Mujer iroqués

martes, 15 de noviembre de 2011

PALEOILUSTRACIÓN Imágenes y tópicos (II)


El deinonichus de Bahker o las fascinantes escenas de Henderson atrajeron la atención de la gente, pero la puntilla la dio Parque Jurásico. Los dinosaurios de Spielberg enterraron para siempre a los tópicos del siglo XIX y convirtieron el interés del público en una fiebre que ya dura dos décadas

Los dinosaurios virtuales venden, y los espectadores quieren ver dinosaurios, cuanto más realistas y activos, mejor. Conceptos como la extinción KT o la supervivencia de los terópodos avianos no habrian tomado cuerpo con tanta rapidez si el público no hubiera estado ya cautivada por los velocirraptores asesinos. Si queremos dar una noticia, o anunciar una nueva teoría, hay que hacer una recreación tridimensional, y cuanto más impactante sea ésta, más popular resultará.

Y llegamos a la parte mala. Cuando una imagen queda grabada en la imaginación, es muy difícil sacarla de ahí, y los dinosaurios de Spielberg han creado su propia iconografía: Los velociraptores son inteligentes como chimpancés, pero sólo piensan en matar de forma horrible e innecesariamente dolorosa, además de realizar proezas acrobáticas físicamente imposibles. Los tiranosaurios acuden al más mínimo sonido para devorar cualquier criatura que se mueva, ya sea una rubia gritona o un abogado con el vientre suelto. Los pterosaurios son monstruos alados sedientos de sangre y los mares prehistóricos están infestados de monstruos erizados de dientes que sólo piensan en emerger bajo los pies de cualquiera que se arriesgue a darse un baño.  Esa imagen se ha perpetuado en documentales con cierto halo de rigor como Walking whit Dinosaurs y en todo tipo de producciones que sólo buscan darle a la audiencia su ración de carnaza, a veces con un ligero barniz científico (como las series documentales Cazado por dinosaurios, dinosaurios combatientes, mares asesinos…y otras sin el más mínimo pudor, como la penosa Primeval, en la que hasta los dodos de Mauricio se convierten en letales asesinos.

Ahora mismo estamos en medio de otra lucha de tópicos, y no son pocos. Por poner sólo algún ejemplo, aún resulta difícil para mucha gente aceptar el concepto de los dinosaurios emplumados, porque las películas han obviado ese apartado, principalmente para evitarse costes adicionales: los dinosaurios de Ice Age 3 son tan pelones como los de Fantasía porque el público espera verlos así y los productores no quieren arriesgarse a defraudarlo. Cada vez que ilustro un dinosaurio aviano tengo que explicar a algún cliente que no, no es una fantasía y sí, es un hecho sostenido por el registro fósil. El topico de los pterosaurios feroces también es duro de roer: resulta difícil hacer comprender a la gente que un pescador de apenas 15 kilos de peso no podría atacar y devorar a un hombre adulto, mucho menos llevárselo en volandas. Pero bueno, seguimos en la brecha y la verdad, estoy impaciente por ver cual será la próxima idea absurda que nos encontraremos en el camino.

De momento la cosa no va tan mal como temía hace unos años. Hallazgos como el de Concavenator y las últimas hipótesis sobre el origen de las aves están sacando un poco del primer plano la imagen sanguinaria y feroz de los dinosaurios. T-rex empieza a ser visto como algo más que una absurda máquina de matar sin seso y el descubrimiento de células óseas y sanguíneas en algunos huesos es lo bastante fascinante como para darle un empujón mediático a los estudios más innovadores. Parece que, después de todo, hay material real lo bastante espectacular como para que no sea necesario acudir a los chorros de sangre y las vísceras desgarradas para interesar al público.

Pero el Monesvol dirá.

Antes de terminar, una advertencia por si alguien se siente atraído por este oficio: paciencia. Es laborioso, hay que mantenerse muy al día en un montón de campos dispares, el nivel de exigencia es muy alto y, por desgracia, si bien la recompensa personal es alta (para mí lo es), la económica resulta bastante escasa. A nivel social la cosa es aún peor: cuando le dices a alguien que te dedicas a dibujar dinosaurios lo primero que dicen es ¿Pero eso no lo hacen los ordenadores? Y cuando insistes en que no, que es tu trabajo, pasas a ser clasificado como un frikie infantiloide. No quiero desanimaros, pero a la hora de ligar, la frase ahora estoy modelando un onitosaurio provoca un cierto rechazo. Así que, ustedes mismos.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Jum... no sé si estoy de acuerdo del todo con alguna de las cosas que dices. Está claro que JP ha terminado haciendo mucho daño, pero también fue algo espectacular en su momento: masacres sangrientas aparte,con tiranosaurios ultraveloces, raptores ultrainteligentes y pterosaurios monstruosos, se nos mostraba a estos animales como precisamente eso, animales: dóciles herbívoros, padres que cuidaban de sus crías, presas que huían aterrorizadas de sus cazadores....

También me choca un poco la crítica a Walking with dinosaurs, siempre la había tenido en alta estima. Vale que ya ha pasado bastante tiempo y tiene cosas que chirrían, pero yo creo que está bastante por encima de otros documentales y series del estilo, quizá incluyendo los más modernos. Hablando de lo cual: has visto Dinosaur Revolution y Planet Dinosaur?

José Antonio Peñas dijo...

La primera peli de JP me llegó muy adentro, pero las dos siguientes se resumían en "dinosaurios persiguen y comen humanos". En cuanto a las serie de WwD, me parece un gran trabajo a nivel documental, pero incide demasiado en la imagen de sangre y dientes, salvo en el episodio del diplodocus. Pero al menos los guiones estaban bien planteados, todo lo contrario de Mares asesinos, que era un despropósito de puro aburrida.

He visto algunas escenas de Planet y Revolution en la red, y me parecen impresionantes: en cuanto halla una edición decente en DVD me las pillaré, quiero disfrutarlas en condiciones.

José Antonio Peñas dijo...

Y gracias por los comentarios, la discrepancia (argumentada) siempre es bienvenida

Anónimo dijo...

Planet Dinosaur es muy recomendable como documental, realmente buena, aunque a nivel de CGI es peor y algo más artificial.

Y a Dinosaur Revolution le pasa todo lo contrario: pueden gustarte o no los diseños de los bichos, pero la mayoría de las veces están francamente conseguidos. Y sin embargo, de documental no tiene nada: son dinosaurio con comportamientos antropomórficos. En comparación, me parece bastante mejor a nivel divulgativo Planet Dinosaur.

carlosdino, por cierto, que antes se me pasó firmar

HG dijo...

La megalomanía hollywoodiense acaba cansando bastante, y, además, muchas veces consigue lo contrario de lo que pretende. Por ejemplo, Spielberg pensaba que el velociraptor, con sus 70 cms. de altura y su 1,80 de longitud resultaba poco impresionante y por eso hizo doblar tales medidas para Parque Jurásico, pero veamos: un dinosaurio que, según parece, combinaba las garras del oso, la agilidad del leopardo y el comportamiento social del lobo, no necesita nada más. Por otra parte, si la configuración del cuerpo humano lo hace especialmente vulnerable a ataques dirigidos de abajo a arriba, un animal pequeño puede dar mucho más juego.
Ya sabemos que ni tiburones ni camioneros son tan agresivos como los pinta Spielberg, así que pensaremos lo mismo de los dinosaurios. Una de las primeras preguntas que me hice al ver Parque Jurásico fue precisamente ésta: un dinosaurio clonado que se encuentre con un mamífero moderno, ¿lo considerará como una presa?

Miguelón dijo...

A pesar de no haber visionado ninguna de las dos, sí he visto y leído lo suficiente de “Dinosaur Revolution” y “Planet Dinosaur” como para estar de acuerdo con el comentario de CarlosDino. Lo cierto es que para mí no hubiera tenido nada de malo si Discovery Channel lo hubiera promocionado como lo que era, una especie de “Show prehistórico” tal como lo habían planteado sus creadores desde el principio, y se hubieran ahorrado el calificativo de “documental”.

Los mismos reconocieron que el programa bebía más de las historias de “Age of Reptiles” de Ricardo Delgado que de “Caminando entre Dinosaurios”. Incluso hay una secuencia inspirada en un episodio de los “Looney Tunes” (de hecho el programa tiene secuencias realmente cómicas) que confieso que me quedé con las ganas de ver cómo termina.

En esta página de la cadena tienes el vídeo en cuestión (el de los Pterosaurios) y algunas muestras más:

http://dsc.discovery.com/videos/dinosaur-revolution-pterosaur-looney-tunes.html

Por lo demás, aunque a “Planet Dinosaur” se le cuelan algunas errores (por ejemplo el Sinornithosaurus de mordedura venenosa, que en su momento se demostró que había sido una interpretación errónea de ciertos detalles del fósil), al menos demuestran que se lo han tomado en serio desde el principio.

Y por cierto, ¡saludos, Japa!, que aunque llevo más tiempo del que me gustaría sin dejar ningún cometario en tu blog, no pienses por ello que he dejado de leerte.;)

Miguelón dijo...

"un dinosaurio clonado que se encuentre con un mamífero moderno, ¿lo considerará como una presa?"

Probablemente sí, al menos en ultima instancia. A fin de cuentas (y desgraciadamente), tenemos ejemplos de depredadores introducidos en un hábitat que no es el suyo, cebarse en la fauna local aunque en princípio no se trate de sus presas naturales.

También cabría preguntarse si un depredador del tamaño de un Tyrannosaurus adulto se sentiría en la práctica interesado en una presa de nuestro tamaño.

José Antonio Peñas dijo...

Eso es lo que resulta ridículo de kingkong (la moderna), que un rex que se estaba apretando un banquete cde varias toneladas de sabrosa carroña, lo deje para perseguir a una flacuca gritona que no le dará ni 30 kg de filetes a la canal.

¡Un abrazo, Miguelón!