacer todo lo posible por corregirlo. La solución pasa por dejarnos de remilgos y usar la educación y el sentido común, cambiando no tanto nuestros hábitos de hablar como nuestra forma de pensar, porque el habla, después de todo, refleja nuestro interior.

El sentido común por desgracia escasea, y el afán por la corrección política ha llevado a extremos tan cursis como el deleznable intento de una formación política de promover la conversión de la partícula @ en una vocal transgenérica. Aún más lamentable es la decisión por parte de la Academia de feminizar términos como presidente o líder, que no son masculinos, ya que señalan a la persona que realiza una acción indepedientemente de su sexo. Una mujer que preside, asiste o lidera es una presidente, una asistente o una líder.

Aún peor es ver como lo que para el llorado Tierno Galván fue una broma (aquel célebre jóvenes y jóvenas) ha cobrado peso y notoriedad en boca de nuestros representantes, que sienten la necesidad de duplicar el sujeto de sus frases para hacerlas (en su limitado entender) más inclusivas y evitar ofensas o desaires imaginarios.  Y así en las campañas electorales (uno de los momentos en los que el idioma sufre más patadas) oímos florituras como:

… queridos compañeros y compañeras … correcto pero innecesario, si no es posible calcular la proporción de sexos el uso del os es adecuado y no resulta discriminatorio.
…queridos asistentes y asistentas… juro que oí esa expresión en boca de un conferenciante hace cuatro años, por desgracia nadie debió grabarlo para subirlo a YouTube.
 … queridos miembros y miembras … mi favorita: si al menos fuera miembros y vaginas la terminología sería correcta aunque innecesariamente descriptiva, pero no, sueltan el miembras y hasta se les ve felices usándolo.

Por si alguien lo ignora, sólo apuntaré que ¡¡¡¡¡¡NO EXISTEN LAS MIEMBRAS, PEDAZO DE GILIPOLLAS!!!!!!

Señores académicos y políticos, no dudo de su buena fe e intenciones (miento: dudo, y mucho) pero sus iniciativas sólo añaden confusión y descrédito a nuestra gramática. La lengua tiene vida propia y no puede cambiarse a golpe de decreto. Si quieren ayudarnos a liberar al castellano de su lado oscuro, prediquen con el ejemplo, si es que son capaces.

Podríamos terminar aquí este tema, pero no quiero dejar de hacer notar algo a aquellos que, como vimos más arriba, asocian en su boca el valor con la masculinidad. Si los hombres tuviéramos que parir la humanidad se habría extinguido en el neolítico, salvo que la epidural se hubiera descubierto a la vez que el fuego. Antes de usar los genitales como medida de todo lo bueno deberíamos pensar quién se ha encargado de mantener en marcha el mundo mientras nosotros nos colgábamos las medallas, porque por mucho que pese a algunos, no hay marcha atrás, y puede que lo próximo que nos cuelguen del cuello sean nuestras pelotas cortadas.

Merecidamente cortadas, dicho sea de paso.

5 comentarios:

La de la ventana dijo...

Habéis tenido la sartén por el mango durante siglos, es la consecuencia lógica. El lenguaje no es más que una forma de representar la realidad.

Para que el lenguaje cambie, tiene que cambiar la mentalidad. Y eso no se hace a golpe de decreto ley.

José Antonio Peñas dijo...

Además derivamos del latín y después del griego y el árabe, las lengua de los pueblos más machistas de su momento. En cambio las lenguas de origen bárbaro, como el inglés, son bastante neutras, lo que indica que los bárbaros tenían costumbres más igualitarias (entre los celtas, por ejemplo no era rara la sucesión femenina, como sucedió con la reina Boudica, y los romnos solían mencionar escandalizados la libertad d que gozaban las mujeres germanas)

HG dijo...

Se suele decir que no es extraño que la lucha feminista arraigara en Inglaterra dado que el inglés carece de marcas de género, pero no olvidemos que la lengua inglesa perdió el género allá por el s. XII, y la defensa de los derechos de la mujer llegó algo más tarde, ¿no?
Vamos, que no hay que buscar correspondencias tan exactas entre lengua y sociedad. Ese igualitarismo de los bárbaros podrá ser cierto en momentos y lugares concretos, pero generalizarlo... Y en la España de hace mil años, las mujeres musulmanas eran más libres que las cristianas.

José Antonio Peñas dijo...

No creo que tenga nada que ver con el idioma: el feminismo (mejor dicho, el sufragismo, ya que ése fue el primer movimiento femenino) tiene su raíz en el movimiento abolicionista anterior a la Guerra Civil Americana y aunque no cobró demasiada fuerza inicialmente en EEUU sí lo hizo en Gran Bretaña por los tremendos cambios sociales que aparejó la industrialización del XIX en una sociedad tan encorsetada y artificial como la victoriana.

Nada de eso apunta a cuestiones como el sexismo en el lenguaje, sino a factores socioeconómicos puros y duros. En España era imposible un movimiento similar por que la industrialización del país fue mucho más tardía y limitada, y las crisis que se produjeron por esa industrialización repercutieron en otros aspectos, como la lucha obrera, los nacionalismos catalán y vasco, la desintegración de la monarquía restaurada... Consecuencias diferentes, para dos sociedades diferentes.

Anónimo dijo...

No entiendo muy bien lo de que el castellano sea machista, sinceramente considero que es quejarse por quejarse y nada más.
También he visto ciertas aportaciones tuyas que no sé, están mal.

HOMBRE QUE MANTIENE RELACIONES SEXUALES A CAMBIO DE DINERO (SEGÚN TÚ SIGNIFICA): machote, el puto amo, ¿cuál es su secreto? etc, etc. Emmmm no... la definición es PUTO o PROSTITUTO y viene en la RAE para tu información ¿sabes?