Mujer iroqués

miércoles, 30 de diciembre de 2020

RECAPITULANDO pero sólo lo bueno


Termina por fin este año que nos ha dejado del revés y, bueno, creo que a modo de catarsis estaría bien hacer un repaso a los momentos buenos que he vivido. Que han estado ahí y me han dado fuerzas para seguir caminando.

No están todos los que son, ni están en orden cronológico, ni alfabético. Pero cada uno de ellos me ha dejado el corazón y las manos calientes, la sonrisa en la boca y, en ocasiones, los ojos brillando para bien.

La mayoría, como no podía ser de otro modo, no tienen tanto que ver con el qué, sino con el quién (y hoy no voy a poner iniciales, así que espero que nadie se sonroje ni se avergüence)

Como esa breve escapada que hicimos Marisol y yo a respirar olas y bufones, y a intentar que Blue no se metiera en los bufones.

O ese atardecer en una playa del Sur junto a Marisa, en silencio, porque hay momentos que no necesitan palabras.

Mis dos amores, las dos empiezan por Mar, las dos junto al mar (y el mar siempre es uno, lo de ponerle nombres es cosa nuestra y al agua le da lo mismo)

Un desayuno con Elisa a base de conversación, risas y ¿porridge? con la consistencia del uranio, que nos esperaban 15 km campo a través. Y las cervezas de después.

Nuestra hija y Susana tendiéndome una emboscada en Zoom para emocionarme y ponerme colorado el día de mi cumpleaños, y Cova riéndose de que fuera yo el colorado. Y Blue, en brazos de Marisol, preguntándose quién le decía cosas.

Un cumpleaños celebrado en vivo meses más tarde, y el instante Regalo Sorpresa más impactante EVER de la mano de Diana.

Flipando con los dibujos de Marisa.

Nuestro hijo Diego viendo enmarcado su retrato, y perdonándome con una sonrisa lo mucho que tardé en terminarlo.

Escuchar a las aves por las mañanas.

Vimes y yo dedicando una mañana a limpiar y ordenar. Hay tareas que se hacen mucho mejor cuando son por afecto.

Dinosaurios y otros animalillos.

Primera cita con Artizar. Menudos nervios que llevábamos. Y menuda noche.

Segunda conversación con Sam. Y todo lo que ha surgido a raíz de ahí.

Seta y Loreto patinando sobre hielo como dos campeonas.

Sesión de Shiatsu con Eva tras la cuarentena. Sintiendo la piel tan intensamente que acabamos como drogados. Y sincerarnos.

Una tarde, poco después, con su hijo, peloteando en el Retiro.

Y otra tarde de empaquetar libros, preparando vuestra mudanza.

Limpiarle el culo a Blue en una fuente antes de irnos Marisol y yo con él hacia la Plaza de Oriente.

Pedro informándome de cómo están su familia y él mismo.

Tarde-noche de risas y canciones en el Dinosaurio con Silvia y Laura.

Al cine con Diego, a ver JoJo Rabbit. Y de vuelta a casa comentando la peli, asombrados de lo que habíamos visto

Zafarrancho de pintura en casa.

Largas conversaciones con Raquel, hablando de mil cosas dispares.

Seta en su entrenamiento de portera haciendo un paradón y su madre y yo ovacionando. Y comerme las ganas de abrazarlas a ambas, ya habrá momento para ello.

Un audio de Victoria, hace apenas unos días 

Evi me presenta a sus Chan en un video.

La gatinieta haciendo la croqueta delante de mí y soltando miaus lastimeros, cada vez más apagados, para hacerme ver lo famélica que estaba, casi a punto de perecer de inanición. Qué buena actriz.

Pistachos.

Lagartos de Gila, hemipenes, y ya tenemos a una veterinaria colegiada. Y si pienso en estos últimos cinco años me voy a echar a llorar.

Diego diciéndome, tras recibir la nota de un examen, "meh... un ocho"

Noche Nowhere en el Retiro, con Alvar y María. La siguiente en Vallecas.

La caja con los ejemplares de mi cuarto libro. Y el olor del primero al abrirlo y enterrar la cara en él.

Mi ejemplar perdido del vol. 4 de The Dark Knight, apareciendo tras dos años en la limpieza de la biblioteca.

Susana con un palestino al cuello. Quién te ha visto y quién te ve. Y qué guapa estás, jodía.

La tarjeta de Marisa por mi cumple.

Una semana en el pueblo, con mi madre, tras meses de angustia.

Conversación con Sole mientras me lleva al pueblo.

Abrazar a mi prima Teresa y recordarnos ese Te Quiero.

Grabar Mi Familia y Otros Animales. Poniendo voces, OF COURSE.

El tebeo de la cuarentena de Laurielle.

Leticia dándome las gracias cuando vio el retrato de su abuela. Su gatita cebándose en mi brazo con sus uñitas como cuchillas.

Una comida en el Dino, y Ramón y Ana apareciendo sin esperarlo. Y Blue flipando y saltando.

Los Haikus de Eugenia y nuestra satisfacción al coger aire, aclarar la garganta y declamar, saboreando cada sílaba TE LO DIJE. Y no ha sido el único TE LO DIJE.

Preparar la primera imagen del Extra de criaturas prehistóricas y pensar VA A SALIR BIEN.

Una carrera junto a Carmen, ambos con mascarilla. Spoiler, se corre mal con mascarilla, sobre todo si te ríes mucho.

Loreto me manda un audio y me deja sonrijado. Y me pregunta por Seta. Y Seta me pregunta por Loreto. Y yo
💓💓💓
....

Y no, no ha sido un buen año. Y ojalá poder retroceder 12 meses en el tiempo y estar preparados para lo que se nos vino encima, pero no pienso dedicar mi tiempo a rememorar los momentos más difíciles salvo para recordar que no nos hemos quedado atrapados en ellos. 

Dentro de doce meses, seguro, tendré nuevos recuerdos bellos. Y los compartiré con vosotras. Y probablemente seréis parte de ellos.

Gracias por todos esos momentos

sábado, 12 de diciembre de 2020

EN NOMBRE DE FELISA


Poco antes de las  primeras elecciones generales, las de 1977, una familia del pueblo fue a hablar con mi padre. Le dijeron, Josela, esto lo hablaríamos con tu padre, pero ya no está entre nosotros y no sabemos qué hacer, por eso queremos consultarte.

Aclaración, durante la guerra civil mi abuelo, militar del bando sublevado, impidió que hubiera paseillos y venganzas cuando el frente llegó a su pueblo. Medio pueblo le debía literalmente la vida. Eso le dio una ¿autoridad moral? El caso es que la gente le consultaba las cosas.

Tras la muerte de mi abuelo, mi padre, que era el pequeño de 7 hermanos, heredó esa autoridad.

Mi padre tenía el Don: La gente se sentía bien hablando con él.  Sentían que podían confiar en él.

Hasta donde sé, nunca se sintieron defraudados.

Bien, pues mi padre les preguntó que qué sucedía, qué problema tenían.

Resulta que estaban alarmados porque su madre, a quien llamaré Felisa, les había dicho que iba a votar a los comunistas.

Era el año 77. Nadie sabía qué iba a pasar. Supongo que se asustaron.

Mi padre les dijo, vale, va a votar a los comunistas ¿y eso que más os da?

Mi padre era un hombre de derechas, y militar, y hubiera sentido náuseas de haber llegado a ver los comentarios de los mierdosos con galones que salieron hace unas semanas pidiendo un golpe de estado.

Le insistieron, por favor, si tú pudieras hablar con ella. Y él , pero ¿qué voy a hablar con ella? Es su derecho y es mayorcita para saber lo que quiere.

Pero al final, por lo mucho que insistieron, y para tranquilizarles, fue a hablar con Felisa.

Y allá que fue. Y, por lo que me contó, la conversación fue más o menos así. 

_ Felisa, perdone que la moleste, es que sus hijos me han insistido en que venga a hablar con usted, porque va a votar al partido comunista, y bueno, que estoy aquí por no decirles que no, pero que sepa usted que no veo cual es el problema, que es usted mayor y si va a votarles es su decisión y ya les he dicho que ni ellos ni yo tenemos nada que decir.

_ Ay, hijo, si es que están muy pesados, no te preocupes, ya se les pasará.

_ Pues nada, les dice que ya hemos hablado y así no insistirán.

Pero antes de irse, le dijo...

_ Por curiosidad, Felisa, sé que no es asunto mío pero ¿me podría decir porqué va a votar usted al PCE?

_ Claro, hijo, no pasa nada. Voy a votarles porque quieren traer el aborto.

_ Y a usted ¿eso qué más le da? 

Felisa tenia unos 75 años

_ A mí me da igual, pero las jóvenes tienen derecho a vivir su vida.

Cuando mi padre me contó esta historia, me hizo gracia. Luego sentí afecto, y ternura. Y respeto, un profundo respeto por esa mujer, casi analfabeta, y sin embargo capaz de expresar y defender su verdad.

Felisa no quería votar por ella. Quería hacerlo por las que vinieran detrás. 

Si Felisa estuviera hoy viva, mandaría un abrazo gigante y lleno de amor a las mujeres de Argentina. Pero ya no está con nosotros, así que, si me lo permitís, lo hare yo:

Buena suerte, amigas. Y cuidaos y quereos muchísimo.

En nombre de Felisa. Y de todas las Felisas


jueves, 3 de diciembre de 2020

DORAEMON NECESITA UN ABRAZO (o una eutanasia, para que no sufra más)


No recuerdo muy bien porqué, hace unas semanas volvió a hablarse de Doraemon en tuiter. O al menos en la diminuta fracción de tuiter por la que me muevo.

Como padre ya talludito, tuve que comerme años y años de ese anime, con el agravante de que a nuestro hijo le encantaban los largometrajes del personaje, que son, por increíble que parezca, unas mil veces peores que la serie. Así que me considero dotado de la suficiente autoridad para hacer esta afirmación:

LA VIDA DE DORAEMON ES UNA PESADILLA

La mayor parte de quienes leáis esto conocéis más o menos la línea argumental. Doraemon es un gatobot venido del futuro a casa de la familia Nobi, enviado al pasado por los tataranietos del protagonista, Nobita. Resulta que la vida de esos señores del futuro es una mierrrrrrrrrrrda, y descubren que todo viene de que su tatarabuelo era un cretino integral, tonto, vago y torpe, y la cagó tanto en su vida que sus descendientes aún pagan las consecuencias. Entonces, al encontrarse en un vertedero un gatobot cósmico desechado, se les ocurre un plan: repararlo y enviarlo al pasado con la misión de conseguir que el inútil de Nobita se convierta en un hombre trabajador y decente y así la familia sea próspera y todos vivan en la abundancia y la felicidad. 

La serie discurre más o menos siempre por estos rieles: en cada capítulo, Nobita descubre que su amigo Suneo (el hijo de los ricos del pueblo) tiene un juguete nuevo y carísimo, o Gigante (el matón del colegio) le pega, o el profesor le pone malas notas, o hay un examen, o Shizuka (su vecina) de la cual está enamorado, se ha enfadado con él. Entonces Doraemon se saca de su bolsillo interdimensional (que es algo así como el coño la Bernarda pero en cósmico) algún invento absurdo (por ejemplo, un destornillador) con un nombre de perogrullo (ésto es.... EL DESTORNILLADOR DE TORNILLOS) y en un principio el invento hace que Nobita se convierta en el chico más popular de la escuela o pueda pegar a Gigante o que Shizuka le mire con ojos admirados, pero como es un tuercebotas al final la caga y se lleva una paliza/reprimenda/castigo. 

Vale, me diréis, es cierto que el trabajo de Doraemon es duro, o sea, tiene que hacer que semejante tontolhaba se convierta en un adulto funcional. Pero bueno, no es para tanto ¿no? Doraemon tiene recursos para ello. Y os estáis equivocando, porque su misión no es exactamente esa. Y eso se debe a que no conocéis el inicio de la serie.

Resulta que Doraemon, sobre todo, debe conseguir que Nobita se case con Shizuka. De hecho se menciona varias veces en la serie que eso sucederá en el futuro, luego parece que el trabajo de Doraemon es evitar que Nobita estropee algo que tiene que pasar para que sus tataranietos existan. PUES NO ES ASÍ.

Nobita, en el futuro, no se casó con Shizuka, sino con Jaiko, la hermana de Gigante. Pero como la familia de Jaiko es pobre y ella no es muy atractiva, los tataranietos se han dicho, que se case con Shizuka, que es guapa y tiene pasta, y así todo será perfecto y nosotros seremos guapos y ricos. Y es cuando comprendes porqué Doraemon tiene por delante una tarea imposible: nunca logrará que Nobita sea un hombre de pro, porque su estupidez se debe a taras genéticas graves y hederitarias. Y la prueba es que sus tataranietos son EXACTAMENTE IGUAL DE CRETINOS QUE SU TATARABUELO.

Pero vamos a ver, mamelucos, tontos de la baba, peinaovejas, SI VUESTRO TATARABUELO NO SE CASA CON VUESTRA TATARABUELA VOSOTROS NO VAIS A NACER. Si el plan era ser borrados de la existencia, PEGAOS UN TIRO Y DEJAD EN PAZ AL POBRE DORAEMON.

¿Pensáis que exagero con lo de la genética?  Nobita es un vago de siete suelas, pero sus descendientes han tenido cuatro, CUATRO generaciones para prosperar, y esos pudrecolchones no se plantean, vamos a esforzarnos para intentar encontrar un trabajo decente, o educar mejor a nuestros hijos, no, sólo quieren que su tatarabuelo haga pasta para heredarla, y que su tatarabuela sea guapa para serlo ellos porque los descendientes de Shizuka son muy guapos.

La misión de Doraemon es perpetuar una estirpe de subhumanos. Peor aún, una ralea de miserables, porque no sólo se trata de arreglarle la vida a Nobita, ADEMÁS HAY QUE JODÉRSELA A SHIZUKA. 

En el futuro, Shizuka, que se pasa el día aguantando el acoso de Nobita, acaba casándose con Dekigushu, el chaval más brillante, decente, educado, limpio y guapo de la ciudad (y el único que no abusa de Nobita), para vivir una vida próspera y llena de felicidad. Y ESOS GANAPANES QUIEREN QUE SE LA FOLLE EL BABOSO DE NOBITA. Pero ¿Qué os ha hecho la pobre chica?

Hay quien acusa a Shizuka de ser una calientapollas, porque se pasa el día bañándose mientras Nobita (y en ocasiones alguno de los otros dos innormales) la espía por la ventana del baño. A eso debo decir que A: el depravado es Nobita, ella no sale a bañarse a la calle, lo hace en su casa y B:dado que probablemente ese montón de escapaos del cotolengo deben cubrirla de salivillas cada vez que le dirijan la palabra es normal que la pobre se pase el día en remojo. Y seguramente se dará con un guante de crin para dejar de sentirse sucia, teniendo en cuenta como la mira ese voyeur pajillero y preadolescente que seguro que le roba las bragas de la cesta de la colada para olisquearlas.

Volviendo al tema genético, el problema viene de antiguo, ya que en diversas ocasiones Doraemon viaja al pasado, donde podemos ver que el padre de Nobita era, de niño, igual de retrobobo que su hijo, y en su vida como adulto es un pobre pringado del que abusa todo el mundo. 

Si me apuráis, es posible que todo se deba a un exceso de matrimonios consanguíneos en la región. Los habitantes de esa ciudad llevan demasiado tiempo follisqueando entre primos hermanos y eso, lógicamente, ha hecho que se multipliquen las taras. Los padres de Nobita tienen un aire de familia muy intenso (ella no parece idiota, probablemente las taras estén asociadas al cromosoma Y)  y ahí tenemos a Suneo, cuyos progenitores claramente tuvieron que pedir dispensa papal para casarse (o dispensa imperial, si era HiroHito quien gestionaba eso en los 60)

También es posible que el problema sea algún depósito de residuos tóxicos que ha vertido al agua potable, porque si no no se explica porqué todos se sorprenden cuando Nobita resulta tener increíbles aptitudes deportivas, o saca unas notazas increíbles, o se vuelve un consumado artista, y de pronto sufren una desilusión porque era cosa de Doraemon. A ver, turba de meningíticos TIENE UN GATO CÓSMICO, LO SABÉIS DE SOBRA ¿DE QUÉ FLIPÁIS?

He dicho que la madre de Nobita parece algo más espabilada que su marido e hijo, pero no lo es tanto. O sea, señora, tiene usted un gato cósmico todopoderoso en casa ¿Y NUNCA LE HA SACADO PROVECHO? Que no digo la dominación mundial, pero sólo patentando el gorrocóptero podría usted vivir nadando en una piscina de yenes el resto de sus días. A eso la serie argumenta, es que Doraemon no debe alterar el pasado.

Is qui diriimin ni dibi iltirir il pisidi

Será que joderle la vida a Shizuka no es cambiar el pasado.

En fin, poco más puedo decir. Siempre se ha dicho que hay un capítulo final nunca emitido en el que te explican que todo es una alucinación, que Nobita está en coma y todo sucede en su cabeza. Y la gente dice, qué mierda de final. Pero a mí me parece un final coherente. Lo que pasa es que no han explicado el resto del capítulo, que empezó como siempre, con Nobita entrando llorando a su habitación...

_ ¡Doraaaaaaaaaaaaaemon, soy muy desgraciado! ¡la madre de Shizuka ha puesto un candado reforzado en su casa y ya no puedo entrar a robarle bragas! ¡HAZ ALGO!
_
(suspira profundamente) De acuerdo, a ver si lo tengo por aquí... (hurga en el bolsillo)... éste eeees.... ¡EL BATE DE BEISBOL!
_ ¿Y eso solucionará mi problema?
_ NO: SOLUCIONARÁ EL MÍO
(imagen de la fachada de casa de los Nobi) (se oyen gritos y golpes) (la sangre salpica la ventana por dentro)

Y, como de acuerdo a las leyes de Asimov, Doraemon no puede matar* a Nobita, pero lo ha dejado en coma, TODO ACABA BIEN:  Shizuka se libra de su acosador, Jaiko podrá vivir una vida plena como exitosa dibujante de manga** y Doraemon podrá disfrutar lo que le quede de existencia dándose a las drogas, la fiesta y los dorayakis, sabiendo que ha librado a la humanidad de una puta plaga y el futuro será mejor con los genes de Nobita fuera de la ecuación.

JAPI END



* La Primera Ley dice que un robot no puede consentir que un humano sufra daño, pero como Nobita, de puro idiota, sólo es vagamente humano, el uso creativo de los bates de beisbol cae en un vacío legal.

** Su talento como dibujante se menciona en varias ocasiones, luego si no destacó debió ser porque Nobita logró hundirle la autoestima y nunca se atrevió a mandar su trabajo a las editoriales.

miércoles, 25 de noviembre de 2020

DIARIOS DEL PERRO Y DEL GATO


Demasiado tiempo sin escribir, me temo. Tres meses sin pasarme por Episcophagus, lo que supone el periodo más largo que he pasado sin actualizar desde que empecé este viaje.

Ya supondréis que la razón tiene que ver con la situación que nos rodea. En estos meses, en los que casi cada mañana nos levantábamos con noticias cambiantes, normas absurdas reemplazando a normas aún más absurdas, declaraciones surrealistas y, en resumen, incertidumbre, me ha costado mucho mantener el ánimo para todo lo que no fuera mantenerme en marcha en el día a día, y no me quedaban cucharas para dedicarlas a escribir.

Pero ahora que tengo que ponerme a teclear sí o sí, porque he empezado a redactar el que será el cuarto volumen de Detrás del Mito...

Compraaaad, compraaaad mis hermoooosos jabalíiiies

... (perdón por el espacio publicitario, pero entiendan que tengo que comer todos los días) espero poder dedicar un poco de tiempo a atender la bitácora.

Tengo en cartera algunas entradas para publicar de aquí a fin de año, pero esta noche me apetece hacer un poco de arqueología. Hace ya unos cuantos años, me encontré un texto en la red, bastante divertido, que retrataba el modo de ser de nuestros amigos peludines más queridos, y me animé a traducirlo (el original era inglés) y adaptarlo. El caso es que pensé que lo había perdido cuando, en una rotura de disco duro, descubrí que había sacado copias de seguridad de mi trabajo pero no de todos mis archivos personales. Sin embargo, hace una semana encontré el texto más o menos completo haciendo una limpieza de viejos archivos y no me resisto a dar voz, en esta su (no muy) santa bitácora, a nuestros cuadrúpedos más familiares.

Con todos ustedes, los diarios.

DIARIO DEL PERRO

8:00 ¡Mi comedero está lleno! ¡LO MEJOR DEL MUNDO! ¡GUAU GUAU!
9:30 ¡subimos al coche! ¡LO MEJOR DEL MUNDO! ¡GUAU GUAU! 
9:40 ¡correr por el parque! ¡LO MEJOR DEL MUNDO! ¡GUAU GUAU!
10:00 ¡beber de la fuente! ¡LO MEJOR DEL MUNDO! ¡GUAU,GUAU! 
10:30 ¡juguete con pito! ¡LO MEJOR DEL MUNDO! ¡GUAU GUAU! 
12:30 ¡galletas de hueso! ¡LO MEJOR DEL MUNDO! ¡GUAU GUAU! 
13:00 ¡paseo por la acera! ¡LO MEJOR DEL MUNDO! ¡GUAU GUAU! 
15:00 ¡perseguir mi cola! ¡LO MEJOR DEL MUNDO! ¡GUAU GUAU! 
17:00 ¡la merienda! ¡LO MEJOR DEL MUNDO! ¡GUAU GUAU! 
19:00 ¡me lanzan la pelota! ¡LO MEJOR DEL MUNDO! ¡GUAU GUAU! 
20:00 ¡en el sofa! ¡LO MEJOR DEL MUNDO! ¡GUAU GUAU! 
23:00 ¡mi mantita! ¡LO MEJOR DEL MUNDO! ¡GUAU GUAzzzzzzzzzzz

DIARIO DEL GATO

Día 983 de mi cautiverio. Mis secuestradores continúan atormentándome con ese atroz objeto danzarín y amenazante que intento apartar de mí a zarpazos. Luego se sientan a comer carne fresca mientras que a mí me echan esa bazofia que sólo puede describirse como excrementos secos y apelotillados. Les he dejado muy claro lo que pienso de esa asquerosidad pero al final he comido algo, necesito conservar mis fuerzas por si, de repente, hay una oportunidad.

Mi sueño de alcanzar la libertad es lo único que me mantiene cuerdo. Procuro mostrarles que mi espíritu de resistencia sigue intacto, vomitando aparatosamente en la alfombra. Hoy, además, he descuartizado un ratón y he arrojado su cuerpo sangrante, aún palpitante, a sus pies, para que el temor atenace sus corazones. Sin embargo, sólo han hecho comentarios condescendientes como "buen gatito" mientras palmeaban mi cabeza ¡MALDITOS BASTARDOS!

Ha habido una especie de reunión esta noche. Me encerraron en una habitación mientras otros humanos entraban en la casa, pero pude escuchar parte de la conversación. Al parecer algunos sufren algo denominado "alergia". Debo intentar averiguar todo lo posible al respecto, tal vez ahí esté la ventaja que llevo esperando tanto tiempo

Hoy casi logré eliminar al que había quedado de guardia: me enredé en sus pies y estuve a punto de hacerle caer escaleras abajo. Por desgracia fracasé, y sufrí represalias con el periódico enrollado. Es igual, cuando me recupere, lo volveré a intentar, pero esta vez esperaré a que las luces estén apagadas.

El perro recibe privilegios especiales: le dejan salir al jardín, sin vigilancia, y vuelve voluntariamente: su espíritu se ha quebrado. Siento lástima por él, con esa mirada vacía y algo babeante. Claro que nunca fue muy inteligente. 

¡Maldito hijo de...! ¡EL AGAPORNIS ES UN INFORMANTE! Les habla regularmente en una especie de código y ellos le recompensan con semillas y hojas de lechuga! ahora entiendo porqué mis anteriores intentos de fuga han sido frustrados con tanta facilidad, ese membrillo debe haber estado avisándoles de mis preparativos.

Han tomado medidas para protegerle. Le han puesto en custodia, en una celda colgada del techo, donde está a salvo de mis ataques...

... por ahora.

domingo, 23 de agosto de 2020

OHANA



En alguna ocasión he mencionado películas en este blog. Hoy quiero hablaros de una de mis favoritas. Y, probablemente, la película más importante que ha producido Disney en lo que va de siglo

Jose, somos la familia de Lilo y Stich.

No voy a comentar la magnífica ambientación, la animación impecable, la excelente banda sonora ni el soberbio guión de Lilo y Stich. Cualquiera que la haya visto sabe que es un trabajo perfecto, a la altura de las mejores películas de la era clásica del estudio. Lo que quiero mostraros es lo que de verdad importa en los escasos 85 minutos que dura esta obra maestra.

85 minutos. Parece que nadie es capaz de hacer una buena historia si no cuenta con una trilogía de películas de 150 minutos, 210 en la edición ampliada. Por eso, entre otras muchas cosas, me parece una obra maestra. Todo tiene un sentido narrativo, no hay escenas de relleno ni tiempos muertos.

Vamos al meollo. Hay una niña. Una niña de unos 6, tal vez 7 años. Vive con su hermana mayor, Nani, que tendrá 18 o 19. Son lo que queda de una familia. Sus padres murieron, ellas viven en los restos de una casa que se cae a trozos, sólo se tienen la una a la otra y son víctimas del racismo, el clasismo y la pobreza. Lo que viene a ser lo mismo.

¿Racismo en Lilo y Stich? Sí. Muchísimo racismo. No hablo del que se expresa directamente con Stich, que es considerado poco menos que una alimaña por sus perseguidores, ya que es un híbrido (el cap. Gantu le llama Abominación). Pero está el otro racismo, el eurocéntrico.

Lilo es nativa, y en las Hawaii ser nativo significa ser un ciudadano de segunda en tu propia tierra. Las otras niñas del grupo de baile se burlan de ella, la insultan y le hacen el vacío instigadas por Mertle, una niña rica, picajosa y blanca*. Es la que manda, así que Lilo (que además de nativa es pobre y huérfana) no tiene amigas. Ni siquiera tiene una muñeca de marca, sino una hecha por ella misma, Scrump, a la que abraza cuando se siente sola. Que es casi siempre.



Y clasismo. Las no amigas de Lilo van por la isla a su aire, y nadie piensa que sus padres sean malos padres. Pero Nani y Lilo son pobres, así que siempre están bajo la lupa: si eres pobre, más te vale no cometer el más mínimo error.

No tenemos muchos juguetes

Lilo casi siempre está sola. Nani apenas tiene tiempo para estar con ella porque se mata a trabajar en puestos precarios, ya que ese es el tipo de puesto de trabajo de los nativos. Como su amigo David, que tiene trabajo de... nativo: baila para entretener a los turistas blancos, como el hombre paliducho y de cuello requemado que les ve pasar una y otra vez sin mirarlos. David sólo está un poco mejor que Nani (más animado, menos cansado) porque no tiene una niña a su cargo.

Nani intenta ser madre, hermana y amiga, pero no le llegan las fuerzas, y vive aterrorizada con la idea de que la separen de Lilo. Hasta el punto de que han ensayado qué debe decir Lilo si alguien la pregunta por su día a día. Una escena muy graciosa pero que nos muestra una realidad muy cruda: su familia pende de un hilo muy fino. Y la necesita, necesita desesperadamente seguir con su hermanita. 

Si quieres, puedes irte, pero no te olvidaré. Yo me acuerdo de todos los que se van

Lilo está llena de dolor, lo vemos cuando se tumba en el suelo a escuchar música, o cuando tras unas noches le habla a Stich de su familia. Porque es muy consciente de que la gente que ama acaba desapareciendo, y lo único que puede hacer, lo que la ayuda a seguir adelante, es recordarles. Recordar sus rostros, sus nombres, para que no desaparezcan del todo. Por eso empatiza de esa forma con Stich, porque intuye que ese extraño perrito está incluso más solo que ella, y ella conoce muy bien la soledad

¿Qué les pasó a tus padres? Por las noches te oigo llorar... sé que por eso rompes cosas, y me empujas...

Dolor, pobreza, racismo, soledad... Lilo y Stich no habla de extraterrestres, ni de persecuciones, aunque haya extraterrestres y persecuciones. Habla de lo difícil que es seguir respirando cada día cuando te lo niegan todo, y de lo que significa ser familia. 

La familia no son lazos de sangre. Bueno, sí, lo son**, pero en muchas ocasiones se quedan en eso, y en demasiadas ocasiones esos lazos de sangre excusan cualquier cosa, desde la indiferencia y el abandono hasta el maltrato y los abusos. Pero familia es además la gente que nos importa, y a quien importamos: los que intentaríamos poner a salvo a cualquier precio ante una catástrofe, porque son quienes dan forma y sentido a nuestras vidas.

Al final de la historia  Lilo, Nani, Stich, David, Jumba y Pleakie son una familia. Una familia pequeña y rota, hecha de gente rota, que se cuida y cura sus heridas juntos. Y lo son porque, llegado el momento decisivo (la desaparición de Lilo, secuestrada por Gantu) toman la decisión correcta: darlo TODO en vez de huir o mirar para otro lado. Y eso es lo único que de verdad cuenta: lo que estás dispuesto a sacrificar por aquellos a quienes amas. Su libertad, en el caso de Stich, que acepta la prisión sin luchar porque por fin tiene algo real por lo que hacerlo.

Ohana significa familia, familia significa no te abandonaré, no te olvidaré.

No sé si nosotros somos la familia de Lilo y Stich. Sé que cuando S nos lo dijo casi me eché a llorar, porque no podría habernos dicho algo más bello.

Vosotros sabéis quienes sois. No necesito repetir vuestros nombres: sois mi familia, la de sangre y la elegida, que para mí es lo mismo.

Y os amo

* "Me ha mordido, me tendrán que vacunar". Para Mertle y los que son como ella, Lilo es también un animal
** Tengo el privilegio de haber crecido en una familia que se quiere y se respeta. Y sé que no es lo habitual, por eso digo que es un privilegio

viernes, 24 de julio de 2020

LA POLÍTICA DE LAS CINCO VECES o porqué la ambigüedad me parece una mala elección



Hoy, en una conversación en las redes, alguien preguntó en qué momento consideramos que alguien que no nos responde cuando intentamos hablarle pasa de nosotros. Yo respondí automáticamente, a partir de la quinta vez: es una norma que he aplicado desde los 18 años, casi a rajatabla

Resumidamente, si intento quedar (o hablar, o chatear) con una persona y ésta me da excusas para no hacerlo, a la quinta lo dejo correr.

Por supuesto si la primera vez me dice no tengo interés en ti no hay segunda. Esto no es un "El que la sigue la consigue" o "un no en realidad es un quizás". Sólo aplica cuando realmente no sé a qué atenerme

En general me ha servido, pero en cierta ocasión pasó algo raro. Es un recuerdo que tenía un poco de lado, pero me vino a la cabeza según respondí esa pregunta inicial.

En 1986 yo tenía 20 años y había quedado tres o cuatro veces con una compañera de la uni. Digamos que se llamaba Marta. Marta me gustaba, y me parecía que teníamos buena química.

Un finde, hacia el final del curso, le propuse vernos y me dijo que estaba estudiando y no tenia tiempo. Era época de exámenes y me pareció lógico. La llamé 10 dias después y tuve la misma respuesta.

Os recuerdo la fecha: 1986. No había móviles, ni redes sociales. Nos llamábamos desde el teléfono fijo o desde cabinas telefónicas (esas cosas que salen en las pelis viejunas y son como la Tardis pero en pequeñito)

La 5ª vez tuvo lugar seis, siete semanas después y ya no volví a llamarla. Cambié de escuela ese curso y no coincidimos en un tiempo.

Volví a encontrarme con Marta un año después. Me preguntó porqué no había vuelto a llamarla. Le expliqué que tras intentar verla varias veces y no conseguirlo, supuse que ella no estaba interesada y decidí no molestar más.

La breve conversación que siguió fue más o menos así:

_ Sí que me interesabas.

_ Si tú lo dices no voy a dudarlo, pero no me lo pareció.

_ Estaba de exámenes, por eso no podía quedar, no era una excusa.

_ De acuerdo, estabas de exámenes, pero en un mes y medio no encontraste un momento, no ya para tomar un café juntos, sino  para llamarme y charlar un poco. Y no me llamaste después, aunque tenías mi teléfono. 

_ Lo siento mucho, de verdad me interesabas.

_ Te agradezco que me lo digas, pero no me lo dijiste entonces, y yo no soy adivino.

En las películas, en un momento así deberían sonar violines y la pareja protagonista se besaría apasionadamente. Siento desengañaros: desde el momento en el que asumí (erróneamente) que Marta no estaba interesado en mí, mi propio interés se fue diluyendo. Seguía encontrándola atractiva y agradable, pero tras un año ya no sentía ningún deseo de volver a quedar con ella.

No recuerdo que volviéramos a vernos ni a hablar. Tampoco le di más importancia, no me quedó ninguna sensación de oportunidad perdida. A día de hoy sigo creyendo que actué correctamente con la información que tenía en ese momento.

La palabra clave es información. Yo sólo puedo tomar mis decisiones en base a la información que conozco. Tras nuestra conversación, entiendo que yo le gustaba, y que podríamos haber tenido una relación, pero la información que tenía un año antes decía justo lo contrario.

He visto cometer ese tipo de errores demasiado a menudo. Damos por supuesto que la gente va a intuir nuestros deseos o nuestras intenciones, pero eso sólo sucede en la ficción. Incluso ahora, con nuestras vidas expuestas permanentemente en las redes sociales, nadie va a adivinar lo que sentimos de forma mágica. Está el tópico del crush de quien te enamoras pero es un sueño imposible, y normalmente suele ser así, pero puede que sea así porque nunca le has dicho directamente, me gustas.

Reconozco que mi caso es un poco extremo. Soy un completo lerdo en lo que al lenguaje sutil se refiere: no soy capaz de entender las indirectas*. Pero en un mundo en el que 9 de cada 10 tuits intentan hacer gracia, es casi imposible distinguir cuando alguien te está hablando en serio salvo que te señale, directamente, que te hablan en serio.

Hace poco tuve un encuentro genial con un amiga. No hubo ambigüedades: ella preguntó, yo respondí, y pudimos disfrutar de una cita amable, intensa y bonita. Y no lo habríamos hecho si nos hubiéramos andado con ambigüedades o medias verdades.

No lo hagáis. No juguéis al misterio o a dar carrete. Es injusto para vosotros y para la otra persona. Y no hablo sólo de enamoramientos ni de sexo. Esto aplica para la amistad y, sobre todo, para la confianza.

Si alguien te importa, y crees que es recíproco, díselo sin rodeos ni máscaras. Lo peor que puede pasar es que te rechacen y, aunque un rechazo puede doler mucho, al final se va, porque es una puerta cerrada. En cambio, el dolor de dejar pasar algo tan hermoso como un amor o una amistad puede ser menos intenso, pero se queda dentro y puede llegar a pudrirse. Sobre todo si se van acumulando pequeños dolores, uno detrás del otro.

Y si por miedo, por juego, por pereza... dejáis pasar esa ocasión, no pasa nada: es legítimo. Pero asumid que no es culpa de la otra persona, que nadie es telépata, que somos responsables de nuestras decisiones y elecciones, no de las ajenas, y que las segundas oportunidades son extremadamente raras.

En la vida real, Harry nunca se reencontró con Sally.


*Por eso me enerva la idea de que un No no tiene porque significar realmente No. Yo no puedo permitirme ninguna ambigüedad al respecto, así que No, significa No en un 100% de los casos

sábado, 11 de julio de 2020

EL SECRETO DE LA SANDÍA Briconsejos para el verano


#LaFlama* ya está aquí en todo su esplendor, pero como no todo son desgracias la naturaleza, sabiamente ayudada por los horticultores, nos ofrece un paliativo contra el verano. La maravillosa, inconmesurable, refrescante y esférica SANDÍA, gloriosa cucurbitácea que nos permite sobrevivir a la canícula.

Salvo que seas un estadounidense cretino capaz de pagar por comer una sandía ahumada caliente. SÍ, EXISTE ESE TIPO DE GENTE, LES HE VISTO


Sandía caliente. Y luego os extrañáis de que voten a Trump. Pero volvamos a lo nuestro, que a día de hoy esa aberración no ha traspasado demasiado nuestras fronteras.

AHORA BIEN

La gente en general, lo que vendríamos a llamar el vulgo, se siente intimidada por la rotunda presencia física de esta fruta. Es por ello que los supermercados suelen ofrecer en piezas los ejemplares más pequeños, troceando los mayores en medias porciones.

Como fanático sandiófago, he desarrollado con los años un razonable conocimiento de esta jugosa ambrosía, y es raro que llegue a casa con una pieza sosa, ya sabéis, la odiosa sandía apepinada. No es imposible que me equivoque, a lo mejor una de cada 20 que compro me sale meh, pero es un porcentaje de éxito muy bueno.

Sin embargo no me veréis nunca agarrando una de esas pelotas vegetales y dándole palmadas a ver como suena. Yo JAMÁS he sido capaz de distinguir la madurez de una sandía por su frecuencia de vibración, no sé si son mejores las que insinúan un Si Bemol o las que tienden al Fa sostenido.

Si alguno de vosotros es capaz de seleccionar su sandía diapasón en mano, tiene mi aplauso, pero yo me decanto por un sistema mucho más directo y sencillo. Siempre escojo .... brrrrrrrrrrrrrrrrrr *redoble de tambores* ...la sandía MÁS GORDA que encuentre, preferiblemente de 8 kilos en adelante. La ideal oscila entre 9 y 10 kilos, ya que cada vez es más difícil encontrarlas de tamaño mayor.

Más de uno me diréis, ese consejo no me sirve, 8 kilos es mucho, yo quiero una sandía madura de 5 o 6 kilos como mucho.

Pues bien queridos lectores, esa sandía pequeña y madura de vuestros sueños es casi una entelequia, una imposibilidad cuántica. Pueden aparecer de forma ocasional, pero estadísticamente son casi inexistentes.

Os explico el problema: la sandía madura al sol, y en ese proceso, crece. Las sandías encanijadas no son así por azar, sino porque han recibido menos sol que las demás, luego además de pequeñajas, su porcentaje de azúcares es inferior. En un mismo sembrado, las sandías más gordas serán las más maduras SIEMPRE. 

Lo sé, es injusto, pero la naturaleza no entiende de injusticias.

Es que yo no me como una sandía de 8 kilos, me diréis, a lo que yo os responderé is qui yi ni mi cimi ini sindii di ichi kilis.

ESA AFIRMACIÓN ES DE COBARDES.

Si yo soy capaz de meterme 4 kg de sandía en una jornada vosotros también, lo que pasa es que os falta voluntad.

Pero asumiré que no todos gozáis de mi apetito sandiogargantuesco y buscaremos una solución que no sea obligaros a comer revólver en mano.

Mi consejo, si no os veis capaces de ir a por los grandes trofeos (insisto: jamás me ha salido sosa una sandía de 10 kilos) NO VAYÁIS JAMÁS A POR LAS CANIJAS

Tirad de medias piezas, que para eso os las ofrecen. Y para asegurar la jugada, fijaos en el peso: BUSCAD SIEMPRE LAS MEDIAS SANDÍAS POR ENCIMA DE 4 KILOS

Si hay alguna media de 5 kilos, A POR ELLA DE CABEZA.

Y si ni aún así estáis conformes, porque is qui ciitri kilis is michi piri mi id a cagar a los yuyos y dejad a las sandías en paz, ellas no son culpables de vuestros melindres.

Y yastá, no hay más secreto, en el tema sandías EL TAMAÑO SÍ IMPORTA

Pero antes de despedirnos, una anotación complementaria apoyada en las matemáticas

Si pese a todos mis consejos preferís comprar sandías talla pitufo OS ESTÁIS ESTAFANDO A VOSOTROS MISMOS

La sandía es una esfera de corteza llena de pulpa. La corteza viene a medir entre 1 y 2 cm de grosor, independientemente del tamaño de la sandía.

La superficie de una esfera se calcula mediante la fórmula S=4 π r 2

El volumen de una esfera se calcula mediante la fórmula S=3/4 π r 3

Es decir, al aumentar el radio de la sandía, su volumen (lo de dentro, lo rico) aumenta en un orden de magnitud más que lo de fuera, la corteza. Cuanto más grande es una sandía, mayor es la proporción de pulpa con respecto al peso

Por el contrario, cuanto más pequeña sea la sandía, la proporción de pulpa respecto al peso disminuye, es decir: SI COMPRÁIS SANDÍAS PEQUEÑAS, PAGÁIS MÁS CORTEZA Y MENOS PULPA

No me creáis a mí, haced los cálculos.

Y tampoco os enfadéis conmigo si vuestro mundo de fantasía con sandía pequeñas y sabrosas no existe. Yo no soy el culpable, son las frías matemáticas, LA INEXORABLE GEOMETRÍA.

Y ya, si me disculpáis, tengo una sandía de 8,75 kilos enfriándose en la nevera y oigo cómo me está llamando con voces sensuales. Y uno no es de piedra

Feliz Flama, amiguetes

* Para quien no conozca el término, #laFlama es un sustantivo sevillano que ha sido popularizado entre mis amistades por la sin par y pelirrojísima Maiko, a cuyos pies nos postramos con respeto