Mujer iroqués

miércoles, 25 de septiembre de 2013

HIJOS DE TIRO (I) Gentes que hablan.


Cuando nos enseñan Historia, los libros suelen hablar de grandes civilizaciones que se expanden, colisionan, se suceden unas a otras... los babilonios derrotan a los asirios, los egipcios levantan pirámides, Grecia se enfrenta a Asia, Roma derrota a Cartago y domina el mundo... pueblos gigantes con nombres gigantes como Hammurabi, Ramsés, Asurbanipal, Pericles, Alejandro, César... y en medio, casi inadvertida, alguna alusión a los fenicios, por aquello de que fundaron Cádiz.

Es normal que los habitantes de Sidón y Tiro pasen desapercibidos, no hay siquiera un estado al que podamos llamar Fenicia. La franja costera del Líbano era un puzzle de ciudades-estado independientes, que nunca se avinieron con un poder central. No levantaron imperios, su arte no es demasiado original (en realidad resulta bastante soso) y su arquitectura no alcanza ni las dimensiones de la egipcia ni el refinamiento de la griega. Son simples mercaderes que no dejaron nada perdurable, más allá de algunos nombres dispersos por la geografía mediterránea.

O quizás sí lo dejaron. 

Mientras lees estas líneas estás usando el legado de los fenicios. Su regalo más perdurable, tanto que nos acompaña desde que tenemos uso de razón hasta el día de nuestra muerte: el alfabeto. Sí, se supone que nuestras letras derivan de las griegas con algunas adiciones romanas y carolingias, pero no es exacto. Los ideogramas y, sobre todo, el concepto del alfabeto fonético, no surgieron en Grecia, sino en las ciudades de Canaán. Los griegos, bien es cierto, añadieron algo que los fenicios no utilizaban, las vocales, pero sólo mejoraron el invento, no lo crearon.

Podríamos pensar que no tiene tanto mérito, a cualquiera podía habérsele ocurrido, pero no es tan sencillo. De hecho es sorprendentemente difícil. Los egipcios construyeron su escritura asociando objetos a sonidos, de modo que el sonido i se representa con un junco, porque el junco se llama iod. Por su parte los pueblos mesopotámicos usaban grupos silábicos derivados de símbolos gráficos (la palabra mano surge como la evolución-descomposición en trazos cuneiformes del esquema de una mano). Sólo los cananeos comprendieron la utilidad de un sistema basado en el sencillo concepto de un símbolo para un sonido. Sencillo, fácil de aprender, cómodo de usar. Práctico, como ellos.

Esa es su herencia: un medio de comunicación que, casi tres mil años después, sigue siendo insuperable. ¿Paradójico? ¿Un pueblo menor, apenas una nota al pie de página de los grandes imperios, descubrió la mejor forma de escribir?. Pero mientras otros se enriquecían saqueando y sometiendo, los fenicios medraron negociando, es decir, comunicándose. Es una bella justicia histórica que usemos una herramienta creada por gentes cuyo medio de vida era entenderse con todos. 

Literalmente. Con todos.

Los hebreos dividen el mundo en dos categorías: ellos y los enemigos. Enemigos de su Dios, enemigos de su pueblo, enemigos de sus jueces, reyes y profetas. La Biblia, a partir del paso del Mar Rojo, es una lucha de exterminio entre las doce tribus y el resto del mundo... salvo los fenicios. Los hijos de Tiro y Sidón comercian con los hebreos, hablan con ellos, les ayudan en momentos difíciles y, sobre todo, les enseñan. El Gran Templo de Salomón es la obra suprema de Hiram, el tirio. Sus techos son de cedro libanés, sus lámparas son forjadas por orfebres cananeos. Los barcos de Sidom traen aceites perfumados y ungüentos para contentar a Jahvé. Hay amistad entre los navegantes y los descendientes de Abraham. 

En el turbulento Egipto del Tercer Periodo, entre luchas de poder y tensas treguas, no se ve con buenos ojos a los extranjeros, pero los fenicios tienen una floreciente presencia en Menphis, y reciben permiso para edificar un templo a Melkart. Hasta los reyes Ptolemaicos nadie más tendrá un privilegio así.

Por el mar Rojo los barcos llegan a la India. Remontando las costas europeas alcanzan las islas más lejanas, donde el agua, según sus palabras, se vuelve gelatinosa y luego dura. Atraviesan el mar Negro para comprar miel, pieles y trigo en Crimea, y, habiendo oído que más al norte se encuentra el ámbar, sus pequeños gaulos, apenas cáscarones de 12 a 15 metros, alcanzan las costas del Báltico. Más allá de las columnas de Hércules o de Etiopía navegan tan hacia el sur que nadie les cree. 

Y en todas partes, les entienden. A veces llevan o encuentran intérpretes, pero no es posible conocer todas las lenguas del mundo, y necesitan entenderse, sea como sea. Fondean en tierras extrañas, y las primeras veces que arriban probablemente les reciban con hostilidad o miedo. Pero a la larga la curiosidad vence,  los marinos desembarcan, y hablan. Aunque no conozcan las palabras: no las necesitan.

Los navegantes exponen en la playa sus mercancías. Herramientas y armas de bronce, cuentas y collares, alfarería, telas*, perfumes... Al lado ponen pequeñas muestras de lo que buscan: trigo, aceite, oro, plata, cobre, estaño, tal vez marfil, ámbar, maderas de olor, resinas... Los nativos observan y buscan lo que piden los comerciantes. Lo traen y lo ponen junto a las mercancías. Si las cantidades son suficientes, los fenicios lo aceptan. Si no es así, esperan o incluso hacen el amago de recoger sus bienes. Si los habitantes creen que los marinos piden demasiado, se van mostrándose desdeñosos... y así se pasa del simple trueque al regateo, que acaba por ser un aliciente más de la transacción. Cuando todos están contentos, el trato se cierra y se celebra con risas y abrazos. Puede que los mercaderes abran un ánfora de vino y ofrezcan una libación a sus anfitriones. 

Decimos fenicio como sinónimo de agarrado, tacaño, incluso estafador. Nada más falso: los marinos saben que un día volverán a estas costas, si no ellos tal vez sus hermanos, sus hijos, sus vecinos... No hay estafas, todos deben quedar contentos, o el próximo barco no será bien recibido. Y del entendimiento obligado acabarán por surgir lazos, poco a poco. Con el tiempo la llegada de los navegantes será acogida con alegría y fiestas, y se les despedirá con buenos deseos y ánimos para el regreso.

Porque no roban. No saquean. No usurpan. Ellos hablan y negocian.


*Donde la ropa es de color crudo, a lo sumo azulada o rojiza, el fulgurante púrpura de las telas cananeas es una visión de otro mundo. Su tinte, extraído del murex, no ha sido superado ni con las modernas anilinas.

viernes, 6 de septiembre de 2013

DIARIO DE LA PATERNIDAD RESPONSABLE (XVII) Desembarrancando (menudo veranito)


Pues lo logró. Suspendió cuatro y las ha aprobado todas.

Mejor dicho, lo logramos. Porque aquí los mendas hemos sudado bastante.

Hay que reconocerle, eso sí, que es un alumno coherente, porque suspendió sólo la gramática. Las gramáticas. Las tres: castellana, inglesa y francesa. Y plástica. Alucino. Plástica.

¿Cómo se puede suspender plástica? es como suspender... no sé, alternativa... o el recreo, me dice MJ. Pero cuando veo su libro de plástica, lo entiendo. No es que yo le hubiera suspendido, es que le habría mandado a galeras. Y habría recomendado que le dieran un remo malo. Borrones, tachones, ni un ejercicio bien resuelto... en fin. Quiero creer que al menos durante las clases se dedicaría a ligar, que no perdía el tiempo del todo, del todo, pero vaya usted a saber.

Sea como sea, ya ha descubiertoque si haces el canelo durante el curso te quedas sin veranito. Bueno, salvo el campamento, pero es que esas también eran nuestras vacaciones: diez días sin niño para coger fuerzas. Y las necesitábamos, porque las buenas intenciones, el arrepentimiento y el propósito de enmienda le duraron lo que tardó en empezar la academia. Por las mañanas, clases de inglés y lengua, por la tarde francés con su mami y plástica con su papi. Luego ampliaron el horario de academia para incluir el francés y las tardes quedaron disponibles para repaso de las gramáticas  y luego plástica ¡hale, a reforzar los lazos padre-hijo!

Si me hubieran dado diez céntimos por cada tarde que aquí el muchacho encaró el trabajo de buen humor y mejor ánimo ahora tendría... ¿alguien me presta diez céntimos, porfa? prometo no gastarlo en vino.

¿Cómo explicártelo, hijo mío? eres TÚ quien ha suspendido, TÚ quien iba sobrado, TÚ quien tiene que estudiar y, sobre todo, TÚ quien tiene que examinarse. Así que cierra esa boquita, deja de quejarte y trázame de una puñetera vez esa bisectriz.

Porque esa es otra, no para de quejarse y protestar de lo injusta que es su vida y lo crueles que somos, sobre todo yo, que no le dejo ver suficientes simpsoms. Creo que me he ganado sobradamente el título de Ogro Honoris Causa por la universidad de Springfield.

Sumemos a todo ello las hormonas. Rebosan, se le notan  a simple vista, se huelen en el ambiente. Y por cierto ¡qué mal huelen los adolescentes! y qué fobia a la ducha, prácticamente hay que encañonarle para que se duche (y luego para que salga, quizás la fobia sea a atravesar la puerta de la ducha). Lo sé, las hormonas no son culpa suya y le alteran un montón, pero estoy seguro en un 99% de que el tema de la ducha no es patológico. Ni la torpez...

Mejor me callo. Si la torpeza es hederitaria, la suya es culpa mía, porque yo soy un completo manazas. La gente no suele fijarse en ello porque me he disciplinado con los años (ah, esos retiros en el Tibet, aprendiendo con mis hermanos ShaoLin a sacar mi yo interior y ser uno con el universo...) y soy ilustrador, se me presupone que soy habilidoso. Pues no, a veces parece que en vez de dedos tengo pezuñas, y mal usadas.

Pero ya está. Logré introducir en su mollera las nociones básicas de plástica, estudió sin parar durante dos mesecitos y hoy por fin recogimos su boletín de notas. Hemos sacado la nave de los arrecifes y podemos continuar la travesía. Además ahora D conoce las consecuencias de confiarse en exceso y, al mismo tiempo, ha visto que el esfuerzo compensa. Porque no ha aprobado, no: ha aprobado con nota, incluso ha subido la media. Su  tutora me decía esta mañana es para matarlo y tiene razón.

... deberíamos planteárnoslo seriamente, si lo matamos ahora nos vamos a ahorrar un potosí en libros... nchts... creo que ahora mismo su madre ya habrá salido de la librería donde iba a encargarlos... pues nada, ya habrá otra ocasión el año que viene.

Otra cosa buena es que este verano D ha aprendido a captar las indirectas. A la vuelta del insti ha iniciado una conversación en la línea y ahora que lo he aprobado todo tendré un premio ¿no?. Como quien no quiere la cosa yo he comentado lo que nos han cobrado por la academia de repaso y, con notable agilidad de cintura, el muchacho ha cambiado de tema.

Y eso es todo de momento. La semana que viene empieza el nuevo curso. Nuestro alegre sinvergüenza de ojos claros pasa a 2º, con el ánimo alto y las asignaturas de gramática bien repasadas. Ha sido un verano duro, pero ya se ha terminado.

Parcheado y calafateado, el bote de la paternidad sigue su marcha con buen viento. Seguiremos informando.

P.D: Sí, soy un fan de Guillermo Brown. No sé si ahora estaré pagando por todo el deleite que me produjeron sus aventuras, en plan reajuste del karma cósmico, pero si es así lo doy por bien pagado.

domingo, 1 de septiembre de 2013

ALGUNAS RECOMENDACIONES Retomando la afición gracias a Don Benito



Hace poco mencioné que alguién me ha ayudado a recuperar mi gusto por la lectura. No es que lo hubiera perdido, pero no lograba encontrar el placer que sentía tiempo atrás. Quizás porque he leído muchos textos áridos por cuestiones profesionales, llenos de información, pero bastante alejados de aquello que nos hace meternos en un libro y perder la noción de las horas. Tal vez porque se publica demasiada morralla aupada al podio de los superventas a fuerza de promoción machacona. Puede que influyera la saturación de oferta, porque gracias a la red hay muchísimas más obras a nuestro alcance, y eso hace muy difícil seleccionar, por puro mareo.

Sea como sea, mi amor por las páginas ha reverdecido, y lo hizo de la manera más sencilla: volviendo a los clásicos, y más en concreto a Galdós.

Como mucha gente de mi quinta, lei los Episodios Nacionales de chaval. Como mucha gente de mi quinta, tenia un recuerdo muy vívido de la primera serie, la correspondiente a la Guerra de la Independencia. Es normal que sea así: Trafalgar, Bailén, Zaragoza, Gerona... son un retrato crudo y majestuoso de una gesta inmensa, un homenaje no a las grandes figuras (que están y son retratadas con un vigor increíble, la muerte de Churruca a bordo del San Juan Nepomuceno es un buen ejemplo) sino a la gente sin apellidos rimbombantes, al soldado de a pie que muere sin saber porqué, al pueblo arruinado y engañado mil veces, y aun así dispuesto a darlo todo, al campesino, al mulero...

Tenía frescos esos recuerdos, así que opté por pasar directamente a la segunda serie y empezar mi relectura con las andanzas de Monsalud, que tenía (raro en mí) casi completamente olvidadas. Para mi gozo Galdós despliega un tapiz fantástico de personajes tan vibrantes que es casi imposible no sentirles vivos más allá del papel. Empezando por el protagonista,  el joven revolucionario, hilo conductor de la saga, que sospecho esconde mucho del propio autor. Lleno de valor e ilusiones, y al mismo tiempo con una fría lucidez que día a día le entristece el ánimo, ante una realidad que nunca será la que sueña, hasta su desengañada madurez. Le vemos cambiar, crecer, y al final convertirse en un hombre cansado que ya solo busca cerrar las viejas heridas, saldar sus cuentas y buscar, de ser posible, el amor que se ha negado en nombre de ideales que ya no son más que palabras gastadas. Está muy lejos de los héroes de una pieza tan usuales en la novela moderna, que esconden su romanticismo tras una capa de cinismo, porque Monsalud es tan sincero en su entusiasmo como en su desengaño.

Desengañado es también el caracter de su hermanastro, el recio Navarro, tan ardiente en sus convicciones como su enemigo, tan enamorado y desesperado como él, y al final tan cercano que cuesta no entender el dolor de una vida desperdiciada por su brutal sinceridad.

Sincero, paradójicamente, es el antihéroe por excelencia, el miserable Juan Bragas, al que Galdós de pronto cede la palabra durante dos novelas, dejando que un rastrero tiralevitas retrate en toda su inmundicia la corte de Fernando VII. Y así vemos como va dando bandazos el canallesco Pipaón, siempre al sol que más calienta, primero absolutista, luego ferozmente absolutista, transfigurado en ardiente masón, después defensor a ultranza del alboroto y las libertades, para volver a su papel de fernandista acérrimo, a punto de caer en el carlismo para hacerse cristino al primer cambio del viento... y sin caer nunca en la caricatura absurda, porque incluso ese miserable es mucho más que un cliché y puede tener un arranque de decencia.

Decente es el final de Sarmiento, el fanático y desagradable maestro de escuela, apenas un secundario de relleno cuya bajeza me llevó a odiarle. Pero a la hora de morir es capaz de redimirse y, literalmente, me dejó llorando hasta tener que parar la lectura y continuar después con más calma.

Gente cotidiana y sencilla, como don Benigno Cordero, a quien llaman héroe por cumplir su deber ciudadano sin alardes ni afan de gloria, y que nos da ejemplos sobrados de rectitud y honestidad sin caer en la moraleja, o Solita, tan abnegada y gris, pero capaz de crecer poco a poco ante nuestros ojos hasta apagar cualquier otro brillo a su alrededor.

Y Genara. Donde Solita nos conquista casi sin darnos cuenta, Genara nos estremece con su pasión. Una mujer llena de sombras y luces tan difícil de catalogar que cuesta incluso decidir si debemos considerarla buena o mala. Es demasiado fuerte para caber en una etiqueta.

Quizás eso es lo que más me sacude al leer a don Benitos: sus mujeres. No diré sus personajes femeninos, porque resultan demasiado sólidas como para ser comparsas. Solita y Genara son mucho más que las enamoradas de Monsalud, son mujeres enteras que, cada una a su manera, sobreviven contra un mundo que las niega el derecho a ser ellas mismas. Y eso escrito en una época en la que los personajes femeninos son simples adornos para que las pasiones se desencadenen a su alrededor, sin voluntad propia ni capacidad de decisión.

Galdós ama a las mujeres por lo que son, y las retrata como las ve: reales y vivas, no simples adornos ni excusas narrativas. No sólo a las principales, porque todas y cada una pisan con fuerza, como Nazaria la Pimentosa, a la que casi podemos oler en su zafiedad, y cuyo cerrilismo es mucho más que un cliché, pese a ser apenas un personaje lateral de una trama secundaria.

Y por si fuera poco, la construcción del escenario, apenas unas pinceladas en cada momento, pero suficientes para que nos movamos sin dificultades por los montes de la Cataluña rural, los barrios más míseros de Madrid, las casonas señoriales medio desvencijadas, los corredores del Palacio Real, los caminos rurales, las fondas... No necesitamos conocer el carácter de Don Feliciano: su casa agrietada, polvorienta y aplastada de armarios reventando de legajos grasientos basta para que sintamos asfixia y deseos de buscar la calle.

Sumadle una narración llena de idas y venidas, donde no se repiten las fórmulas literarias ni los estilos y en donde a cada vuelta podemos encontrarnos con que el protagonismo ha pasado de una mano a otra, sin juicios morales ni sentencias absolutas, y un retrato implacable de España que un siglo y medio después sigue siendo de la más triste actualidad y entenderéis el porqué de mi entusiasmo. Galdós me sumerge hasta el punto de que me veo en sus caminos, comparto tertulia con sus protagonistas y casi siento en la boca sus alimentos. 

No recuerdo que en nuestras clases de literatura se le diera demasiada importancia. Se mencionaban sus episodios con los tópicos al uso (el gran friso narrativo etc, etc...), algunas alusiones a Miau y a Doña Perfecta y poco más. He tenido que dejar pasar 30 años para descubrir al que, probablemente, sea el autor más sólido, completo y fértil de los últimos tres siglos.

Ahora mismo voy arrancando la cuarta y última serie de los Episodios, y luego pienso leerme el resto de su obra. Voy alternando con autores de todo tipo y obras variadas, para no embriagarme, pero tengo muy claro que mi renovado afán devorador se lo debo a este alegre canario enamorado de mil mujeres, de mirada penetrante y pluma implacable. 

Gracias, maestro.

Y gracias a ti, Teresa, por el empujoncito.


sábado, 20 de julio de 2013

¡¡¡¡¡DE PARTE DE LA SAGRADA TETEEEEEERA, SE HACE SABEEEEEEEEEEERRRRRRR.....!!!!!

... Que el 30 de mayo de 1919 Su Católica y Graciosa* Majestad Don Alfonso de Borbón, llamado también Alfonse XIII El Africano, Rey de España, Conde de Barcelona y Protector de Jerusalén, acompañado de la familia real, el gobierno en pleno y otras autoridades civiles y religiosas, consagró España al sagrado corazón de Jesús. En dicha ceremonia realizada en el Cerro de los Ángeles en Getafe se instauró a Jesús como rey de España.

... Que  en fecha más cercana, en el año del señor de 1965, Francisco Franco, Caudillo de España por la Gracia** de Dios, llamado también Paquita la Culona*** y El del Culo Blanco, repitió dicha ceremonia poniendo así los destinos de la patria bajo el dulce abrazo de Jesús...

... y que a fecha de hoy, en el Año del Señor de 2013, y como fundadores del Muy Esclarecido Culto a la Tetera de Bertrand Russell,  consideramos que no podemos ser menos...
 ... y por ello anunciamos nuestra libre decisión de consagrar España a algo. 

Así que, queridos niños y niñas...

Como acto de visibilización de que en la España del siglo XXI la iglesia sigue teniendo una posición que no le corresponde y que cuenta, como en 1919, con los poderes públicos como fieles sirvientes, procederemos a consagrar España a la verdadera, única e imaginaria Tetera de Bertrand Russell. La ceremonia se realizará el día 27 de julio a las 19h y, por no ser menos que don Alfonso, también  se celebrará en el centro geográfico de la península.

Dado que la virgen del Rocío ha fracasado en su intento de sacarnos de la crisis, demos una oportunidad a la Tetera. Para ello invitamos a todos los seguidores del resto de verdaderas religiones ficticias, y a quien libremente quiera, a unirse a nosotros en este acto, para mayor gloria del ateísmo y el escepticismo. Y por echarnos unas risas.

Que el Fervor por el Hervor sea con vosotros y que su Sagrado Vapor os Proteja.

* La campechanía le viene a Juancar de familia, se ve que su abuelo también era muy dado a las gracietas, ya se sabe, bromas telegráficas y risas a costa de los jovenes enviados a morir a África, alegres escapadas a costa del erario público... lo normal en un Borbón.

** Otro graciosete. Qué perra tienen algunos con hacer cuchufletas a costa del españolito de a pie.

*** Ojo, apelativo que le fue otorgado por sus viriles compañeros militares, y más en concreto por Millán Astray, luego nadie puede ni debe ofenderse, es más, debiera ser recordado con orgullo por sus fieles corifeos.

lunes, 15 de julio de 2013

DIARIO DE LA PATERNIDAD RESPONSABLE (XVI) ¡¡¡¡Catacrash!!!!


Pues ya llegó el final del curso (bueno, en realidad llegó hace unas semanas pero es que he tenido un largo episodio de pereza escribana que espero sabréis disculpar)

Y con el final del curso llegó... el naufragio.

Así, tal cual. Nuestro hijo navegaba confiado, porque iba recuperando sin demasiado esfuerzo las asignaturas pendientes (decía), los últimos exámenes iban bien (decía), su letra habia mejorado notablemente (decía)...

... y nosotros mirándole remar despreocupadamente hacia los arrecifes. Porque claro, cuando remas das la espalda a lo que tienes frente al bote y como no lo lleves derecho... Pero esa es una de las partes chungas de educar a tu grumete: a veces sólo puedes mirar, mordiendote la lengua para no gritar ¡vira a babor, leches, QUE TE ESTRELLAS!

Dejas que se estrelle. Ya no puedes remar por él, y si el único modo de que aprenda a hacerlo es pegársela, tienes que ver cómo lo hace y, como mucho, tener a mano el botiquín.

Cuando llegó a casa entró hecho un trapo, creo que se esperaba... no ya la madre de todas las broncas, sino un patíbulo, o las maletas en el descansillo o... no hubo nada de eso. Lo que había que decirle ya se lo habíamos dicho antes, ahora ya sólo queda asumir las consecuencias y tirar adelante. Y si tenía que darse un trastazo en el instituto, prefiero que haya sido ahora y no dentro de un par de años. Es más fácil enderezar las cosas al comienzo, no cuando ya estamos a mitad de camino. Porque enderezarse, se van a enderezar.

Sí, hemos sacado el látigo, después de todo.

Bueno, sin pasarnos demasiado, que no le vamos a llevar a galeras. Pero tiene que entender que si se equivoca, la responsabilidad de sus equivocaciones es suya y las consecuencias también. Y en este caso las consecuencias son que se ha quedado sin verano. Lo malo es que nosotros también, pero es lo que hay, no podemos abandonarle en una gasolinera con una mochila de libros y recogerle a finales de agosto confiando en que haya estudiado.

Y así quedan sus jornadas veraniegas: academia por las mañanas para ... y ..., repaso de ... con mi chica por las tardes, y clases de ... conmigo en los huecos. Descanso los findes y un paréntesis de relax cuando se vaya al campamento (relax para él y para nosotros, qué leches).

La primera semana pasó con algunas protestas veladas. La segunda ha ido mejor, parece que asume que las cosas son como son y las protestas no van a ser bien recibidas. Eso no significa que no haya tensión, porque tenemos un morlaco de 1'72  hormonado y tenso, y raro es que no haya alguna bronca, pero dentro de lo que cabe la cosa va fluyendo.

(Aunque su dormitorio sigue pareciendo un campo de batalla. Es asombroso, lo recoge y, apenas te das la vuelta, vuelve a recordar Stalingrado tras el final del asedio)

Y bueno, a punto de cumplir los 13 años y con ciertas zonas de su anatomía ya bien peludas tenemos que hacernos a la idea de que estamos entrando de lleno en la fase más divertida de la crianza. Adiós a la feliz preadolescencia ¡bienvenidos a la adolescencia con todas sus letras! ¡seguro que nos encantará!

Sólo por curiosidad ¿alguien quiere adoptar un treceañero guapo, saludable y crecido? La oferta incluye ajuar, mortadelos en grandes cantidades y unas dos toneladas de piezas de lego. Precio negociable. Interesados, manden un email al correo de este blog.

Seguimos navegando, con algunas vías de agua, pero seguimos.

domingo, 23 de junio de 2013

SI YO FUERA PAPA EN LUGAR DEL PAPA... (II) Cambios Doctrinales



Nos, MasterFucking the First, Pontifex, Pastor del rebaño de Jesús, calzado con las Sandalias del Pescador por la gracia del Espíritu Santo...

... y algunos dineros generosamente distribuidos entre el colegio cardenalicio...

... y un uso prudente y discreto de algunas fotografías comprometedoras...

... y algunas cabezas de caballo (grazie, don Corleone, enseguida nos ocuparemos de su asuntillo)

... vengo en proclamar que es hora de inquietudes y aguas revueltas para la barca eclesial, y pues que el señor ha puesto en mis torpes manos su timón, es menester hacer algunas reformas para sobrevivir a estos años tempestuosos.

Como primera medida proclamo con gozo una amnistía general en el purgatorio.

No pongais esas caritas de O.O ¡Claro que puedo hacer eso! Durante siglos la Iglesia vendió indulgencias para las ánimas del purgatorio, y el negocio de las misas de difuntos se basa en en la posibilidad de redimir pena. Y digo yo ¿no es la caridad virtud que debe practicarse sin tasa? Pues para generoso, el menda. Hale, todos fuera, al cielo en tropel, que invita el Papa. De acuerdo, habrá algún que otro problemilla de realojo pero digo yo que con un buen plan de reordenación urbana eso se resuelve facil ¡San Pedro, allá que te van!

Además le damos unas merecidas vacaciones a la señora madre de Chus, que ya está bien, hombre, 2000 años de portera del purgatorio sin un sueldo base razonable ni semana inglesa.

Me diréis ¿y el infierno? Hombre, pues tentado estoy, pero con tanta coña, que si es una metáfora hoy, que mañana ya no lo es, que existe, que no existe, que es endotérmico, que es exotérmico... vamos a dejarlo tranquilo por un par de pontificados. Herr Ratzinger dijo que existe, y de momento Punto Pelota.

(Además tengo apalabrado con una amiga asturiana* que si ambos nos condenamos compartiremos caldera unos eones para follar como Luzbel manda y sin prisas, así que a mí ya me viene bien como está).

Segunda medida. En aprovechando que las próximas JMJ se convocan en Rio de Janeiro, he tomado dos decisiones:

1.  Encargarme una vestimenta talar más fresquita, que aune la ligereza con la elegancia, sobre la idea del sacro tanga (y poco más) para encabezar con dignidad una buena samba,

2. Abandonar la polvorienta liturgia latina e instaurar O Novo rito Brasileiro, con bailes sensuales, ritmos sabrosos, caderas bamboleantes, cachaza y absolución general de todo pecado contra el Sexto cometido en fechas de carnaval. El resto del año, un poco más de comedimiento pero ¡qué menos que un par de semanas de hacer la vista gorda al año! Por la misma, pido a Carlinhos Brown que acepte un capelo cardenalicio y vaya anotando ideas.

De aquí se sigue que el sacerdocio necesita nuevos vientos. Necesitamos sangre joven, con ritmo, y una buena manera de lograrla es duplicando la oferta: sacerdocio femenino desde ya. Que sí, que Juan Pablo dijo que no, pero también dijo que no había infierno como tal y mira que poquito tardó Bene en puntualizar ese tema ¿eh? Para lo que queremos sí se puede ¿eh? Pues para esto también. Y no me vengan con que el sacerdote encarna a Jesús y por eso debe ser hombre y si no el creyente no logra identificarse y bla, bla bla... el muchacho era bastante pijín y tirando a metrosexual. No me crean a mí, sino a Leonardo da Vinci, vean, vean... No me digan que una guapa presbitera no puede encarnar al señor con dignidad y suaves curvas

Nota mental: rediseño de la ropa de misa. Concepto de base, minifalda unisex.

Para finalizar este paquete de medidas de urgencia, y a fin de agilizar la burocracia de la confesión, es menester recortar servicios y sacar de la cartilla algunos pecados. El primero de todos el de tomar el nombre de Dios en vano. Como español, vivo en el único país que trata al señor de tú a tú, por su nombre de pila (MeCagoEn) así que creo que podemos pasar por alto ese tema y ya puestos todo el concepto blasfemia. El lenguaje con blasfemia es rico, colorido y musical. Y los de la asociacion Tomas Moro pueden dedicar su tiempo y esfuerzo a la cría del colibrí andino, o matar el rato haciendose pajas sin cargo de conciencia porque...

... ¡Fuera la masturbación del Sexto Mandamiento! Todo ha sido un fenomenal malentendido, el pecado de Onán no fue pelársela sino practicar la marcha atrás. El Señor le castigó por derramar su simiente en el suelo, y muy bien que hizo, que ese marrano dejaba el parquet impresentable. Seguirá siendo pecado correrse sin garantizar la posterior limpieza, pero con tener a mano un cleenex, tema resuelto. ¡A sacarle brillo a la zambomba, perillanes, que se os ve con ganas!

Dicho sea de paso. Las mujeres por supuesto también quedan incluidas en la reforma, que en eso de hacerse pajas ya les digo yo que nos dan sopas con honda, y nunca mejor dicho lo de las sopas.

Para rematar, en un gesto de ecumenismo he decidido adoptar las normas alimentarias del culto de Offler, el dios cocodrilo. Retiramos la abstinencia, el ayuno y la prohibición de la carne en viernes, para adoptar como único alimento prohibido el brócoli ¡fuera ese impío brócoli de vuestras mesas, pecadores, que sois unos pecadores!

Y bueno, tengo algunas cosillas más en cartera, pero eso ya lo dejaremos para cuando volvamos de Brasil. Si me disculpan, he quedado con unas feligresas cariocas para que me vayan enseñando los movimientos básicos, que soy de natural torpe (el Señor ¡ay! castiga mi orgullo con confusion de pies) y me llevará un tiempo estar a punto para presidir las jornadas. 

Que Él os acompañe y guíe siempre vuestros pasos (bailones)

pepepepepepe pepepepepepe pepepepepepeeeee
pepepepepepe pepepepepepe pepepepepepeeeee
Um par neginho na strada.
Um par pra ca y pra la.
Vigem que coisa mais linda.
Um par neginho começando a andar,
começando a andar, começando a andaaaaaaaar.


* tu tranquila, S. Mientras esté en mi mano, nadie nos deja sin caldera

jueves, 6 de junio de 2013

BELLEZA





Un día, hace tanto que no recuerdo, volviendo del colegio, me quedé pasmado mirando una mancha de grasa en un charco. La luz y el aire le sacaban reflejos irisados.

Desde entonces encuentro belleza en los sitios más insospechados, en los momentos más imprevistos. En un revoloteo, una piedra, una sombra, en el ir y venir del agua.

Pero no logro que otros la vean. Intento explicarles, señalarla. A lo sumo me dicen, sí, es bonito, o más a menudo, oye, pues es curioso. Normalmente me miran raro. Yo lo siento por ellos

Sólo una vez, una noche, logré que una mujer mirara a través de mis ojos.

Así que, si alguna vez me quedo pasmado delante de ti, como si me hubiera desconectado... tranquila, no me estará dando un ictus. Es sólo que estaré contemplando en ti algo que nadie más puede ver.

O tal vez sí, tal vez un día otra persona te mire igual.

Si sucediera, por favor, sonríele de mi parte, y si te sientes bien, regálale un beso

Que sepa que no está solo.