Sé que lo que escribo hoy no va a entretener demasiado a mis lectores habituales. Algunos dirán que soy un cursi, otros que me estoy dando al sentimentalismo facilón. Francamente, me importa un pito. Escribo lo que me pide mi corazón, el resto no cuenta.
Amar no es como comer o beber. No es como respirar. No podemos vivir sin oxígeno, sí vivir sin amor. Aunque vivida así, la vida no vale gran cosa. Puedes seguir caminando, pero no importará demasiado hacia donde te dirijas.
No es fácil. Nos cuentan tantas historias donde el amor triunfa ante los obstáculos, que acabamos por creernos que una vez das el primer paso todo sale rodado. y no es así. Más allá de la primera pasión, el amor tiene que crecer a su ritmo, y debes alimentarlo. Porque si lo das por supuesto, tal vez un día se apague y no seas capaz de saber en que momento empezó a escapársete de entre los dedos.
Duele. Eso no podemos controlarlo, porque hay otra persona implicada y a veces nuestro amor hace daño a quien nunca quisimos dañar. Porque no es comer, o respirar, no es mecánico ni aprendido, no sigue normas estrictas ni cauces confiables.
No sabes donde te llevará. No sabes si serás correspondido, si durará o te abrasará, si quedará un dulce rescoldo que te mantenga caliente o de pronto te sentirás vacío y helado.
Pero...
Merece la pena sentir ese calor. Ese fuego ardiendo por tus venas. Merece la pena mirar a los ojos del amado y ver ese mismo calor. Sentir su sonrisa frente a la tuya, vuestros rostros brillando juntos.
Su beso. Su abrazo. No por el placer del beso o el abrazo en sí, sino por el calor que dejan en tu persona, porque cada gesto, cada caricia, cada instante compartido, te hacen más grande. Más libre.
Más entero.
Soy afortunado. Conozco el amor. Lo vivo, Lo siento. Lo respiro.
Cada día.
Soy más afortunado aún. Porque sé que el amor no es una frontera, ni una barrera. No cierra puertas. No corta alas. Se entrega con libertad, y crece sin ahogarte. Y sé que un amor puede brotar junto a otro sin que se nieguen el sol o el oxígeno, y florecer de modos que nunca soñaste.
Y sí, duele. Ver sufrir al amado te desgarra, más aún si no puedes hacer nada por paliar su dolor, sólo estar ahí, para darle tu calor e intentar que sus heridas no le dejen insensible ni le hielen.
Amo y me aman. Tal vez más de lo que merezco. No reniego de un sólo instante de amor, aunque algunos traigan dolor. El dolor me recuerda que sigo vivo. Y que, si continúo caminando, es porque mis pasos tienen sentido.
Pienso seguir amando. Aunque duela. Y mucho.
Gracias por amarme.
21 comentarios:
Cualquier palabra añadida ensuciaria... Da gusto saber que los cursis no estamos solos.
Un fuerte abrazo
Que chulo Peñas.
Sin palabras.
Gracias, Moli. Gracias, Irene. Y no me importa que lo llamen cursilería. Prefiero sentir los latidos a fingir que no están ahí.
No necesitas palabras, Honky. Lo sabes.
Me gusta. Me llega. Un beso.
Cuando escribes así de bonito me pregunto en qué parte de tu cerebro de tío cabe tanta sensibilidad. Y qué bien la expresas...
Pues, entre tú y yo, nunca he sido demasiado masculino.
Peñas, está vd. pasándome del rijoso vulgar al amariconamiento inspirado. ¡Que envidia, pardiez!
Heteroflexible. Dejémoslo en heteroflexible.
A mi me sigue doliendo, y llevo 15 años sin él, (porque se murió no hay más misterio). Pero estoy dolida también por que no pare ud a considerar que sus lectores podemos ser unas personas muy dulces cuando la ocasión lo merece.
Tienes toda la razón, y cuentas con mis disculpas y, en caso de que tengamos ocasión de ponernos cara, unas cervezas como agradecimiento por la (merecida) colleja.
Pues me encantará ponerte cara cuando pueda, ahora me voy a ir a hacer de abu a Tenerife(eh...que tengo 47) ;).
Peñas, tío, eres hombre de sentimientos y los describes sin el pudor de machoman que tantas veces arruina un buen momento, y sabes que te leen, siéntente argulloso ;). y un abrazo.
SdM, a mis 46 entras sobradamente en mi target. Que lo sepas. Ah, soy chicharrero, pero a los 3 años nos vinimos para la península.
Gracias por estas palabras. Para las inexpertas como yo es muy reconfortante escuchar eso de una persona más experimentada. Un beso y gracias también por enseñarnos un poquito de ese corazón que no te cabe en el pecho de grande.
Gracias, Elvira. Siempre es genial verte por aquí. Por cierto que hace unos días me acordé de ti por un gato adorable con quien estuve en Salamanca (el de mi supersobri). Majo, mimoso, sutil (un verdadero gatoninja) http://imageshack.us/photo/my-images/59/20120707011711.jpg/
Eso sí, letal como buen ninja, porque esa noche me dio una crisis de alergia que me tuvo en vela hasta las 6 de la mañana o así.
Pobre... pues según tengo entendido, hay una vacuna ahora estupenda para combatir la alergia por gatos. El gato la verdad es que enamora :)
Un besote!
Y es por cosas como estas que unos escriben y otros leemos
Así se habla, sí señor. Y que les den a los que dicen que el amor es efímero.
No es efímero, pero tampoco es fácil. Es un regalo que debes cuidar, sin dejar que se mustie por el descuido, ni ahogarlo con exceso de cuidado.
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