Mujer iroqués

sábado, 20 de julio de 2013

¡¡¡¡¡DE PARTE DE LA SAGRADA TETEEEEEERA, SE HACE SABEEEEEEEEEEERRRRRRR.....!!!!!

... Que el 30 de mayo de 1919 Su Católica y Graciosa* Majestad Don Alfonso de Borbón, llamado también Alfonse XIII El Africano, Rey de España, Conde de Barcelona y Protector de Jerusalén, acompañado de la familia real, el gobierno en pleno y otras autoridades civiles y religiosas, consagró España al sagrado corazón de Jesús. En dicha ceremonia realizada en el Cerro de los Ángeles en Getafe se instauró a Jesús como rey de España.

... Que  en fecha más cercana, en el año del señor de 1965, Francisco Franco, Caudillo de España por la Gracia** de Dios, llamado también Paquita la Culona*** y El del Culo Blanco, repitió dicha ceremonia poniendo así los destinos de la patria bajo el dulce abrazo de Jesús...

... y que a fecha de hoy, en el Año del Señor de 2013, y como fundadores del Muy Esclarecido Culto a la Tetera de Bertrand Russell,  consideramos que no podemos ser menos...
 ... y por ello anunciamos nuestra libre decisión de consagrar España a algo. 

Así que, queridos niños y niñas...

Como acto de visibilización de que en la España del siglo XXI la iglesia sigue teniendo una posición que no le corresponde y que cuenta, como en 1919, con los poderes públicos como fieles sirvientes, procederemos a consagrar España a la verdadera, única e imaginaria Tetera de Bertrand Russell. La ceremonia se realizará el día 27 de julio a las 19h y, por no ser menos que don Alfonso, también  se celebrará en el centro geográfico de la península.

Dado que la virgen del Rocío ha fracasado en su intento de sacarnos de la crisis, demos una oportunidad a la Tetera. Para ello invitamos a todos los seguidores del resto de verdaderas religiones ficticias, y a quien libremente quiera, a unirse a nosotros en este acto, para mayor gloria del ateísmo y el escepticismo. Y por echarnos unas risas.

Que el Fervor por el Hervor sea con vosotros y que su Sagrado Vapor os Proteja.

* La campechanía le viene a Juancar de familia, se ve que su abuelo también era muy dado a las gracietas, ya se sabe, bromas telegráficas y risas a costa de los jovenes enviados a morir a África, alegres escapadas a costa del erario público... lo normal en un Borbón.

** Otro graciosete. Qué perra tienen algunos con hacer cuchufletas a costa del españolito de a pie.

*** Ojo, apelativo que le fue otorgado por sus viriles compañeros militares, y más en concreto por Millán Astray, luego nadie puede ni debe ofenderse, es más, debiera ser recordado con orgullo por sus fieles corifeos.

lunes, 15 de julio de 2013

DIARIO DE LA PATERNIDAD RESPONSABLE (XVI) ¡¡¡¡Catacrash!!!!


Pues ya llegó el final del curso (bueno, en realidad llegó hace unas semanas pero es que he tenido un largo episodio de pereza escribana que espero sabréis disculpar)

Y con el final del curso llegó... el naufragio.

Así, tal cual. Nuestro hijo navegaba confiado, porque iba recuperando sin demasiado esfuerzo las asignaturas pendientes (decía), los últimos exámenes iban bien (decía), su letra habia mejorado notablemente (decía)...

... y nosotros mirándole remar despreocupadamente hacia los arrecifes. Porque claro, cuando remas das la espalda a lo que tienes frente al bote y como no lo lleves derecho... Pero esa es una de las partes chungas de educar a tu grumete: a veces sólo puedes mirar, mordiendote la lengua para no gritar ¡vira a babor, leches, QUE TE ESTRELLAS!

Dejas que se estrelle. Ya no puedes remar por él, y si el único modo de que aprenda a hacerlo es pegársela, tienes que ver cómo lo hace y, como mucho, tener a mano el botiquín.

Cuando llegó a casa entró hecho un trapo, creo que se esperaba... no ya la madre de todas las broncas, sino un patíbulo, o las maletas en el descansillo o... no hubo nada de eso. Lo que había que decirle ya se lo habíamos dicho antes, ahora ya sólo queda asumir las consecuencias y tirar adelante. Y si tenía que darse un trastazo en el instituto, prefiero que haya sido ahora y no dentro de un par de años. Es más fácil enderezar las cosas al comienzo, no cuando ya estamos a mitad de camino. Porque enderezarse, se van a enderezar.

Sí, hemos sacado el látigo, después de todo.

Bueno, sin pasarnos demasiado, que no le vamos a llevar a galeras. Pero tiene que entender que si se equivoca, la responsabilidad de sus equivocaciones es suya y las consecuencias también. Y en este caso las consecuencias son que se ha quedado sin verano. Lo malo es que nosotros también, pero es lo que hay, no podemos abandonarle en una gasolinera con una mochila de libros y recogerle a finales de agosto confiando en que haya estudiado.

Y así quedan sus jornadas veraniegas: academia por las mañanas para ... y ..., repaso de ... con mi chica por las tardes, y clases de ... conmigo en los huecos. Descanso los findes y un paréntesis de relax cuando se vaya al campamento (relax para él y para nosotros, qué leches).

La primera semana pasó con algunas protestas veladas. La segunda ha ido mejor, parece que asume que las cosas son como son y las protestas no van a ser bien recibidas. Eso no significa que no haya tensión, porque tenemos un morlaco de 1'72  hormonado y tenso, y raro es que no haya alguna bronca, pero dentro de lo que cabe la cosa va fluyendo.

(Aunque su dormitorio sigue pareciendo un campo de batalla. Es asombroso, lo recoge y, apenas te das la vuelta, vuelve a recordar Stalingrado tras el final del asedio)

Y bueno, a punto de cumplir los 13 años y con ciertas zonas de su anatomía ya bien peludas tenemos que hacernos a la idea de que estamos entrando de lleno en la fase más divertida de la crianza. Adiós a la feliz preadolescencia ¡bienvenidos a la adolescencia con todas sus letras! ¡seguro que nos encantará!

Sólo por curiosidad ¿alguien quiere adoptar un treceañero guapo, saludable y crecido? La oferta incluye ajuar, mortadelos en grandes cantidades y unas dos toneladas de piezas de lego. Precio negociable. Interesados, manden un email al correo de este blog.

Seguimos navegando, con algunas vías de agua, pero seguimos.

domingo, 23 de junio de 2013

SI YO FUERA PAPA EN LUGAR DEL PAPA... (II) Cambios Doctrinales



Nos, MasterFucking the First, Pontifex, Pastor del rebaño de Jesús, calzado con las Sandalias del Pescador por la gracia del Espíritu Santo...

... y algunos dineros generosamente distribuidos entre el colegio cardenalicio...

... y un uso prudente y discreto de algunas fotografías comprometedoras...

... y algunas cabezas de caballo (grazie, don Corleone, enseguida nos ocuparemos de su asuntillo)

... vengo en proclamar que es hora de inquietudes y aguas revueltas para la barca eclesial, y pues que el señor ha puesto en mis torpes manos su timón, es menester hacer algunas reformas para sobrevivir a estos años tempestuosos.

Como primera medida proclamo con gozo una amnistía general en el purgatorio.

No pongais esas caritas de O.O ¡Claro que puedo hacer eso! Durante siglos la Iglesia vendió indulgencias para las ánimas del purgatorio, y el negocio de las misas de difuntos se basa en en la posibilidad de redimir pena. Y digo yo ¿no es la caridad virtud que debe practicarse sin tasa? Pues para generoso, el menda. Hale, todos fuera, al cielo en tropel, que invita el Papa. De acuerdo, habrá algún que otro problemilla de realojo pero digo yo que con un buen plan de reordenación urbana eso se resuelve facil ¡San Pedro, allá que te van!

Además le damos unas merecidas vacaciones a la señora madre de Chus, que ya está bien, hombre, 2000 años de portera del purgatorio sin un sueldo base razonable ni semana inglesa.

Me diréis ¿y el infierno? Hombre, pues tentado estoy, pero con tanta coña, que si es una metáfora hoy, que mañana ya no lo es, que existe, que no existe, que es endotérmico, que es exotérmico... vamos a dejarlo tranquilo por un par de pontificados. Herr Ratzinger dijo que existe, y de momento Punto Pelota.

(Además tengo apalabrado con una amiga asturiana* que si ambos nos condenamos compartiremos caldera unos eones para follar como Luzbel manda y sin prisas, así que a mí ya me viene bien como está).

Segunda medida. En aprovechando que las próximas JMJ se convocan en Rio de Janeiro, he tomado dos decisiones:

1.  Encargarme una vestimenta talar más fresquita, que aune la ligereza con la elegancia, sobre la idea del sacro tanga (y poco más) para encabezar con dignidad una buena samba,

2. Abandonar la polvorienta liturgia latina e instaurar O Novo rito Brasileiro, con bailes sensuales, ritmos sabrosos, caderas bamboleantes, cachaza y absolución general de todo pecado contra el Sexto cometido en fechas de carnaval. El resto del año, un poco más de comedimiento pero ¡qué menos que un par de semanas de hacer la vista gorda al año! Por la misma, pido a Carlinhos Brown que acepte un capelo cardenalicio y vaya anotando ideas.

De aquí se sigue que el sacerdocio necesita nuevos vientos. Necesitamos sangre joven, con ritmo, y una buena manera de lograrla es duplicando la oferta: sacerdocio femenino desde ya. Que sí, que Juan Pablo dijo que no, pero también dijo que no había infierno como tal y mira que poquito tardó Bene en puntualizar ese tema ¿eh? Para lo que queremos sí se puede ¿eh? Pues para esto también. Y no me vengan con que el sacerdote encarna a Jesús y por eso debe ser hombre y si no el creyente no logra identificarse y bla, bla bla... el muchacho era bastante pijín y tirando a metrosexual. No me crean a mí, sino a Leonardo da Vinci, vean, vean... No me digan que una guapa presbitera no puede encarnar al señor con dignidad y suaves curvas

Nota mental: rediseño de la ropa de misa. Concepto de base, minifalda unisex.

Para finalizar este paquete de medidas de urgencia, y a fin de agilizar la burocracia de la confesión, es menester recortar servicios y sacar de la cartilla algunos pecados. El primero de todos el de tomar el nombre de Dios en vano. Como español, vivo en el único país que trata al señor de tú a tú, por su nombre de pila (MeCagoEn) así que creo que podemos pasar por alto ese tema y ya puestos todo el concepto blasfemia. El lenguaje con blasfemia es rico, colorido y musical. Y los de la asociacion Tomas Moro pueden dedicar su tiempo y esfuerzo a la cría del colibrí andino, o matar el rato haciendose pajas sin cargo de conciencia porque...

... ¡Fuera la masturbación del Sexto Mandamiento! Todo ha sido un fenomenal malentendido, el pecado de Onán no fue pelársela sino practicar la marcha atrás. El Señor le castigó por derramar su simiente en el suelo, y muy bien que hizo, que ese marrano dejaba el parquet impresentable. Seguirá siendo pecado correrse sin garantizar la posterior limpieza, pero con tener a mano un cleenex, tema resuelto. ¡A sacarle brillo a la zambomba, perillanes, que se os ve con ganas!

Dicho sea de paso. Las mujeres por supuesto también quedan incluidas en la reforma, que en eso de hacerse pajas ya les digo yo que nos dan sopas con honda, y nunca mejor dicho lo de las sopas.

Para rematar, en un gesto de ecumenismo he decidido adoptar las normas alimentarias del culto de Offler, el dios cocodrilo. Retiramos la abstinencia, el ayuno y la prohibición de la carne en viernes, para adoptar como único alimento prohibido el brócoli ¡fuera ese impío brócoli de vuestras mesas, pecadores, que sois unos pecadores!

Y bueno, tengo algunas cosillas más en cartera, pero eso ya lo dejaremos para cuando volvamos de Brasil. Si me disculpan, he quedado con unas feligresas cariocas para que me vayan enseñando los movimientos básicos, que soy de natural torpe (el Señor ¡ay! castiga mi orgullo con confusion de pies) y me llevará un tiempo estar a punto para presidir las jornadas. 

Que Él os acompañe y guíe siempre vuestros pasos (bailones)

pepepepepepe pepepepepepe pepepepepepeeeee
pepepepepepe pepepepepepe pepepepepepeeeee
Um par neginho na strada.
Um par pra ca y pra la.
Vigem que coisa mais linda.
Um par neginho começando a andar,
começando a andar, começando a andaaaaaaaar.


* tu tranquila, S. Mientras esté en mi mano, nadie nos deja sin caldera

jueves, 6 de junio de 2013

BELLEZA





Un día, hace tanto que no recuerdo, volviendo del colegio, me quedé pasmado mirando una mancha de grasa en un charco. La luz y el aire le sacaban reflejos irisados.

Desde entonces encuentro belleza en los sitios más insospechados, en los momentos más imprevistos. En un revoloteo, una piedra, una sombra, en el ir y venir del agua.

Pero no logro que otros la vean. Intento explicarles, señalarla. A lo sumo me dicen, sí, es bonito, o más a menudo, oye, pues es curioso. Normalmente me miran raro. Yo lo siento por ellos

Sólo una vez, una noche, logré que una mujer mirara a través de mis ojos.

Así que, si alguna vez me quedo pasmado delante de ti, como si me hubiera desconectado... tranquila, no me estará dando un ictus. Es sólo que estaré contemplando en ti algo que nadie más puede ver.

O tal vez sí, tal vez un día otra persona te mire igual.

Si sucediera, por favor, sonríele de mi parte, y si te sientes bien, regálale un beso

Que sepa que no está solo.

martes, 4 de junio de 2013

SI YO FUERA PAPA EN LUGAR DEL PAPA ... (I) Marketing y financiación



... y podría serlo, ojo. No hay ningun impedimento en la doctrina al respecto: cualquier bautizado puede ser nombrado Sumo Pontifice. Así que ya me veo con tiara, sandalias pescatoriales y triple corona.

O me vería así si la Iglesia aceptase por fin el reto de la modernidad y se decidiese a sacudirse de encima el polvo de los siglos. Hablan de crisis de fe, de pérdida de valores... ¡paparruchas! Lo que sucede es que Roma no sabe vender su producto.

Señores del colegio cardenalicio ¿quieren volver a ver las iglesias petadas de fieles, el cepillo rebosante de billetacos, las arcas de Roma llenas a reventar, las procesiones tan prietas de público que cueste mover el santo? Pues en el próximo cónclave, no desperdicien su voto ¡EPISCOPHAGUS PONTIFEX! ¡AUR AUR AUR!

Y como primera medida, elegir nombre. Un buen nombre, ya vale de juanes, pablos,  juanpablos, benes... un nombre potente, sonoro, que inspire respeto y devoción... PUTOAMO. PUTOAMO PRIMERO.

Sonoro, molón y fácil para las coregrafías. Las catolicfangirls solo tienen que repetir PUUUUTOÁAA-MO (plasplas-plasplasplas) cuando me vean pasar en el papamov... un momento, segunda orden papal: al desguace con el papamóvil. Basta de fasto y oropel, circularé en una BMW R75 conducida por una monja maciza con recias botarras de motera, hábito escotado y minifaldero y un VATICAN  HELL'S  ANGELS en la espalda. Yo, desde el sidecar, iré bendiciendo urbi et orbi a las multitudes enfervorecidas. Y los obispos pueden seguirme al trote, que están tirando a gordacos y les vendrá bien un poco de ejercicio.

¿Veis por donde van los tiros? La Iglesia no necesita kikos amongolados, catequistas aburridos o canonizaciones multitudinarias. Necesita MARRRRRRRCHA para llenar el redil.

Pensemos en la misa estándar, en su versión supuestamente festiva, cuando la parroquia tira la casa por la ventana y hay musica. O sea, la monja de la guitarra y el coro de señoras mayores desafinando el quealegríiiiiacuandomedijeeeerron ¿eso es una fiesta? #facepalm.

Hay que aprender de las misas Gospel y montar coros en condiciones, que canten con alegría, que le pongan espíritu y te fuercen a mover las caderas y batir palmas. Y en las misas de tarde y del gallo, caña eléctrica y buen metal. Basta de adaptar sosaineces de los beatles, desde ahora sólo buenos clásicos como ACDC, Metallica, Iron Maiden... una iglesia de noche pide guitarras que hagan temblar las cristaleras y calaveras cerca de las velas ¡aprovechemoslo y tengamos llenazo de jevis nostálgicos y metaleros satánicos!. Me diréis que esos no van por la misa, pero una vez dentro ya es cosa del párroco llevarles al la fe ¿o es que tengo que daroslo todo hecho?

Hace poco estuve en una comunión. Cuando los infantes, en traje de novia enana o almirante con chorreras, entraron en la iglesia, fueron recibidos con una cancioncilla sosainas de bienvenida. ¿Porqué desperdiciar las posibilidades del merchandising? Imaginemos la misma escena con los chavalines vestidos de tropas de asalto de Star Wars (blanco, adecuado para comuniones ¿no?) entrando al ritmo solemne de la marcha imperial. Y en las comuniones de postín podríamos alquilar los servicios de Ratzinger vestido de Emperador, esperando a sus huestes al pie del altar. El pobre se aburre en Castelgandolfo, y así se sentiría útil y podría aportar unos dinerillos para las arcas pontificias, tan necesitadas de monetario. Entre eso y un buen acuerdo con LucasFilm sacaríamos unos ingresos muy saneados.

Sería interesante contar para estos eventos con amantes del cosplay que den ambiente, por ejemplo escoltando a los imberbes catecúmenos con los rojos uniformes de la guardia imperial, o en alegre disfraz de wookie. Y ni siquiera habría que pagarles, con poner a la monja de la guitarra (ahora ya sin trabajo) cerca de la puerta esos patéticos pringados dignos jóvenes ya se sentirán felices, nunca habrán estado tan cerca de una hembra desde que les parieron.

Hablando de ingresos, hay otra fuente de negocio que hasta ahora ha sido ignorada olímpicamente por el Vaticano. El Índice de Libros Prohibidos. No, no he bebido demasiado vino de misa, pensadlo un poco.

¿Qué ha pasado con las obras condenadas por el celebérrimo Índice? Que se han convertido en BestSellers. Ya sea el Sidereus Nuncius, el Origen de las Especies o El Capital, todos ellos fueron condenados y todos ellos fueron éxitos de ventas. Ojo, no de lectura, de ventas, que es lo que le mola a los editores. Así que no cuesta mucho darse cuenta de que un buen agente literario tendría interés en que el Papa condenase furiosamente alguna obra literaria de sus representados, o por el contrario alabara con entusiasmo la firmeza doctrinal de las obras de la competencia, porque el público no sabe mucho de latines, pero si declaras que una obra es felizmente conforme al dogma, a todos les sonará a ladrillo amuermante.

Quien dice libros dice pelis o música. Lás páginas de crítica cultural de L'Osservatore Romano pueden convertirse en una mina de oro, solo hay que negociar bien los acuerdos y si de algo saben los obispos es de componendas bajo mano así que ¿a qué estamos esperando? ¡Si ya lo estamos haciendo a diario, anatemizando cualquier cosa mínimamente divertida, pero sin cobrar por ello!

Las canonizaciones también pueden dejar unos réditos interesantes. Pongamos un precio razonable, un beato por 5000 euros, un santo por 7500 de nada ¿quién se negaría a tener un familiar en los altares por unos dinericos de nada, que te puede adelantar cofidis? Y si luego sus cobradores te rompen las piernas, resignación hijo mío, piensa que te están apaleando por la fe.

Me diréis que así podría canonizarse a gente indigna pero, entre nosotros, así en petit comité, si ya hemos beatificado a una sádica sanguinaria como Teresa de Calcuta o canonizado al hideputa de Cirilo de Alejandría, un pecadorcillo más o menos tampoco debería preocuparnos. Total, el señor ya reconocerá a los suyos ¿no?.

domingo, 12 de mayo de 2013

LA CHICA DE LA VENTANA


Tengo muchas amigas. Tengo algunas muy buenas amigas. Y tengo una Amiga. Con mayúscula.

Hace tres años (y tres días, por ser precisos) yo escribía (casualmente) sobre mujeres, y ella puso un comentario. Me gustó. Su nombre enlazaba a un blog y lo seguí.

Así llegué a la Ventana. Así supe por primera vez de Teresa.

La imagen de la mujer tras la ventana, observando el mundo con interés, me gustó. Leí algunas entradas y me gustó también lo que fui viendo: su modo de escribir, su elegancia al narrar reflejos de su vida sin alardear ni exhibirse. Y su firmeza.

Poco a poco fuimos interactuando. No es que nos buscáramos, pero encontrarme un comentario suyo, o su respuesta a uno mío, era refrescante. Luego ambos abrimos cuenta en twitter y empezamos a seguirnos, a hablar más a menudo. Y un día alguno de los dos (no recuerdo cuál) dijo ¿porqué no quedamos? Dicho y hecho.

Estaba muy nervioso cuando llegué, era la primera vez que quedaba para desvirtualizar, y me daba miedo decepcionarla, porque me parecía una persona muy especial. No sé si se me notaba mucho, pero sospecho que sí. Cuando la vi me sorprendió que fuera tan alta, me la hacía tirando a bajita. Sonrió, le di un abrazo y nos fuimos a cenar.

No fue como si estuvieramos conociéndonos en ese momento. Fue... ¿sabéis esa sensación de familiaridad, cuando quedas con un viejo amigo y os ponéis al día? Algo así. Hablamos, nos reímos, nos contamos mil cosas... la tarde y la noche se nos pasaron volando. La acompañé al coche, hicimos propósito de volver a vernos en un par de semanas y nos abrazamos, esta vez ambos. Un abrazo intenso, largo.

Mientras volvía a casa me sentía un poco asombrado. Acababa de conocer a mi mejor amiga.

De ese día hace casi dos años. Lo que nació de forma inesperada se ha convertido en una relación como nunca esperé tener. Una relación que me ha enriquecido de muchas maneras. No voy a decir qué he podido aportar a su vida, porque eso, si acaso, debería decirlo ella. Sí os diré qué regalos he recibido. Bueno, sólo algunos de ellos, porque son muchos.

He recuperado el gusto por la lectura: llevaba un tiempo desganado y Teresa me volvió a despertar el placer de leer . Aunque ya se me ha calmado un poco la fiebre inicial, vuelvo a disfrutar de los libros como hacía mucho tiempo. Sobre todo tras redescubrir de su mano a Galdós.

(y compartimos un secreto de lectura, algo tan, tan exclusivo que he sido incapaz de encontrar ni una sola referencia en toda la puñetera red, y ahí me callo y os dejo con la miel en los labios)

Sin pretenderlo, me ha dado algunas lecciones de escritura. Me quito el sombrero ante ella: con una frase dice mucho más que yo con diez párrafos. Cuenta sin decir, y a veces dice más con lo que no escribe que con lo que escribe. Es zen donde yo soy barroco.

(También es una excelente fotógrafa, tiene instinto para buscar una imagen y plasmarla. Incluso sus autofotos parecen de estudio)

Es una chef excelente y le ha dado un buen revolcón a mis perezosas papilas gustativas. He probado una buena cantidad de exquisiteces, incluyendo deliciosos paseos por la cocina francesa.

Con ella regresé a Barcelona, más de 20 años de la última vez que pisé la ciudad Condal. Unos días relajados, reencontrandome con una ciudad maravillosa paseando a su lado.

Me ha ayudado a ser un poco más organizado, menos disperso, menos caótico. A darle importancia a las cosas importantes.

Nos hemos lanzado juntos (ella primero, yo a su rueda) por los procelosos caminos del pan artesano, y ahora me da un poco de grima comprar pan antes que hacerlo con mis manos. No hay color.

También a su rueda me uní a YELP y eso me ha abierto la puerta a un montón de gente maja de verdad y lugares insospechados.

Podría seguir, pero lo más importante de nuestra amistad hace palidecer el resto: confianza. Confianza total. No la que te da quien se queda en tu lado más positivo, sino la que consigues con alguien que sí, disfruta lo bueno de ti, pero no duda en darte una buena colleja cuando la mereces y espera de ti la misma sinceridad. Alguien con quien compartir momentos geniales, llenos de risas, complicidad, abrazos... pero también los difíciles, los amargos, con la misma cercanía. Sin medias palabras. Sin muros.

(Y como regalo extra, me he encontrado con el cariño de su perrita, Lea, la más adorable, acariciable, besable y achuchable westie a este lado del Mississipi)

No me faltaban motivos para ser feliz antes de conocerla. Ahora tengo uno más: mi Amiga. Mi mejor amiga. La que me perdonará el que ahora le saque los colores, porque sé que cuando lea esto se pondrá como un tomate.

Mi vida es un poco mejor desde que te conozco, Teresa. Gracias.

Te quiero, larguirucha.

sábado, 27 de abril de 2013

PREFIERO LA DULZURA


Los pocos que me conocen de cerca saben que comparto los planteamientos del sex positive. Dado que la mayor parte de mis lectores no están en ese caso, aclararé que ese concepto se refiere a la libertad de expresar, celebrar y disfrutar tu sexualidad de forma abierta, sin miedo ni vergüenza, siempre dentro del respeto a las demás opciones y sobre la base del consentimiento entre adultos responsables.

Bueno, pues a riesgo de ser señalado con el dedo y atraer sobre mí miradas hostiles, desprecio social y esputos callejeros, voy a hablaros de mis aficiones.

Y no, no me refiero al aeromodelismo ni la filatelia. Pero sé que voy a desilusionar a buena parte de mi público, ya que no soy ningún gurú de las tendencias sexuales más de moda.

Como el empotramiento, tan mentado y festejado desde hace un par de años. Reconozco que el propio término mola, hace innecesarias las explicaciones, las gráficas y los libros de instrucciones. La sencillez encarnada en polvo: rabo dentro y a culear con enérgicos empellones gluteares. Pero...

... no tengo nada en contra de los 100 metros lisos, es una carrera potente y espectacular, muy mediática, que dura entre 9 y 10 segundos. Un poco más si hablamos de la de 200. Y eso es el empotramiento, un metisaca de velocista cachas. Y si es lo que pide el cuerpo, perfecto, pero reducirlo todo al sprint final resulta muy pobre. Para mí el empotrador de oficio es, como mucho, un mal follador bien disfrazado, y la (o él) que sueña con verse empotrada (-ado) ha visto demasiado porno o tiene demasiada ganas atrasadas.

El empotramiento está sobrevalorado. Hala. Yastá. Lo dije. Contra mí las piedras.

Hablemos del bondage,  otro término muy de moda. Aclaro, ante todo, que las puñeteras sombras esas son una birria. Mis amistades aficionadas al BDSM lo consideran una mala novelucha rosa repintada de topicazos, porno light para vainillas maricomplejines que quieren aparentar modernidad. Yo, personalmente, sospecho que la compradora* (que no lectora) usual de esa trilogía adquiere el libro para pasearlo bajo el brazo y que las vecinas, al ver el título, digan, halaaaaaaaa, lo que va leyendo esaaaaaaaaaa, menuda guarronaaaaaaaa.

El bondage verdadero no va de azotes, de posturas extremas ni de dolor. Va de relaciones de confianza y de inhibiciones, de descargar responsabilidades, de entregarte y aceptar, todo ello con un sentido de la belleza notable y ciertas dosis de fetichismo.

De nuevo un pero. No necesito sometimiento para sentir confianza, no me gusta la idea de controlar a otra persona, aunque ella disfrute al dejarlo todo en mis manos. El placer estético que puedo sentir se ve coartado por mi angustia ante la inmovilidad forzada, y no me ayuda saber que la persona inmovilizada no siente esa angustia, la mía es demasiado fuerte, la proyecto y vuelve a mí.

En cuanto a fetiches, bueno, todos los tenemos pero los míos no incluyen tanta parafernalia.

Como he dicho, no estoy de moda. Y podéis llamarme cursi, mariquituso o nenaza. Mi opción es la dulzura.

La dulzura no es brusca. Está en el contacto más leve, en la caricia más suave.  

A veces la siento incluso antes del contacto: mis yemas se han vuelto más y más sensibles con los años y basta notar el calor de la piel justo antes del roce para sentir una suave descarga. Electricidad bajando por tu cuello, guiándome hacia tu lóbulo.

Es confianza. Plena, sin ambigüedades. Por eso va mucho más allá de las manos, más allá de la piel. Una confianza que borra los límites y convierte cada encuentro en una primera vez, y al mismo tiempo sigue siendo la primera vez.

Viajo por un paisaje familiar, no necesito mapa para caminar tu cuerpo. No me serviría, cada vez el camino es diferente. La orografía de tu piel cambia bajo la caricia. Mis dedos encuentran nuevos senderos, mis labios los recorren lentamente, atesorándolos, aunque sepan que mañana los senderos habrán cambiado. Y de pronto, en mitad del camino, un estremecimiento te recorre, y a tu sorpresa se suma la mía, porque se extiende desde mi piel por todo mi cuerpo.

No es tibia. Es un fuego que nace lentamente, apenas una brasa incandescente, pero crece sin cesar y nos atraviesa hasta los huesos. Bastaría un movimiento torpe para apagarlo, pero ambos sabemos como avivarla, sobre todo pasado ese límite más allá del cual cuanto más leve es la caricia, más ardiente es la ola que nos recorre.

Bajo lentamente por la curva que lleva a tus muslos. Me pierdo entre ellos, beso tras beso, y a cada uno le sigue un nuevo temblor, hasta convertirse en una lenta explosión, y soy yo el que tiembla al sentir tu placer en mis labios, tu calor en mi boca.

No necesita ataduras, si quieres sujetarme te basta una sonrisa para dejarme a tu merced, para que tus labios y tus manos me incendien, o tal vez me guíen a ti.

No hay caricia más intensa que compartir tu vientre mientras tus labios buscan los míos, sentir como tu vulva me toma, y también me besa. Entrar lentamente en tu cuerpo, deleitándonos en cada pliegue, en cada llamarada. Olvidar donde acaba tu piel y empieza la mía.

Siempre es distinta, a veces suave de principio a fin, otras intensa, hasta volverse un frenesí en que nuestras caderas se pierden, se enlazan y vibran, danzando enloquecidos hasta caer sin aliento, porque ese incendio ha crecido por todo nuestro cuerpo, y nos abrasamos por entero.

No desdeño otros modos de amar. No hay un manual, ni una norma estricta. A veces sí, el cuerpo solo pide caña y dejarse llevar así es maravilloso: no hay nada de malo en un polvo potente y cuando surge lo disfruto. Como no hay nada malo en un rato de caricias furtivas y traviesas cuando la ocasión es propicia. La pasión lo abarca todo, la disfruto de mil formas y si otras personas disfrutan de alguna distinta a la mía, yo, sabiéndolo, disfruto con ellos.

Pero conozco mi camino. El que puedo recorrer a ciegas. Si debo elegir, reivindico la dulzura.

*Porque hablamos de un producto lanzado para el público romántico-femenino, una variante más de las novelas con cachas depilados y vientre chocolatinado en la portada. A los highlanders, piratas, bandidos, vikingos, vampiros...  se suman ahora los millonetis aficionados a petar culetes y tirar de correas.