Mujer iroqués

jueves, 13 de enero de 2022

MIRA, AMOR, ESTÁN PONIENDO NUESTRA PELI


Mi chica y yo estamos viendo hoy una película muy especial para nosotros. ORGAZMO, de Trey Parker, una comedia del año 2000. 
Es una peli ambientada en el mundo del cine porno, y protagonizada por actores y actrices porno, como Ron Jeremy o Melissa Hill. Por desgracia eso hizo que en muchos sitios fuera clasificada X, pese a no tener escenas de sexo explícito, lo que perjudicó su distribución.

Sí, Trey Parker es ESE Trey parker, que dio la campanada con South Park.

La peli en sí es divertida, muy ligera y con bastantes toques de humor surrealista. No pasará a la historia del cine, pero de verdad es una excelente pelipipas.

El argumento es muy tonto. Un joven mormón que está intentando hacer algunas conversiones en Hollywood (y fracasa muy fuerte) interrumpe sin querer el rodaje de una peli porno llamada Orgazmo, protagonizada por un superhéroe armado con un rayo orgasmador.

EL productor manda a sus guardaespaldas a que le den una paliza al mozo, pero éste, además de mormón, resulta ser un experto en artes marciales y logra derrotarles a todos. Pidiéndoles muchas disculpas en nombre de Jesús, por supuesto. 

Al ver eso, y ver que el chico no tiene mala planta, el productor le invita a pasar y le convence para que sea su estrella. El chaval, una vez le aseguran que tendrá un doble para las escenas de penetración, se dice, ¿porqué no? porque el pobre necesita dinero para casarse con su novia mormona, allá en Salt Lake, y total, sólo es una peli porno de las muchas que salen al mercado ¿Quién se va a enterar? Y, sobre todo ¿quién se va a enterar, en Utah?

PERO

Orgazmo se convierte en la 3ª película más vista de todos los tiempos, sólo por detrás de Jurassic Park y Star Wars, así que tendrá que rodar la continuación (su novia, a todo esto, cree que está rodando Muerte de un Viajante, y que ahora va a rodar la segunda parte, Muerte de un Viajante: LA VENGANZA)

En fin, pasan muchas cosas, muy divertidas, y todo es colorido y alegre, incluyendo el GRAN FINAL

Como muestra, adjunto un diálogo normal en esta peli 

_ En esta escena, follarás con las hermanas Sodomitas

_ ...¿No podríamos llamarlas de otra manera?

_ Son hermanas y vas a follarles el culo ¿cuál es el problema?

_ ... podríamos llamarlas las hermanas traviesas... eso es ser travieso

_ (desesperado) ¡Jesús!

_ ¿DÓNDE?

Os estaréis preguntando (o no, que más de une os sabéis esta batallitapero me la pela, yo he venido a hablar de mi libro) porqué esta peli tiene algo especial para mi chica y para mí.

Pues bien, fijaos en la fecha: 2000, hace 22 años.

Y nuestro hijo tiene, oh sorpresa, 22 años.

Resulta que en mayo de 2000, en un programa de cine, hablaron de esta peli. Precisamente pasaron la escena de las chinas sodomitas, en la que Orgazmo es rescatado de sus malvadas y asiaticas manos por Chodda Boy, su fiel compañero, armado con su polla cohete (sí, el chico flaquito de al lado con un cipote en la cabeza) (también hay un ChodaDog ataviado de igual forma)

Y nos dijimos, ¿Vamos a verla cuando la estrenen? ¡SÍ! ¡Vamos a verla cuando la estrenen! Y la estrenaron en junio, a mediados. En medio de una ola de calor cojonuda. Y allá que fuimos mi chica y yo a mediodía, ella embarazada de 8 meses y medio, procurando ir por la sombra, 
porque los gorriones caían inconscientes de los árboles por el calor. E íbamos a esa hora porque, debido a lo que he comentado antes, los problemas de distribución, la única sala de Madrid que pasaba la peli era la de los cines Luna.

Y aquí viene un momento Abuelo Cebolleta.

Resulta que en los 80 había una sala en Madrid, el cine Carretas, que se caracterizaba por pasar películas rarísimas, ya que a su público la peli se la pelaba. Y lo digo literalmente. 

El cine Carretas era donde iban las parejas gays a meterse mano, y lo que no era mano. En la canción Juana la Loca, de Sabina, hay una estrofa dedicada a esa sala

Y en el cine Carretas

Una mano de hombre

Cada noche bucea

en tu bragueta

Pues bien, para el año 2000 el Carretas ya no existía, pero los Luna habían tomado su relevo. Así que mi chica y yo entramos en una sala cuyo público era, salvo por nosotros, parejas o tríos de hombres, separado cada grupo del de al lado por dos o tres asientos vacíos, por aquello de tener intimidad.

Y toooodos esos señores se quedaron ojipláticos al vernos entrar, a mí, y a mi chica, con un bombo de 8 meses y medio, ambos cubiertos de sudor y jadeantes

Notamos un murmullo asombrado. Más de uno debió pensar ¿QUÉ TIPO DE ABERRACIÓN CONTRA NATURA VA A TENER LUGAR AQUÍ?

Evidentemente no hubo ningún tipo de aberración contranatura. Más que nada porque una semana atrás mi chica se notó físicamente incómoda y dimos por acabada la bacanal de a dos que llevábamos viviendo desde el segundo mes, porque sus hormonas llegaron al techo y las mías las siguieron. Para más información, id aquí

Así que, jadeantes y sudorosos PORQUE HACIA UN CALOR INFERNAL EN LA CALLE (bendito aire acondicionado) Nos sentamos hacia la mitad de la sala y disfrutamos de la peli riéndonos un montón

El resto del público se rio menos. Me temo que les cortamos el rollo, o les daba reparo comer pollas delante de una casi parturienta. En fin, esas cosas pasan

Por cierto, si alguno de vosotros estuvo en esa sala ese día, os mando un beso muy grande y gracias por acompañarnos. Que ya lo siento si os jodimos el pajote, pero es que no había otra sala, de verdad, y queríamos ver la peli.

Y aquí estamos, viendo Orgazmo, y nuestro hijo no acaba de entender de qué nos reímos tanto.

Se lo hemos explicado, pero eso tampoco le ha dado risa. Asi que me temo que nunca será su peli.

Pero es la nuestra. Y, parafraseando AL MÁS JRANDE... Pásala, Sam. La pasaste para ella. Pásala ahora para mí

Y no lo olvidéis. Contra el mal... ¡ORGAZMO!


domingo, 2 de enero de 2022

PALABRAS PODEROSAS


Disclaimer: esta entrada no es apta para
#señoros. Si eres el tipo de persona que piensa que su polla es el centro del universo y que responde a cualquier crítica legítima con un #notallmen te has equivocado de blog y deberías buscarte otro espacio en el que sentirte seguro.


Hace poco, hablando con mi amigaamada Eva*, comentamos nuestra sexualidad, cómo la vivimos y cómo influye en nuestro día a día. Entonces ambos fuimos conscientes de un detalle: sexualidad es una palabra de género femenino.

Cuando lo noté, me pareció que se trataba de algo natural, ya que desde siempre he creído (y, en mi experiencia, verificado) que la sexualidad de la mujer es más profunda, intensa y poderosa que la masculina. De ahí que no me resulte sorprendente que la propia palabra sea femenina

Antes de que se me echen al cuello los defensores de la mal llamada incorrección política**, diré que sí, existe la sexualidad masculina. No sólo eso: de hecho es la sexualidad omnipresente. La mayor parte de nuestro entorno sexual se centra en lo masculino y la satisfacción del deseo masculino en todos los ámbitos, desde el publicitario hasta el cultural pasando por el lingüístico (que sigamos diciendo que algo es la polla o cojonudo cuando es sobresaliente, y un coñazo cuando nos aburre, no es una casualidad)

¿Porqué digo que la sexualidad masculina es predominante? Pensemos, por ejemplo, en el porno. El volumen de escenas sexuales dedicadas a un público masculino, en el que todo, desde el vestuario hasta las prácticas van dirigidos a la satisfacción de los hombres, es abrumador. Por supuesto hay quien defiende que videos como los de la productora K, que suelen consistir en violaciones colectivas por parte de una turba de machotes sobre una mujer solitaria con todo tipo de elementos degradantes (violencia, dolor, lesiones en la piel, penetraciones forzadas, ataduras, eyaculaciones masivas en la boca...) son en realidad obras destinadas a un público femenino cuyas fantasías, oh casualidad, coinciden exactamente con la satisfacción de los deseos sexuales masculinos más extremos (y lo mismo sucede en la imaginería BDSM, cuyos defensores a ultranza insisten en lo revolucionario que es que la mujer ocupe siempre el rol sumiso, casualmente el que tradicionalmente se le ha asignado hasta apenas un suspiro).

Y sí, no dudo de que habrá alguna mujer que tenga esas fantasías (hay gente que colecciona sellos, de todo hay en la viña del señor) pero no me trago que ese sea el público al que van dirigidas esas producciones.

Incluso las escenas sexuales supuestamente lésbicas están orientadas, en un 90%, a un público masculino, y coinciden poco o nada con el verdadero sexo entre mujeres (no, lo de la tijereta no es tan divertido, sólo es algo para un momento puramente genital, y tampoco las lesbianas están deseando que entren algunos hombres para completar la fiesta, son así de sosainas, ya veis)

Uno podría verse tentado a creer que si la sexualidad masculina está presente en nuestras vidas de una forma tan abrumadora, será porque es mucho más intensa que la femenina, pero no es así. Sexualmente, los hombres heterosexuales son más burdos que un calcetín de esparto, su concepto del sexo es puramente coitocéntrico (lo que viene a ser, meterla) y su único objetivo es eyacular. Todo el proceso junto puede durar ¿cinco minutos? y fin

En ese mismo esquema la sexualidad femenina es puramente pasiva, la única fuente de placer es la penetración, y si hay alguna caricia, del tipo que sea, se la considera un preliminar, es decir, un simple aperitivo antes del plato fuerte, que es el envite viril del poderoso miembro masculino. Y, por supuesto, esa mujer esperará con éxtasis la eyaculación de su macho o machos.

No es algo de ahora. Este modelo de normatividad sexual nos viene dado desde el siglo XIX. En el imaginario social la mujer esperaba, sumisa y agradecida, a que su esposo reclamara sus derechos sobre su cuerpo. No se esperaba que ellas sintieran deseo sexual alguno, salvo que se tratara de mujeres públicas, es decir, prostitutas, actrices, cantantes, adúlteras, incluso miembros de la servidumbre***... a las que se señalaba como culpables de toda depravación. 

También en los años de la (en mi opinión) mal llamada Liberación Sexual, todo se enfocaba a la satisfacción del deseo masculino. La mujer liberada debía estar siempre disponible, so pena de ser tildada de reprimida. E incluso en los ambientes liberales de nuestros días**** sigue considerándose que una mujer debe orientar su sexualidad hacia lo que desean los hombres. No haciendo aquello que ellas desean, sino dando por hecho que lo que quieren sus compañeros es exactamente lo que ellas ansían. Incluyendo la violencia de la que hemos hablado. 

Yo no soy ningún campeón sexual, ni un rey de la promiscuidad (aunque a ojos de algunos podría parecerlo, vista la estrechez de sus mentes) pero he visto la sexualidad femenina real, cuando se expresa libre, con confianza y sin ataduras. Me he quedado maravillado ante ella, y me he sentido un privilegiado por ello.

Y ahora, parafraseando cierta película de culto, debería deciros que he visto cosas que no creeríais. He visto naves de asalto en llamas más allá de Orión. He sentido que una mujer que pesaba 15 o 20 kilos menos que yo me alzaba en vilo casi sin darse cuenta. Otra que me sacaba una cabeza me dio la vuelta y me dejó flipando con un simple movimiento de sus piernas (de verdad aún no sé cómo lo hizo). He notado bajo mis yemas estremecimientos que no tenían nada que envidiar al volcán de la Palma y me he bebido (y compartido) un torrente cálido de placer que parecía inagotable. También he vivido experiencias dulces y calmadas. O de lo más pedestre, ese polvo que como mucho es un por relajarnos, a ver si dormimos mejor. Y a veces nos ha salido de pena, que más que echar un polvo se nos ha caído, y nos hemos partido de risa juntos, sin malos rollos ni sentirnos culpables, porque a veces no era el momento, o simplemente esa persona y yo no tenemos esa química y no hemos insistido. Porque ni hay dos personas idénticas, ni dos momentos iguales, ni dos relaciones comparables. 

Y la he cagado muchas veces, pero he tenido la oportunidad de aprender y evitar cagarla de nuevo, al menos de la misma manera. Porque nadie está a salvo de cagarla, ni hombres ni mujeres.

Pero la cuestión, lo importante, es que YO NO SOY EL PROTAGONISTA, simplemente colaboro (porque ahí somos dos personas) a crear un espacio seguro en el que dejarnos llevar, sin preocuparnos de nada más que nosotros, sin comparaciones y sin más límites que los que nosotros mismos nos hemos impuesto. Límites que pueden ser muy amplios

Habrá quien exprese su deseo de forma más normativa (aborrezco la palabra vainilla, porque demasiada gente la usa de forma despectiva) y habrá quien deje salir fantasías y kinks inimaginables. La clave es que, sea cual sea el caso, esa persona se sienta libre de hacer lo que desea, sin sentirse presionada, juzgada o evaluada. 

La verdadera sexualidad femenina aflora cuando quitas las trabas y las imposiciones, y es maravillosa. No se parece una mierda a lo que se ve en el porno o se lee en esas publicaciones tan audaces que te explican como debe ser la mujer del siglo XXI. Y es mucho, mucho, mucho más variada, profunda, intensa que la masculina.

Ahora alguno me dirá ¿y no podría cambiarse eso? ¿No podríamos hacer la experiencia masculina más parecida a la femenina. Y la respuesta es SÍ, CLARO QUE SÍ. Sólo que ese SÍ tiene un enorrrrrrrrme PERO. Para vivir algo así, hay que dejar a un lado lo establecido, lo normativo, y eso implica renunciar al privilegio de ser la norma, aceptar todos nuestros matices y diferencias. TODOS. Y experimentar libremente y sin prejuicios.

Y mientras eso no sea algo general (y ya os digo que por mucho que intenten venderme esa libertad sexual tan del siglo XXI, yo sólo veo lo de siempre, maquillado) la palabra SEXUALIDAD, con mayúsculas, seguirá siendo femenina.

* Con su permiso, pronto os hablaré de ella

** Lo que ese tipo de personajes tan tan revolucionarios llama "incorrección política" coincide, oh casualidad, con lo que era el pensamiento dominante hace apenas un par de décadas, cuando todo se regía por la medida masculina y normativa y lo que no entrara en esa categoría era considerado inferior e incluso risible

*** Las mujeres del servicio, en España al menos, solían tener la obligación encubierta de servir de colchón al señorito, y en caso de que la cosa saliera a la luz, se las acusaba a ellas como responsables por su lascivia o bajeza moral

**** Lo que he visto del swinger me da ganas de rascarme como si tuviera sarna, el mundillo BDSM, salvo excepciones, rezuma machismo de una forma casi putrefacta y en el ambiente poliamor que frecuenté hasta 2018 pronto se pasó de una apariencia de apertura de mentes a la norma masculina*****, hasta que la burbuja saltó por los aires. Dado que estoy alejado del entorno desde entonces, es posible que las cosas sean ahora distintas, ojalá sea así.

*****Y, con lo fácil que es disfrutar del privilegio, yo mismo lo hice y actué como un machito invasivo y creído, hasta que me lo señalaron públicamente y me fui. 

lunes, 20 de diciembre de 2021

EPÍLOGO

Hace tiempo soñé contigo. Volvíamos a encontrarnos.

Me alegré de verte. Tú también. Nos sentamos y hablamos. Me sentí bien.

Me dijiste, podríamos volver a vernos. Podriamos tener algo.

Respondí, no. Gracias, pero no. Sigo amándote, pero ese momento quedó atrás. Seguí mi camino, seguiste el tuyo, ya no somos esas personas.

Sólo fue un sueño. Sé que nunca nos encontraremos, ni sonreirás si sucede, ni te sentarás conmigo.

Ni nunca hablaremos.

Pero al despertar, respiré aliviado. 

Me he perdonado.

Lo conseguí. He pasado página.



miércoles, 20 de octubre de 2021

INTENTANDO PENSAR

Por casualidad, por una desgraciada casualidad. lo que escribo hoy enlaza con lo que publiqué hace un par de semanas.

La tragedia que hemos vivido la pasada semana fue tan inesperada, y nos pareció tan... injusta, tan incongruente, que apenas tuvimos espacio para reaccionar. Ahora, unos días después, soy capaz de mirar hacia ese momento, entender alguna de mis reacciones y analizar su razón de ser.

Del momento de recibir la noticia, sólo soy capaz de recordar el mazazo, la incredulidad. La sensación de que tiene que ser un error, que no es posible. Que, por espantosa que sea esa esperanza, seguramente hay un equívoco en los nombres y no es ella sino su madre quien ha muerto.

Y el frío, helador, por todo mi cuerpo al comprender que no hay ningún error.

Tras ello, la inmediata necesidad de comunicárselo a las personas que deben saberlo, fuera de hermanos y hermanas. Y ahí es cuando puedo hacer mi primer análisis. De inmediato acuden tres nombres a mi mente. Una de ellas, Eva, está conmigo, las otras, Marisa y Diego, están lejos. Telefoneo, apenas soy capaz de hablar pero lo logro, y Marisa detiene mi primer impulso, que es correr, y me recuerda, no puedes hacer nada, permanece ahí con Eva, ella te cuidará. Y mientras me lo dice sé que Diego, nuestro hijo, la cuidará a ella, y ella a él. Y comprendo que estamos cuidados.

Me reúno con Eva, y en efecto, me cuida, y pese a lo inesperado de todo encuentra las palabras y la forma, y me envuelve. Protegido, puedo dejar que el dolor me inunde. Y respirar. Porque hasta ese momento no he sido consciente de que no estoy respirando, apenas estoy metiendo aire en mi cuerpo

A la mañana siguiente, pienso en los demás nombres, en vosotres, que debéis saberlo, y debéis saberlo de mí, no de otras voces. Y comprendo que sois pocas, muy pocas personas. Nuestra familia, por supuesto, y ocho nombres más. 

Sólo ocho nombres.

Hace años yo no era capaz de establecer un límite, y mi energía se dispersaba en personas que, en realidad, no importaban. Pero ahora miro a esa mañana y sólo hay ocho nombres fuera de la red (y no están fuera, varias de esas personas son tangencias)

Sumando toda la red con esas personas, no llegan a dos docenas. Son los nombres que de verdad cuentan. Los únicas en quienes pensé en ese momento. Parece que, como diría mi otra pareja, por fin he aprendido a distinguir entre lo urgente y lo importante. Que lo que escribí en mi anterior entrada no fue una parrafada vacía. Es real y tiene consecuencias reales.

En una emergencia, sólo vosotres. Fin del análisis.

Pero hay otro análisis, y ese sólo empieza a brotar al regresar, unos días después, hablando juntos en el coche. Cuando comento que lo sucedido es, de alguna forma, antinatural. Que las madres no deberían enterrar a los hijos. Y ella me dice, no, en realidad eso es lo natural, lo antinatural somos nosotros.

Y es verdad. Una verdad que no queremos mirar, pero que está ahí. La muerte no se ajusta a nuestras expectativas. Simplemente sucede. La gente muere, sin importar su edad, su condición o sus sueños. 

Nos parece aberrante que un niño muera, porque hemos aprendido a proteger a los niños de las amenazas más inmediatas. Pero hace menos de 100 años los niños morían por cien causas y se convivía con esa posibilidad. Los cementerios antiguos están llenos de tumbas de niños. Los ataúdes pequeñitos eran habituales.

La muerte de mi padre me devastó porque sentí que mi padre murió joven, pero apenas una generación atrás, llegar a los 60 y tantos en sus condiciones hubiera sido casi un milagro.

Creemos que las cosas así ya no suceden, porque ya no las vemos a diario. Y nos engañamos. Hasta que llega el golpe y nos coge por sorpresa. Y nos forzamos a recordar que somos frágiles, que puede sucedernos a cualquiera, en cualquier momento, en cualquier situación. Nuestro hijo sintió dolor, sí, al conocer la noticia, pero además sintió miedo, al comprender que eso mismo podría sucederme a mí, o a su madre. 

Y yo sumo mi propio miedo: podría sucederle a él. 

Por supuesto que hay circunstancias agravantes. La pobreza, la enfermedad, la inestabilidad... todo eso abre caminos a la muerte, pero la persona más rica, más saludable y más protegida del planeta puede atragantarse con un hueso de albaricoque y morir antes de llegar a pedir auxilio. Puede resbalar en la escalera y matarse al golpear el suelo unos segundos después. Puede desplomarse, y estar muerta antes de tocar el suelo.

No hay nada antinatural en la muerte. Simplemente sucede. Y al fingir que no es así no nos hemos hecho ningún regalo. Al creernos inmortales no vemos qué merece la pena de verdad y qué no la merece, porque pensamos que siempre habrá tiempo para todo. Que no hay diferencias entre lo urgente y lo importante.

No vemos quién importa y quién no importa. 

En mi caso, apenas dos docenas de personas

La próxima vez que nos veamos, os pediré permiso para abrazaros, y, si no os incomoda, os recordaré lo importantes que sois para mí.

Porque podría suceder. La muerte sucede. Y no quisiera que mañana os llegara esa noticia sin haberos dicho, mirándoos a los ojos...

... que os amo

jueves, 7 de octubre de 2021

DESPUES DE MUCHOS AÑOS

Me ha llevado demasiados años llegar a entender esto. Hay una línea de tiza a mi alrededor, irregular. Se adapta a lo que contiene. Las personas que de verdad me importan están dentro de esa línea.

Los que estáis fuera me podéis caer mejor o peor, pero mi tiempo, mi atención y mis energías son limitados, y se los dedico a las personas de dentro de la línea. 

Como digo, me ha llevado años verlo. Años en los que me han parasitado, muchas veces de forma inconsciente, pero eso no hace menos agotador el parasitismo.

También hay quienes lo hacen conscientemente, y afortunadamente he aprendido a cortarlo en cuanto reconozco el patrón.

Eso no significa que mi criterio sea siempre acertado. En los dos sentidos.

A veces alguien a quien he dedicado esos recursos demuestra no merecer ese esfuerzo, y cuando lo comprendo, automáticamente va fuera de la línea.

A veces conozco a alguien que de verdad lo merece, y pasa hacia adentro. Y la línea se redibuja.

Si lo analizo, por paradójico que resulte, las personas que sí merecen la pena, usualmente no son demandantes. Hacen todo lo posible, en la medida de sus posibilidades, por sostenerse a sí mismas, y siempre están dispuestas a compartir, ayudar, apoyar. 

Por el contrario, quienes van para afuera, siempre están tomando, te vacían, y cuando les sacas del círculo se dicen injustamente tratadas. 

Supongo que las sanguijuelas, cuando son arrancadas de la piel, se sienten igual de desdichadas.

Pero la línea de tiza no puede crecer sin más: si entra alguien, no puede ser de forma forzada. Todo debe adaptarse, todo debe encajar. El nuevo dibujo debe ser coherente.

Así que forzosamente habrá gente valiosísima que quedará fuera.

No es justo, pero es lo que hay.

No es metafísica, ni se trata de una idea demasiado original. Pero llegar a este punto me ha llevado una vida

No puedo ni quiero recuperar lo que di inútilmente. Lo di de forma voluntaria.

Pero si puedo centrarme en quienes de verdad me importáis. Y procurar no volver a derrocharme.

Porque no es justo para mí, ni para vosotros, dado que también me cuidáis.

No voy a dar nombres. Quienes estáis dentro, lo sabéis.

viernes, 10 de septiembre de 2021

JARRI POTTER (VI) Un mundo fosilizado


Ya he mencionado que, económicamente, el Mundo Mágico sólo se sostiene gracias a la esclavitud, y eso, históricamente, trae aparejado un estancamiento a todos los niveles. ¿Para qué vas a molestarte en intentar encontrar formas más eficaces o racionales de hacer las cosas, si hay esclavos que se encargan de todo, o si a las malas puedes chapucearlas agitando una varita?

Pues bien, eso también se nota en el aspecto sociocultural. 

La sociedad del mundo mágico es, lisa y llanamente, un asco. Hay algunas familias aristocráticas, celosas de su abolengo y privilegios, ningún tipo de ascensor social (a lo más que aspiran la mayor parte de los magos es a trabajar para el Ministerio de la Magia) y un gobierno vagamente elegido. Porque en ningún momento se habla de sufragio universal, así podemos suponer que el derecho al voto está limitado a determinados estamentos. 

Desde luego los duendes no votan, ni los centauros, ni las gentes del agua, ni los gigantes. Y, si me apuráis, probablemente los enanos banqueros tampoco. lo que me lleva a suponer que sólo votarán los magos de cierto nivel económico, y probablemente sólo los hombres, dado que en ningún momento de la obra se da a entender que las opiniones de las mujeres cuenten para nada. 

El sistema político mantiene a la sociedad mágica en estado de tutelaje, no se acepta ninguna crítica, no hay nada parecido a una prensa independiente (salvo los fanzines magufos como el que dirige el padre de Luna) y no hay un estamento que establezca un equilibrio de poder. Lo que dice el ministro mágico, va a misa, y punto pelota. Y así, basta que el ministro diga que Voldemort no existe y Dumbledore quiere dar un golpe de estado para que toda la prensa siga servilmente esas consignas.

La prensa, si nos atenemos a lo que vemos, vive para el cotilleo, y la carencia de medios de comunicación globales es absoluta. Si algo no sale en el Daily Prophet, nadie se entera jamás de que ha sucedido. Por eso un estafador como Lockarth puede labrarse una reputación insigne, porque no hay forma de comprobar la veracidad de sus afirmaciones.

Tampoco hay un poder judicial independiente. Los juicios son un auto de fe inquisitorial en el que los acusados carecen de derechos y las condenas son absurdas y desproporcionadas. El concepto redención por pena no existe: si eres declarado culpable, a Azkaban de cabeza y allá te pudras.

Eso sí, a la hora de impartir justicia hay una cierta tendencia a hacer recaer el peso de la ley sobre los que no tienen recursos o amistades poderosas. Tras la primera caída de Voldemort, la mayor parte de sus acólitos, todos gente adinerada y con apellidos compuestos, se limitaron a aducir que algún hechizo les había quitado la voluntad y sólo los fanáticos fueron a prisión. El Fue un mago elevado a la enésima potencia*

También tenemos la justicia personalizada de los duelos mágicos, porque quien tiene la razón y la justicia de su parte, mágicamente alcanza la victoria. O puede que en esa sociedad de paniaguados y analfabetos se asuma que quien gana un duelo automáticamente tiene razón y la justicia de su parte porque para eso es el más fuerte. Después de todo los magos no se caracterizan por su solidaridad ni filantropía. Nicolas Flamel descubre la piedra filosofal y ¿se la ofrece a la comunidad, para mejorar la vida de todos los magos? No. Se la queda para ser inmortal él. Los demás se la pelan muy fuerte. Y ojo, se supone que ese mago es de los buenos. La consigna entre los magos es que se jodan los demás.

Lógicamente, esa estructura petrificada no se caracteriza por su dinamismo cultural: tenemos una sociedad con características económicas del medievo, y un barniz de modernidad que se quedó anclado en los primeros años del siglo XX. Los magos, supuestamente, son capaces de crear cualquier cosa, pero ese cualquier cosa siempre acaba siendo algo demasiado parecido a artefactos muggle de esa época: autobuses de aspecto anticuado, trenes de vapor, cámaras fotográficas de las de trípode y magnesio... mágicas, sí, pero claramente anticuadas. Son capaces de simular la tecnología muggle con su magia, pero sólo la más burda y anticuada ¿Un ordenador? ¿un teléfono? ni siquiera serían capaces de entender esos conceptos, no tienen ni las palabras necesarias para intentarlo. 

De hecho, no tienen demasiadas palabras, porque los magos carecen de una cultura propia. Se limitan a tomar algunas cosas aquí y allá de la sociedad muggle, mucho más vibrante y dinámica que la suya, y luego fosilizarse en torno a esos vestigios robados. Por eso vemos algunos ornamentos que nos recuerdan al siglo XVIII (la mayor parte de los cuadros de Joguarts parecen de ese periodo) ciertos detalles de tipo renacentista (esas túnicas solemnes y pomposas que lucen en las grandes ocasiones) y, principalmente, elementos de la vida cotidiana en la Inglaterra (Joguarts) o Francia (BeauxBaton) de los años 20.

¿Porqué los años 20? Porque esa debió ser la última vez que la sociedad mágica estuvo más o menos expuesta al mundo exterior y, una vez cerrado el contacto, sus miembros se han limitado a perpetuar esos detalles superficiales sin criterio, copiando una y otra vez de la copia anterior. Luego, si económicamente la sociedad de los magos parasita a los duendes, culturalmente parasita a los muggles. Cualquier objeto cotidiano de nuestro mundo es visto por los magos como una suerte de rareza asombrosa e inexplicable ¿una bombilla? ¿un objeto que da luz SIN MAGIA? ¡Eso es incomprensible!

Si hablamos de arte el panorama es aún más desolador. Las pocas obras de arte que vemos son refritos del clasicismo o el romanticismo. La escultura de los hermanos mágicos o La Magia es Poder son simples copias del academicismo de finales del XIX. El realismo edulcorado es la máxima aspiración de los artistas mágicos. Su arquitectura tampoco va mucho más allá de comienzos del XX y sus ilustradores, si nos atenemos a lo que vemos en sus libros de texto, no han pasado de lo que hacían los monjes del siglo XII. La música... seamos piadosos y digamos  que Strauss les debe parecer el colmo de la modernidad.

Puede que esa sea una de las razones por las que los media sangre son vistos con recelo. No se trata de que tengan sangre muggle (a la fuerza todas las familias mágicas debieron empezar como muggles) sino de que traen perniciosas influencias del mundo exterior. Hermione, por ejemplo, encabeza una cruzada de una sola persona para liberar a los duendes, y sus esfuerzos nos son presentados por la autora como risibles y patéticos porque quiere cambiar el orden establecido.

Imaginemos el terremoto que supondría en esa burbuja asfixiante la llegada del Punk. Seguramente había una expurgación general y todos los sospechosos acabarían en Azkaban ¿El expresionismo? ANATEMA ¿El neorrealismo italiano? bueno, eso no supondría un peligro porque aún no han descubierto el cine. Si acaso, cuando les proyecten en una sábana el regador regado considerarán que es imposible superar ese alarde narrativo.

Por no haber, NI SIQUIERA TIENEN LITERATURA**. No sabemos que nadie haya publicado una novela, o un poemario. A lo sumo oímos hablar de alguna leyenda antigua, como la de los tres hermanos. ¿Dramaturgos? ¿Teatro? NADA DE NADA. El mundo mágico es un páramo cultural, todo lo que se hace o escribe se centra exclusivamente en la magia. Y sólo en plan, recetas mágicas para hacer crecer las flores. No hay ensayos sobre el sentido de la magia, ni intentos de construir una teoría unificada de los hechizos, para buscar cuales son sus elementos comunes, depurarlos y librarles de toda la parafernalia inútil que les rodea.

Tampoco hay apenas hechizos nuevos. Los estudiantes de joguarts se limitan a memorizar los mismos trucos y recetas que llevan repitiendo generación tras generación. Y, si alguien encuentra algo novedoso, como el encantamiento borra memorias de  Lockarth, se lo queda para su propio provecho (véase lo dicho arriba sobre la insolidaridad de los magos)

Hasta en los temas mágicos los magos viven a remolque de los muggles, ya que todos los hechizos se recitan... en latín. Ni siquiera han sido capaces de crear un vocabulario propio.

En suma tenemos una sociedad petrificada, gobernada por una élite totalitaria y endogámica, poblada de adultos egoístas, crédulos e incapaces de asumir ni una sola responsabilidad social, donde la vida transcurre en la total ignorancia de lo que sucede, no ya en el otro mundo, sino unos cuantos kilómetros más allá, que recicla una y otra vez unos conocimientos heredados y nunca cuestionados ni actualizados, más el escaso brillo cultural que le llega del mundo exterior, dado que no existe ni se incentiva la creatividad***. 

Y no hemos rascado detalles como el racismo hacia las otras especies inteligentes, consideradas de segunda.

¿De verdad esa es vuestra utopía? Pues toda para vosotros.

Yo no sería capaz de vivir en ese agujero. Los agujeros hobbits, al menos, son limpios y decorosos: el agujero del Mundo Mágico, en cambio, huele a cerrado.

* El caso de Bartemius Crouch Jr. es una notable excepción, y aun así su papaíto encontró el modo de sacarle de prisión.

** Salvo que consideremos literatura el montón de mentiras de Lockahrt sobre sus hazañas, claro.

** El epílogo de la ultima novela no da a entender que las cosas hayan cambiado demasiado tras la guerra civil mágica. Simplemente ahora los amigos de Harry están arriba, pero no se nos dice que se haya cambiado el modelo económico, político o social. Ni siquiera que los duendes hayan conseguido algo parecido a unos derechos laborales. El inmovilismo no se cambia agitando una varita mágica, sino con trabajo duro, y eso nunca será el fuerte de los magos.

lunes, 6 de septiembre de 2021

JARRI POTTER (V) Vaya birria de mundo mágico


Como sabéis (y si no lo sabéis, no tenéis más que marcar la etiqueta "Potter") no soy precisamente un gran fan de la obra de la señora Rowling. En su momento disfruté mucho con La Piedra Filosofal pero a partir de ahí mi placer e interés fueron decayendo título tras título y sólo me llegué hasta el final por pura cabezonería. O quizás, confiando en que en algún momento la autora lograría levantar el listón.

Espolier: no lo levantó.

En cualquier caso, me he encontrado muchas veces con potterheads que defienden a capa y espada cada párrafo escrito por su ídola, y es muy divertido ver cómo a medida que señalas las muchas inconsistencias de la obra (empezando por los muy sospechosos criterios de selección del puto sombrero) van aferrándose como pueden a los restos, hasta que sólo les queda el argumento de en cualquier caso Rowling nos regaló un maravilloso mundo de fantasía en el que conviven la magia y la realidad.

Bueno, cómo decirlo suavemente... si los personajes de Jarri y sus amigos son de lo más plano (sobre todo a nivel de encefalograma, con las únicas excepciones de Hermione y Luna) lo de su mundo de ficción es para echarse a llorar. Si el WorldBuilding es el gran valor de esa saga, entonces estamos apañados.

El llamado Mundo Mágico en el que trasncurren la mayor parte de las historias de Jarri parece ser una especie de plano oculto a los muggles mediante una serie de hechizos barrera (como el que permite atravesar o bloquear el andén 9 y 3/4), es decir, hay una parte del mundo que sólo es accesible a los magos, y en la cual viven criaturas como centauros, gigantes, duendes, sirenas, unicornios... etc y en la cual la ciencia muggle no funciona.

Ese punto, por desgracia, chirría mucho. La ciencia no se basa en pronunciar hechizos ni hacer juegos de manos, sino en aplicar las leyes de la física (la química, en esencia, es una rama de la física, que me perdonen mis amigos químicos) así que, si la ciencia no funciona ahí, debería ser porque en ese mundo no se aplican las leyes de la física. Y sin embargo vemos que cosas como la gravedad sí parecen funcionar, luego se trata de un mundo newtoniano ¿no?

Pero vayamos al caso más evidente. Las armas de fuego no funcionan en el mundo mágico. Pues bien, las armas de fuego no son, insisto, artefactos mágicos, sino que funcionan, como su nombre indica, por la combustión de la pólvora. Que yo sepa, si tú le acercas una cerilla en el mundo mágico a un papel, arderá, luego la combustión sí existe. 

Vale, argumentemos que se trata de cerillas y papel mágicos y que en consecuencia arden mágicamente porque patatitas (mágicas) Pues aún así, sigue siendo necesario que en ese mundo haya combustión, porque la respiración, la humana, la animal e incluso la de las plantas, se basa en la combustión (la oxidación no es sino una combustión muy lenta, o, si lo preferís, la combustión es una oxidación acelerada) así que, o hasta la última alga unicelular requiere un hechizo mágico para existir, o ese plano está sujeto a las mismas leyes físicas que éste.

Luego pegarle un tiro a Voldemort sería tan fácil como apuntar y hacer pum y la única razón para no hacerlo, en realidad es la absoluta ignorancia en la que el gobierno (bastante despótico) de ese mundo mantiene a sus súbditos en un estado de absoluta ignorancia a fin de que sean dóciles y manipulables. Como prueba, no hay más que ver las asignaturas que se cursan en Joguarts, que podéis consultar aquí. Los niños no reciben ni una sola noción de matemáticas, física, economía, lengua... y salen de la escuela como perfectos analfabetos funcionales, incapaces de dedicarse a nada que requiera un mínimo conocimiento práctico.

Puede parecer que eso no es tan grave porque SABEN HACER MAGIA, OH, OH, OH. Pero si nos atenemos a lo que vemos del plano mágico, no es que eso sirva de gran cosa. Los más pudientes (familias de la casa Slytherim, en su mayoría) viven rodeados de lujo, no porque ellos hagan nada con su magia para obtener esos lujos, sino porque mantienen esclavizados a los miembros de una raza (los duendes) que se encargan de todo. De hecho, el colegio de Joguarts funciona de la misma forma, duendes esclavos cocinan, limpian, y reparan todo lo que se rompa. Así que nadie tiene que preocuparse de cosas tan mundanas como hacerse un bocadillo: chasqueas los dedos y ya se encargará alguien (o algo, que los duendes no son considerados como seres con derechos) de ponértelo en la mano.

Pero quien no tiene un duende mágico vestido con un harapo a su servicio (y esa es la mayoría de la población) vive literalmente EN LA MIERDA. Como los Weasley, cuya madre se tira trabajando de sol a sol para mantener la casa en pie sin que ni uno solo de sus numerosos hijos (salvo la niña OH SORPRESA*) o su maridito muevan jamás un dedo para ayudar en las tareas. De hecho, no se queja de que esa panda de holgazanes cojonazos ronden por ahí sin hacer nada, sino de no tener un duende esclavo.

Pero ¿cómo es posible que los magos sean pobres? ¡SON MAGOS! Pues porque la economía del Mundo Mágico es, en esencia, otra enorme MIERDA. Las únicas actividades económicas que vemos a lo largo de la serie son los bares, donde la gente bebe cerveza de mantequilla (PUAJ) las tiendas de varitas mágicas, cacharretes mágicos, libros mágicos, escobas mágicas, chuches mágicas** y objetos tenebrosos, cuya principal clientela parecen ser los estudiantes de Joguarts, y la organización de torneos de Quidditch, que moverá dinero con merchandising varios y kits de pelotas mágicas.

Y la tienda de artículos de broma de los gemelos Weasley, que sin duda es un importante motor de la economía mundomagical

Ah, y el banco, Gringotts, donde unos duendes bastante arrugados y con cara de caricaturas de judíos (¿antisemitismo en el mundo mágico? NO POR DIOS) almacenan oro a raudales. Y digo yo ¿PARA QUÉ COJONES LO ALMACENAN, SI NO HAY UNA ECONOMÍA MONETARIA?

Nadie se dedica a la agricultura, la ganadería o la pesca. No hay manufacturas, sólo algunas personas hacen artesanías***, como las varitas o la cerveza de mantequilla (PUAJ) y para lo demás, te buscas la vida o esclavizas duendes.

Y el detalle final que define la economía de ese mundo es la existencia de una monstruosa burocracia, cuya única justificación social (me parece) es la de tener a la gente ocupada rellenando papeles en vez de tirada por las calles preguntándose qué están haciendo con sus vidas. Pero ¿Cómo se sostiene ese behemot administrativo? porque aquí NADIE PAGA IMPUESTOS

Sorpresa, con el trabajo esclavo de los duendes

Luego la sociedad mágica, a nivel económico, es un sistema PARASITARIO, basado en la explotación de otra raza. Con la peculiaridad de que, si a esa raza le diera por decir A TOMAR POR CULO TODO, podrían comerse a los magos en un chasquear de dedos ya que, como se nos mostró en La Cámara Secreta, cuando Dobby coge al señor Malfloy y lo estampana contra el suelo y las paredes, mejor no meterte con un duende cabreado.

Y no es el único parasitismo del mundo mágico...

* Vease Jarri potter y el Armario sin Fondo, en esta misma serie de posts)

** Con escaso sentido del negocio, o sea ¿DE VERDAD LA GENTE MÁGICA ES TAN GILIPOLLAS DE COMPRAR CAREMELOS QUE PUEDEN SABER A MIERDA O PUS, POR LA EMOCIÓN DE QUE A LO MEJOR SÍ, A LO MEJOR NO?****

*** Y no demasiadas personas, porque parece que se valora mucho más la artesanía antigua: siempre tiene más poder una varita antigua que una moderna, como si se estuviera perdiendo el conocimiento de hacer esos artefactos

**** O quizás sí que entienden bien el negocio y la gente del mundo mágico sí es así de gilipollas, en cuyo caso retiro mis objeciones al negocio de las chuches