Mujer iroqués

domingo, 20 de marzo de 2011

DIARIO DE LA PATERNIDAD RESPONSABLE (VIII) Tú, el ogro (2º parte)



Con los años he desarrollando un estadillo con los tipos de conflictos más usuales en nuestro devenir diario. Creo que puede ser de interés transcribir una breve sinopsis, de forma que los progenitores primerizos puedan hacerse una idea de lo que les espera.

– VESTIRSE. Dada mi ceguera para los colores, mi chica deja la ropa del niño lista antes de irse a la cama. Tras el desayuno, que no suele dar más problemas que el usual D, termínate el colacao de una puñetera vez, que llegamos tarde, y el clásico Cariño, la cara se lava entera, con agua abundante ¿Es que no ves todo el colacao que llevas pegado? empieza la ceremonia del vestir. Larga, inacabable. Papi ¿Esta camiseta va para adelante o para detrás? A ver, D. tiene un dibujo en la parte delantera y una etiqueta en la trasera ¿Cuál es el problema?… ¡Papá, mami no me ha puesto calcetines! Si lo ha hecho, se te han caído en el suelo, como todas las mañanas… ¡Papi, ya he terminado! Vale, pues vuelve a quitarte el pantalón y ponte el calzoncillo limpio que te has dejado en el suelo, en vez del de dormir que no te has quitado… ¡Papi, ya está! Pues ahora átate esos cordones (esta última frase se repite varias veces hasta llegar al colegio, debido a la obsesión de los cordones de los zapatos por desatarse solos, por pura maldad) ¡Si yo me los he atado bien! Vale, pues hazlo aún mejor

Intensidad del conflicto: baja. Duración: una media hora. Frecuencia: diaria. Evolución: no varía. Éste me lo como yo siempre, porque soy el que le lleva al cole, pero el resto de conflictos pueden caernos indistintamente a mami o a papi.

– SALIDA DEL COLE. Hola, cariño, qué tal el día? Muy bien ¿y mi bocadillo? Espera, a ver los deberes ¡Huy, hoy tengo poquísimos, y los he hecho en clase! Vale, pero a ver la agenda con los deberes.  Es que como los he hecho en clase, no los he apuntado. Pues saca la agenda, sube a clase y apúntalos ¡ES QUE NO TE FÍAS NUNCA DE MÍ! No, no me fío, sube y apúntalos, y no te dejes ninguno, porque puede que pregunte a alguno de tus compañeros (ventajas de llevarme bien con casi todos los niños de clase)ya está, papi, ¡qué tonto! me había olvidado de apuntar los de mates…

Intensidad: baja. Duración: cinco o diez minutos. Frecuencia: un par de veces por semana. Evolución: en descenso, a fuerza de insistirle machaconamente día tras día. 

– DEBERES. Venga cariño, hay que hacer los deberes. Es que estoy cansado ¿Puedo descansar un poquito? Vale, descansas veinte minutos y luego empiezas… Venga, cariño, a hacer los deberes. ¡No ha pasado el tiempo! ¡Tú me dijiste que podía descansar veinte minutos! Y han pasado treinta, así que ponte con los deberes… Papi/Mami (depende de la asignatura, nos las tenemos repartidas entre los dos) ya he acabado. Vale, pues vuelve a hacerlo otra vez, y esta vez, por favor, haz una letra legible, porque eso parecen pisadas de ratón ¡NO ES CIERTO! ¡YO ENTIENDO MI LETRA PERFECTAMENTE! Pues yo no, y la profesora tampoco ¡y coge bien el lápiz, que no es un garrote! (noséporquénopuedocogerellápizcomomegusta… siempremeestásfastidiando…porquétengoquehacerlosdeberesdosveces…noesjusto… misamigosestaránenelparqueyyohaciendodeberes…) Vale, pero hazlos con buena letra o los repetirás por tercera vez. Ya está. Bien, pero aquí tenías que hacer un dibujo de un árbol ¡Y LO HE HECHO! ¿ES QUE NO LO VES? ¡Sí, HIJO, SI COJO UNA LUPA LO VEO! ¡PORQUE TE HAN PUESTO UN CUADRADO DE 12 x 12 y TÚ HAS HECHO UN ÁRBOL DE 1 x 1, Y NI SIQUIERA ESTÁ EN EL CENTRO! ¡Y POR CIERTO, LOS ÁRBOLES SON VERDES, NO AZULES! ¡¡¡ES QUE NO TENGO COLOR VERDE!!! ¡¡¡¿¿¿OTRA VEZ HAS PERDIDO LOS LÁPICES DE COLORES???!!! ¡¡¡¿¿¿PERO TÚ SABES CUANTAS CAJAS LLEVAMOS YA ESTE CURSO???!!!

Intensidad: alta. Duración: inacabable, la tarde se te hace larguíiiiiiisima. Frecuencia: diaria. Evolución: en descenso, tras hacerle repetir los deberes un montón de veces y confiscarle un gormitti por cada lápiz de colores extraviado.

– CENAS: en general transcurren sin incidentes, pese a su obsesión por encharcarlo todo de Ketchup. Empero, el conflicto estalla cuando aparece en el menú la triada maldita: pescados, verduras y tortilla-no-de-patatas. El desarrollo del conflicto es altamente predecible en todas sus fases.

Fase de apertura: ¿Qué hay para cenar? pescado, cariño ¡¡¡¿¿¿PORQUÉ TIENES QUE PONERME TODAS LAS NOCHES PESCADO???!!! ¡¡¡SIEMPRE ME ESTÁIS PONIENDO PESCADO!!! ¡¡¡YO NO QUIERO CENAR SIEMPRE PESCADO!!!
Intento de diálogo: Cariño, no has tomado pescado en las últimas tres semanas y debes tomar pescado de cuando en cuando
Recurso a la autoridad superior (ergo, al progenitor que no se está encargando esa noche de la cena): ¡¡¡MAMÁ NO ME PONE PESCADO!!! ¡¡¡YO NO QUIERO QUE ME DES TÚ LA CENA!!!
Rechazo del recurso: Cariño, yo le he dicho a Papá que te ponga pescado.
Giro argumental: Es que en el cole hoy han puesto pescado
Prueba de cargo: En el menú dice que hoy teníais albondigas ¡¡¡PUES SE HAN EQUIVOCADO Y NOS HAN PUESTO PESCADO!!!
Resolución final: Pues, nada, hijo, lávate los dientes y a la cama, que hoy no cenas, ni ves dibujos, ni lees…(tras un largo suspiro) Está bien, me comeré el maldito pescado ¡¡¡PERO NO QUIERO QUE ME VOLVÁIS A PONER PESCADO NUNCA MÁS!!! (Puesandaquecuandoveaslaguarnicióndelechugay/otomate…)¿Qué dices, Papi? No, nada, nada.

Intensidad: media. Duración: diez minutos. Frecuencia: quincenal. Evolución: en descenso, gracias a nuestra política de no ceder jamás.

– LAVARSE LOS DIENTES: Venga, cariño, a lavarse los d…¡¡¡NO!!! ¡¡¡MAMÁ ME HA DICHO QUE PODÍA JUGAR MEDIA HORA!!! Mamá pensaba que eran las diez, y no se dio cuenta de que eran las diez y veinte ¡¡¡DIJO MEDIA HORA!!! ¡¡¡NO HA PASADO MEDIA HORA!!!¿Vienes o te saco yo de una oreja? (noesjusto… mamádijomediahora… nuncamedejáistranquilo…) Si te los hubiera lavado después de cenar podrías haber jugado sin interrupciones… no me voy a morir por mucho que me mires de esa forma, así que empieza a frotar (glusglusglusnuncamedejáisjugar… glusglusglusnoesjustoglusglus…) ¡deja de murmurar, que te vas a atragantar, y frótate la parte de atrás de las muelas! ¡YO SÉ CÓMO FROTARME! ¿PORQUÉ ME ESTÁS VIGILANDO? ¡NUNCA TE FÍAS DE MÍ! No, hijo, no me fío, y sigue frotando (glusglusgluscuandoseamayornomeloslavarénuncaglusglusglus…)
Intensidad: media/alta. Duración: cinco minutos. Frecuencia: diaria. Evolución: no varía

– ACOSTARSE (esta le suele caer a su madre, pero como digo puede tocarnos a cualquiera de los dos): Ponte el pijama y luego tienes veinte minutos para leer ¡Sí, mami, vale, vale!… Cariño, ponte el pijama, que apagamos en quince minutos ¡Sí, sí, enseguida! … D., te quedan cinco minutos ¡Ponte el pijama, que te apagamos la luz! ¡Un momentito, que ya acabo!… ¡PONTE EL PIJAMA DE UNA PUÑETERA VEZ! ¡NO ES JUSTO! ¡YO QUERÍA LEER UN POQUITO! ¡¿CUANDO OS ACOSTÁIS VOSOTROS?! ¡NO ES ASUNTO TUYO! (apaga la luz) ¡Vale, vale, mami, espera que me pongo el pijama, no apagues………mami……¿¡QUÉ!?… El beso…muac, muac. Papi, el beso…muac, muac.… buenas noches, buenas noches… hasta mañana, hasta mañana… ¿Trabajarás mucho esta noche? lo justo… que durmáis bien, y tú también… os quiero, y nosotros a ti… que descanséis ¡CÁLLATE YA O TE CERRAMOS LA PUERTA!

Intensidad: media/alta. Duración: una media hora. Frecuencia: cada dos días. Evolución: ligeramente en descenso.

Esta es la rutina diaria, a la que debemos añadir los conflictos puntuales, como la preparación de los exámenes ¡SI YO ME LO SÉ! ¡¿PORQUÉ TENGO QUE ESTUDIARLO OTRA VEZ?! porque te he preguntado y no te lo has sabido ¡ES QUE ME LO HAS PREGUNTADO A POSTA!, las cuestiones de orden ¡MI CUARTO ESTÁ RECOGIDO! ¡Tienes todos los juguetes por el suelo! ¡¡ES QUE ESTOY JUGANDO! ¡Y todos los tebeos tirados! ¡ES QUE ESTOY LEYENDO! ¡¿TODO A LA VEZ?! ¡¡¡ES QUE NO ME DEJÁIS NUNCA ESTAR TRANQUILO!!! o los horarios de televisión ¡¿PORQUÉ NO PUEDO SEGUIR VIENDO LA TELE?! porque llevas cuatro horas seguidas viendo dibujos ¡¡¡NO ES JUSTO VOSOTROS SIEMPRE VEIS LA TELE!!! ¡¿SIEMPRE?! ¡¡QUERRÁS DECIR CUANDO TÚ NO LA ESTÁS VIENDO!! ¡¡¡PUES CÓMPRATE OTRA!!!

También hay sucesos como las barrabasadas diversas, que demuestran la escasa lógica forense de los niños.

DELITO: espejo del baño embadurnado de pasta de dientes mezclada con jabón de manos.

Auto judicial: A ver, D. Coge el estropajo, que vas a limpiar ese espejo delante mío ¡¡¡YO NO HE SIDO!!! ¡¡¡¿¿¿CÓMO SABES QUE HE SIDO YO???!!! Porque en esta casa somos tres, y si yo no he sido y mamá no ha sido, sólo queda un sospechoso ¡¡¡PERO ES QUE… Y además, en el espejo has puesto tu nombre con el dedo y esa letruja infame que te delata ¡¡¡PERO PUEDE HABER SIDO OTRO NIÑO LLAMADO D.!!! Sí, el niño invisible que se llama D. y se dedica a embadurnar espejos. Ponte a frotar. (Noesjustonunca tefíasdemísiempremeechaislasculpasdetodo…)

FInalmente están los conflictos de autoridad. Porque mi chica y yo procuramos mantener siempre un frente unificado, pero a veces el niño va a casa de los abuelos…

¡Ay mi corazón! ¿Cómo estás? ¿Porqué traes esa carita de pena? Porque está castigado sin televisión ¡Ángel mío! ¡Si es que siempre le estáis castigando, con lo bueno que es el pobre! ¡No te preocupes, cariño, que en casa de la abuela los castigos no valen y puedes ver todos los dibujos que quieras!

En momentos así el abuelicidio no parece una idea tan descabellada, pero tragas saliva, sonríes y contemporizas. Después de todo sucesos como ese te recuerdan que un día tu hijo se convertirá en padre, y tú serás el abuelo. Y como dice la sabiduría popular, la venganza es un plato que se sirve frío.

Arrieros somos, y en el camino nos encontraremos.

9 comentarios:

La de la ventana dijo...

Genial, Peñas. Como siempre.

http://piamonte.openid.es dijo...

Tronchante: sobre todo la amenaza diferida para cuando tú seas abuelo...

José Antonio Peñas dijo...

Es que además acabamos de comer con los abuelos, y estoy del "pobrecito" hasta las…

Anónimo dijo...

Bueno, la que ser ha tronchado conmigo es la madre del cabrito y hermana menor mía, que se toma la venganza doble (por las que le jugué cuando era una cría insoportable, que el cabrito no ha surgido por generación espontánea) en un plato que lleva 5 años enfriandose.
Ahora me espera con el tema de los deberes, porque la que se rió de ella el año pasado fui yo, cuando le pusieron muchos libros para que se los leyera al cabrito y a su hermano. Les hice una versión de la princesa y el guisante (la princesa faquiresa), que ya me recordará.
Ahora en serio, mandar deberes a los padres es una memez. Aunque ya me he aprendido unas técnicas de escaqueo chachis, que los sobrinos curten.

Susana

Anónimo dijo...

Justo a lo del abuelicidio me refería en el comentario que hice a tu entrada anterior... y aunque de momento no tengo ganas de ser abuela, créeme que yo también voy a disfrutarlo de lo lindo.

Me siento identificada con absolutamente todo... eso sí, multiplicado por dos.

Tu pobre hermano... ¿te explica cómo lo hace con cinco...?

Un abrazo,
Imma

Anónimo dijo...

Touché!!! JAJAJAJAJA!!! Tu chamo es el mío a escala!!!
Que risa.
No desmayes, que la recompensa es grata :D

José Antonio Peñas dijo...

Pues no me ha dicho nada, Imma, salv algunos comentarios sollozantes sobre lo ruinosa que resulta la Navidad con cinco hijos.

sonia dijo...

Pues la clave es disciplina, disciplina y disciplina. Es agotador pero funciona. Con 4 hijos, dos hiperactivos.... pero Peñas, tu conoces a mis chicos, o a los de Luis o a las niñas de anita.. si no dimites de padre a las primeras de cambio al final recoges los frutos. Un consejo... tira la tv a la basura. Te ahorras el 50% de los conflictos.

Anónimo dijo...

Disciplina!..., nunca buen definida y comprendida. ¡Disciplina!..., que no encierra mérito cuando la condición del mando nos es grata y llevadera. ¡Disciplina!..., que reviste su verdadero valor cuando el pensamiento aconseja lo contrario de lo que se nos manda, cuando el corazón pugna por levantarse en íntima rebeldía, o cuando la arbitrariedad o el error van unidos a la acción del mando.